‘Vaya pibe. Juegue como usted sabe y, si puede, tire un caño’, le susurró el técnico Juan Carlos Montes el 20 de octubre de 1976, cuando faltaba apenas un puñado de días para que cumpliera 16 años.

 

El destinatario de aquella mezcla de orden y sugerencia era un adolescente con pasta de 'crack' llamado Diego Armando Maradona.

 

Este jueves 20 de octubre se cumplirán 35 años de su debut en la Primera División de Argentinos Juniors y del comienzo de la historia más gloriosa del fútbol de este país.

 

Con la camiseta con el número 16, Pelusa ingresó al campo de juego tras el descanso de un partido ante Talleres de Córdoba y vaya si le hizo caso a Montes. Recibió su primera pelota de espaldas a su marcador, Juan Cabrera, le amagó y le tiró el balón por entre las piernas.

 

‘La pelota pasó limpita y enseguida escuché el ‘ooooole’ de los hinchas, como una bienvenida’, recordó Maradona hace unos años en su libro ‘Yo soy el Diego’.

 

Como todos los días, ‘El Pibe de Oro’ había viajado en colectivo junto a Don Diego, su padre, desde la humilde casa familiar de Villa Fiorito hasta el viejo estadio de madera de Argentinos Juniors, en el barrio porteño de La Paternal.

 

Luis Galván, un veloz zaguero de Talleres que en 1978 fue campeón mundial con la selección argentina, relató que aquel partido era dominado ‘claramente’ por su equipo hasta que ingresó Maradona.

 

‘A partir de allí cambió todo. Diego se puso el equipo al hombro y nos fueron arrinconando en nuestra portería. Terminamos defendiéndonos. No podíamos creer lo que hacía ese chico con una inmensa melena llena de rulos’, señaló Galván.

 

Argentinos Juniors perdió ese partido ante Talleres cordobés por 1-0, pero el resultado y el rival fueron simples anécdotas./Espndeportes

 

 

 

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