Moscú, 03 Jun (Télam).- Seis astronautas de la European Space Agency ingresaron ayer en una construcción que imita a una cápsula espacial, donde permanecerán encerrados durante 520 días simulando un viaje al planeta rojo. Está previsto que se lleven a cabo más de 100 experimentos.

En el Instituto de Problemas Biomédicos se cerró la escotilla tras el ingreso a la nave espacial de los hombres procedentes de Rusia, China, Francia e Italia.

"La tripulación está aislada", dijo Peter Preu del Centro Alemán de Aeronáutica y Astronáutica (DLR), que también participa en este proyecto "Mars500".

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En los primeros días todavía es posible un intercambio rápido con el personal "en tierra". Pero luego, una noticia demorará unos 20 minutos en comunicarse, que es el tiempo que demora una señal que viaja a la velocidad de la luz en un vuelo real a Marte.

"Cada miembro de la tripulación tiene el derecho de abortar el experimento", indicó por su parte el director del proyecto, el ruso Boris Morukov.

Los voluntarios tienen que entregar regularmente muestras de orina y sangre y casi siempre estarán vigilados por cámaras, satélites y sensores. Cada miembro de la tripulación sólo tiene disponible un recinto de tres metros cuadrados en el que no está bajo observación. Los posibles problemas que pudieran surgir los deben resolver por sí mismos.

Los científicos esperan obtener de este experimento respuestas a problemas médicos y psicológicos. Entre otros, se analizará el efecto de la sal sobre la tensión arterial, así como el metabolismo óseo, pero también procesos de dinámica grupal.

Los preparativos para el experimento requirieron de un enorme despliegue logístico. Los "astronautas" tienen cuatro toneladas de alimentos "a bordo", entre ellos gran cantidad de frutas y verduras congeladas.

El proyecto cuesta unos diez millones de euros (unos 12 millones de dólares), de los cuales 1,5 millones son aportados por la Agencia Espacial Europea (ESA) y 500.000 euros por el DLR, a través del Ministerio de Economía.

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COMIENZA VUELO SIMULADO "MARTE 500"

Por Song Shengxia

* Con 520 días de duración, el proyecto será el simulacro espacial más prolongado de la historia

Moscú, 04 Jun.- Seis “astronautas” internacionales se despidieron del mundo exterior este jueves, para comenzar un encierro voluntario de casi año y medio, durante el cual probarán los efectos de tan prolongado aislamiento sobre cuerpo y mente, mientras dura un supuesto vuelo hasta el planeta Marte.

El experimento, con sede en Moscú, incluye a un equipo totalmente masculino de seis personas.

Sus integrantes, enfundados en monos azules, levantaron los pulgares y sonrieron para las cámaras antes de penetrar en la instalación de 550 metros cúbicos en el Instituto Ruso para Problemas Biomédicos (IPBM).

“Nos vemos en 520 días,” gritó uno de los participantes rusos, Sujrob Kamolov, de 32 años, momentos antes de que un científico cerrara la puerta de la instalación y la sellara.

Denominada “Marte 500,” esta será la prueba más larga en la historia de los vuelos especiales simulados.

Patrocinado por el IPBM de Moscú, en cooperación con la Agencia Espacial Europea y las autoridades espaciales chinas, el experimento simulará un viaje de 250 días a Marte, un aterrizaje de 30 días y la exploración de la superficie del llamado Planeta Rojo, así como un regreso de 240 días a la tierra.

El equipo, con edades que fluctúan entre los 27 y 38 años, comprende a tres rusos, un chino, un francés y un italiano. Los científicos descartaron la idea de que se trate de una versión sofisticada del “Gran hermano” el programa de tele-realidad.

“No es un ‘Gran hermano’. “No tenemos vigilancia, cámaras de vídeo por todas partes. Esperamos que no haya conflictos o escándalos,” explicó Jennifer Ngo-Anh, gerente del programa, citada por la agencia AFP.

La “exploración espacial profunda es una empresa que sólo asumen los valientes. Los seis voluntarios han demostrado su valor, participando en el experimento, que constituye un desafío y una forma de exploración de lo desconocido.

“Ustedes son pioneros,” afirmó Dong Chongqing, vicedirector del Centro de Formación Espacial de China, antes de que los seis voluntarios entraran a la cápsula.

El astronauta chino Wang Yue, de 27 años, es empleado del Centro de Formación Espacial de China. Romain Charles, francés, tiene 31, y Diego Urbina, un italo-colombiano, también 27. Todos son ingenieros.

El capitán ruso de 38 años Alexéi Sitev, ha trabajado en el Centro de Formación de Cosmonautas de Rusia, y los otros dos rusos, Kamolov y Alexander Smoleyevsky, de 33 años, son doctores.

Wang, el candidato más joven del programa espacial de China, dijo a los reporteros antes de entrar en la cápsula que “se trata sólo de una simulación. No es una cuestión de vida o muerte.”

“Pero pienso que es mucho más, pues se vincula al futuro de la Humanidad,” añadió.

“Haré mi mayor esfuerzo por cumplir con este experimento,” indicóWang, destacando que él es “un representante del pueblo chino.”

El proyecto implica estudiar la psicología humana, así como las capacidades y limitaciones médicas y físicas en el espacio y ayudar a las misiones futuras reales a lidiar con las tensiones y emergencias partiendo de una mejor preparación.

Los días del equipo se dividen en ocho horas de sueño, ocho horas de trabajo y ocho horas de ocio.

Pueblo en Línea http://bit.ly/and9YL

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