George Herman Ruth nació el 6 de febrero de 1895 en un barrio bajo de Baltimore. De niño lo llamaban el pequeño Ruth, porque era chiquitico. Cuando murió, medía dos metros y dos centímetros. Tenía la misma cara de bebé, pero arrugada, como un guante de beisbol./ JOSÉ PULIDO

Sopesar ese mote de Santo, el enmascarado de plata, daba la impresión de que aquel personaje era una especie de santo bañado en plata, un hombre bueno que se había disfrazado de metal precioso para pelear contra el mal./ JOSÉ PULIDO

Cada año, su escritura se hace más clara y más necesaria para conocer los rincones ocultos de la espiritualidad latinoamericana y venezolana./ JOSÉ PULIDO

En 1918 Matisse se sintió bien en Niza a pesar de la guerra que ya llevaba cuatro años. La atmósfera serena y lujosa de la Costa Azul fue como una cápsula que lo protegió anímicamente./ JOSÉ PULIDO

Después que murió sacaron de casas y bancos 43 mil obras diversas llamadas comúnmente "picassos" que había acumulado en ese fragor creativo. Fueron en total 2.000 pinturas, 30 mil grabados, 1.228 esculturas, 7.089 dibujos, 3.222 cerámicas , varias alfombras y algunos tapices./ JOSÉ PULIDO

Nervioso, alebrestado, se despertó antes del amanecer y dijo: Ensillen los caballos que nos vamos. Dicen que envió a Colmenares y a Caicedo adelante, como una escuálida vanguardia y se quedó rezagado, solo./ JOSE PULIDO

Como todos los seres humanos, el ajedrecista Capablanca debe haber tenido su ángel de la guarda, aunque probablemente jamás invirtió tiempo en meditar sobre las características de ese protector, porque el ajedrez es muy absorbente./ JOSÉ PULIDO

Isidoro se llena de miedo, cree que Blacamán usará su magia contra el jovencito, pero si se niega a darle el nombre también le puede lanzar un maldeojo a él con todo y el gran azabache que lleva en su pecho./ JOSE PULIDO

En cada película, Johnny se parecía más y más a Tarzán, un personaje que hacía soñar a la muchachada con la posibilidad de criarse jugueteando en el monte, sin hacer tareas, y de educarse a sí mismos sin necesidad de tener que aceptar las presiones sociales de mi hijo va a ser doctor, no va a ser un mojón de perro como yo y cosas por el estilo./ JOSÉ PULIDO

Se llamaba Cassius Marcellus Clay y ahora se llama Muhammad Alí. Era boxeador, pero también era pintor, desde muy niño, porque su padre educó a sus hijos en el amor a las artes plásticas. Muhammad Alí nació y creció cristiano y después se convirtió en musulmán. Por si fuera poco, debe ser el único boxeador que ha sido campeón mosca y campeón de los pesos pesados. JOSÉ PULIDO

Mario Briceño Iragorry no es otra cosa que un tigre dormido, una fiera que se despierta con apenas pasarle la mano a una sola de sus páginas. Para muchos, es una escuela primaria, un liceo o una plazoleta perdida en los confines de un pueblito sin río y sin farmacia. JOSÉ PULIDO

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