Mie, 25 de Abril 2012, 17:12:17 -- Actualizado: Sab, 21 de Abril 2012, 05:15:24
Nosotros, los elefantes
JOSE MANUEL RAMBLA / Porque lo patético de sus andanzas por Botswana es que el rey no se lesionó luchando a brazo partido contra las fieras, o rescatando de algún peligro a su íntima colaboradora en estas aventuras, la princesa de título comprado Corina Sayn-Wittgenstein. No, Juan Carlos I dio con su regia cadera en el suelo tras tropezar con un escalón cuando se dirigía al baño, permitiendo así que un nocturno apretón de vejiga o esfínter pusiera de manifiesto la fase de fragilidad artrósica en la que parece haber entrado irremediablemente la Corona. En realidad, las tentaciones de su emprendedor yerno Iñaki Urdangarín ya habían dejado constancia hacía tiempo de que los problemas de la monarquía española se acumulan en los retretes.