El tamaño de las estatuas oscila entre los 20 centímetros y la altura de una persona.

La eliminación de partículas dañinas, conservación y restauración se concibió para dos años, y la reconstrucción completa podría tomar otros tres.

En las losas se observan representaciones de serpientes, cautivos, ornamentos y guerreros que aluden al nacimiento de Huitzilopochtli y al origen de la Guerra Sagrada.

El cocodrilo-escudo tiene 95 millones de años de antigüedad. Los científicos determinaron que medía más de 9 metros y tenía una cabeza de metro y medio de largo.

Alhajas de jade con que fue enterrado, entre 700 y 500 a. C., un personaje de alto rango de de ese sitio de Chiapas, son presentadas en el Museo Regional de la entidad.

Se trata del más antiguo criadero de dinosaurios conocido hasta ahora, y es de la especie prosaurópodo Massospondylus, uno de los primeros dinosaurios que habitó nuestro planeta, explicó el biólogo Robert Reisz, de la Universidad de Toronto.

Las pinturas representan figuras humanas en escenas de caza o de guerra, así como de animales, principalmente ciervos, insectos y aves.

El mosaico tiene 66 metros cuadrados, y aparece en enciclopedias y libros de texto, por lo que es muy conocido y sería complicado que se venda como ocurre con otras obras robadas.

Siria es la cuna del cristianismo y del islamismo. La tumba de Juan Bautista, quien bautizara a Jesús, se encuentra en el Viejo Damasco.

Los investigadores hallaron un cementerio precolombino de “personajes de alto rango” de 700 a mil años de antigüedad, con seis tumbas cubiertas de oro, hueso y piedras semipreciosas y preciosas.

Los antiguos pobladores de la cultura Lambayeque colocaron en un terreno decenas de osamentas sin cabeza y en el otro pusieron como ofrendas unos treinta cráneos.

El procedimiento se realizó en la Quinta Los Jaguares, propiedad del ciudadano Harry Manill, a quien se le seguía causa judicial por este hecho.

Los arqueólogos hallaron dos entierros en el centro histórico de Mérida, los primeros de la época prehispánica que se localizan en la capital de Yucatán.

Para los mayas al final de cada era, el cosmos se regeneraba, con lo que se completaba así un ciclo de creación.