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Santa María del Orinoco, estado Apure, 19 Abr. ABN (Deyanira Tortoza Z./enviada especial).- Más de 16 mil tortuguillos de la especie Arrau fueron liberados, este sábado, como parte del plan de conservación y recuperación de la fauna autóctona del país, en el sector de Santa María del Orinoco, estado Apure.

El acto estuvo presidido por el viceministro de Conservación Ambiental, Jesús Alexander Cegarra, quien señaló que las políticas ambientales que ha desarrollado el Gobierno Nacional a través del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente (Minamb), han permitido que estas y otras especies disminuyen considerablemente los índices del peligro de extinción.

“Hoy estamos junto a las comunidades y a nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana en este acto importantísimo como lo es la liberación de 16 mil ejemplares de tortuga arrau en las aguas del río Orinoco”, indicó Cegarra.

Destacó que el Gobierno bolivariano está demostrando con el desarrollo de estas actividades el gran compromiso en materia ambiental que tiene con el país y con estas especies que están clasificadas en peligro de extinción.

Cegarra enfatizó: “El compromiso de conservación es de todos los días y sobre todo de acompañamiento con las comunidades, con los niños, los pescadores que habitan la zona y que además devuelven estas tortugas al refugio de fauna para ser tratadas y protegidas”.

De la misma manera, resaltó que este programa está cumpliendo 20 años desde que se comenzó la importante labor de aumentar la supervivencia de estas tortugas criándolas en cautiverio durante un año para luego ser liberadas a su hábitat natural.

Por su parte, el director Nacional de Diversidad Biológica del Minamb, Jesús Manzanilla, indicó que paulatinamente se incrementarán las liberaciones de estos individuos durante los tres meses sucesivos y de otras especies que están preservando sus vidas.

Adelantó que en una gran extensión a lo largo del río Orinoco estarán llevando un proyecto de una estación científica para generación de conocimiento, evaluación de calidad de aguas, de pesquerías entre otros para continuar con la labor científica y de preservación de estas especies en el país.

Además, destacó la reciente aprobación de la Unesco de que el Delta del Orinoco forme parte de la Red Mundial de Reservas de Biósfera, “siendo este un reconocimiento como un área protegida y preservada que garantiza el futuro de las poblaciones en Venezuela”.

“Nosotros consideramos que con este planteamiento a la par de ser una potencia mundial en hidrocarburos, nos estaremos edificando como una potencia mundial en materia de conservación de la diversidad biológica”, recalcó Manzanilla.

Igualmente, agregó que en este aniversario número 20 el programa conservacionista de la tortuga arrau se encuentra en una etapa de madurez, y que desde el ministerio ya no se conforman con la liberación sino que continuarán implementando y desarrollando nueva tecnologías para su protección.

Manzanilla reiteró que continuarán con los programas de tortugas arrau y terecay, centros para reproducción de manatíes, centros de conservación y participación en hatos pequeños para la explotación racional de chigüire y la baba, entre otros.

Finalmente, resaltó la labor mancomunada que tienen la comunidad y la Fuerza Armada para llevar a cabo esta acción ambientalista y de protección a la fauna de la región.

Durante la actividad estuvieron presentes integrantes de las comunidades que hacen vida en el sector, representantes de varias instituciones comprometidas con esta labor ambientalista; por último, los niños quienes fueron los protagonistas para liberar los tortuguillos que por un año estuvieron en cautiverio criándose, y así regresar a su hábitat natural.

La tortuga Arrau (podocnemis expansa) también conocida como Tortuga del Orinoco, es el quelonio fluvial más grande de nuestros ríos, las hembras adultas alcanzan tamaños de 60 a 70 centímetros y un peso entre 15 y 33 kilos. Su distribución natural esta a lo largo de las cuencas de los ríos Orinoco y Amazonas.

El objetivo de la conservación de la tortuga Arrau es asegurar su éxito reproductivo minimizando la depredación humana de nidos, esto se logra mediante la colecta de nidos para su incubación en playas protegidas.

Luego, y con la finalidad de aumentar de forma rápida y considerable la generación de relevo, se debe minimizar la mortalidad de una cantidad considerable de tortuguillos mediante su cría en cautiverio para luego liberarlas al año de nacidas, así se estará asegurando la existencia de una abundante generación de relevo.