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    El presidente Hugo Chávez amenaza a sus partidarios con mensajes de 140 caracteres por la red social mundial Twitter, con frecuencia aún no revelada. En 96 horas, desde la tarde del martes 27 de abril, sólo ha enviado tres mensajes: uno, en la madrugda el miércoles 28, para saludar "candangueros y candangueras"; otro para notificar su regreso a Venezuela (Barinas) de Brasilia, para encontrarse con su par boliviano Evo Morales; y un tercero para llamar a votar en las primarias del PSUV. Ya tiene más de 155 mil "seguidores" en la cuenta @chavezcandanga; seguramente, la mayoría venezolanos y menos, unos pocos relativamente, internautas de otros países. Medios de comunicación y agencias noticiosas internacionales también lo siguen, por ser un Jefe de Estado, petrolero además, y por sus excentricidades como la reiteración última, el viernes 30 de abril, desde el Teatro Teresa Carreño -catedral cultural de América Latina ante el mundo-, de mandar a "lavarse ese paltó" a los gringos, y "volvérselo a lavar", lenguaje escatológico del habla venezolana que todo el mundo entiende, pero nadie traduce.
Su cosecha de vulgaridades y desconsideraciones seguramente no quedará impresa virtualmente en Twitter. ¡Ni pendejo que fuera! La fugacidad del mensaje radioeléctrico se lo permite, para burla del mundo entero, abusando del lenguaje coloquial, que no es vulgar ni despótico, mucho menos ruinoso. Pero en Twitter, como en toda la Internet, la cosa es diferente: se copia, se pega y se reenvía; o simplemente, se reenvía.
                   LA LENGUA, CASTIGO DEL CUERPO
Es una fortuna que Chávez haya entrado a la red Twitter, a ver qué es lo que tiene en la bola, como dicen los aficionados al beisbol. Hasta ahora, en sus tres mensajes, no ha dicho nada importante o extraordinario. Seguramente, está buscando cómo expresarse sin meter en la cháchara a la morrocoya de Rosinés o a sus compañeros de liceo y academia militar, lo que ya fastidia a los auditorios, propios y extraños. Cuentero al fin, como todo timador, cada vez menos gente le cree y acepta sus peroratas. ¡A lo concreto!, que eso exige Twitter, como todo medio digital.
Veremos qué trae en la bola. Tal vez sea el "castigo del cuerpo", que tanto le hace falta. No todos los "seguidores" de @chavezcandanga son chavistas: deben saberlo, él y sus asesores y subalternos, que a esta hora estarán atiborrados de mensajes-denuncia-protesta por el mal desempeño de su gobierno, la corrupción e incompetencia que lo caracterizan, y el rol personal del mismísimo Hugo Chávez.
Lo cierto es que en Twitter la posibilidad de transmitir mensajes no es unidireccional, como le gusta a él y trata de imponerlo a la sociedad venezolana. Él dirá y los "seguidores" también.
Como todo acto presidencial, la saga Twitter que acaba de comenzar el presidente Chávez debe quedar para la historia, almacenada celosamente e incorporada al archivo epistolar del Jefe del Estado, pues los 140 caracteres de Twitter no son más que "telegramas" contemporáneos, que le pertenecen -en este caso- a la nación y no al Presidente de turno. Son parte del Archivo General de la Nación.
E.D.E.

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