El próximo viernes 30 de septiembre se vence el plazo para que todos los vertederos de basura del país basura tengan su sentencia definitiva de cierre, en cumplimiento con la Ley de Gestión Integral de la Basura, aprobada en diciembre del año pasado y promulgada en marzo de este año.

En este sentido, las alcaldías están obligadas a presentar los proyectos de clausura y post-clausura de los vertederos de basura a cielo abierto; o en su defecto, establecer el cronograma de adecuación para transformarlos en Rellenos Sanitarios que cumplan las normas técnicas de ubicación, diseño y operación, así como el aprovechamiento de los residuos reciclables.

El gerente de la empresa Tecnomatrix, David Esteva, explicó que  “la separación de la basura desde su origen es una iniciativa plausible que está sumando adeptos, voluntarios y activistas; no obstante, estamos claros que es un proceso lento que requiere campañas de educación, sensibilización y capacitación permanentes, además de una logística específica de distribución de contenedores”.

“Por ello, consideramos que -de momento- una de las soluciones más viables es la instalación de las llamadas Plantas de Clasificación y Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) que minimicen el volumen de disposición final en los Rellenos Sanitarios, gracias a la maximización de la recuperación de la basura”.

Con las Plantas de RSU, segúna Esteva- no sólo se incrementa la vida útil de los rellenos sanitarios, sino que se obtienen materias primas reciclables como los plásticos, vidrios, metales, papel o cartón, con valor de venta en el mercado, sin dejar de mencionar el positivo impacto ambiental intrínseco.

Por ejemplo, se estima que por cada tonelada de papel reciclada se ahorran entre 14 y 17 árboles de regular tamaño (que tardarían 20 años en crecer), 130 mil litros de agua y 9.600 kilo watt/hora de energía, la suficiente para suministrar electricidad a una familia media durante casi un año.

“Ahora bien, no todo está resuelto con la separación y el reciclaje del vidrio, los metales, etc.; pues los llamados desechos orgánicos si no son usados para compost, al dejarlos en los rellenos sanitarios se descomponen, generando la producción de metano (CH4), un gas que al quedar expuesto a la atmósfera produce calentamiento global, con un efecto invernadero 21 veces más dañino que el dióxido de carbono (CO2). Por eso, lo ideal es controlar la producción de gas metano y transformarlo en energía útil”.

El vocero de Tecnomatrix explicó que a través de un biodigestor en los Rellenos Sanitarios se puede generar biogás, cuya capacidad calorífica es transformable en electricidad.

Al biogás se le considera una energía limpia, pues disminuye el uso de combustibles fósiles y una vez aprovechado el gas, los desechos orgánicos sirven como biofertilizantes, abonos con alto contenido de nitrógeno, favorables para la agricultura. Otra de las ventajas es que dentro de las energías renovables alternativas, es la única que se puede almacenar y transportar, transformándose en energía sólo cuando se necesita./Intopress

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