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Definitivamente la expectación que genera un Mundial de Futbol es única en su estilo, cada 4 años el mayor espectáculo futbolístico, acapara la atención de millones de aficionados que desean ver el encuentro de las 32 selecciones nacionales que lograron un cupo en tan magno evento.

Las ultimas décadas han mostrado un cada vez más mediático y referente político, económico y social internacional. Desde el mundial escenificado en Estados Unidos 1994, pasando por las experiencias de Francia 98, Corea-Japón 2002 y Alemania 2006, entregándole en esta oportunidad la batuta a Sudáfrica 2010, que seguro mostrará una diversidad nunca antes vista en los precedentes más inmediatos, dejando el camino abierto para la vuelta del Mundial a América, en 2014, cuando se lleve a cabo en el glamoroso Brasil.

Indudablemente el continente africano continúa estando abatido por las realidades catastróficas de un territorio que durante años ha sido escenario de guerras interminables, crisis sanitarias y naturales, hambruna desmedida y exclusión latente.  De hecho, la propia Sudáfrica, siendo uno de los países africanos que más ha evolucionado en los últimos años, no escapa a esta avasallante problemática, manteniendo todavía altos niveles de pobreza, una fuerte expansión del VIH Sida, desigualdad de oportunidades para la población, aunque nunca como en la época del pleno Apartheid.

Precisamente a diferencia de aquel momento, Sudáfrica surge como el ejemplo de integración y crecimiento sustentable a copiar en la nueva definición de África, aquella que de la mano de unos hombres llamados Nelson Mandela y Frederick De Klerk, supo entender que el rencor, el odio y la separación de la sociedad no eran fórmulas efectivas para llevar a una nación a las vías del desarrollo, que si bien, no lo ha alcanzado en su totalidad por las fallas que aún persisten, de alguna manera sí zanjan una gran diferencia con el resto de los estados del continente, bajo un amplio esquema en pro de la unificación de la población sudafricana.

Sudáfrica hoy por hoy ostenta el 25 % de todo el PIB africano, ha servido de mediador en conflictos encarnados por sus vecinos Burundi, Zimbabwe y Congo; es centro de una de las mayores diversidades étnicas y culturales del mundo, ha liderado la participación de África en distintos eventos internacionales, y cómo dejar de mencionar, hablando de deportes, a una fortaleza en el rugby, con su ultra reconocida selección los Springboks.

Con justa elección Sudáfrica ha ganado ser el anfitrión del Mundial de Futbol 2010, ha terminado a tiempo la edificación de las estructuras y estadios disponibles para esta cita mundialista, lo cual ha generado el beneplácito de la FIFA como principal órgano rector de la pasión futbolística. Aún quedan responsabilidades y retos por delante, en la organización del mayor encuentro deportivo que posee el mundo moderno. Claves resultaran la seguridad, los servicios públicos, las redes de auxilio médico, los eventos culturales de apertura y cierre, la cobertura mediática y tecnológica, la labor arbitral y condiciones de los campos de juego, y por supuesto, el espectáculo que representa el fútbol, alguna vez llamado por un narrador como el deporte más bonito del mundo.  Lo importante para Sudáfrica es que el sueño se ha cumplido y las Vuvuzelas pueden comenzar a sonar.

Así que es hora de comenzar a vivir intensas jornadas de deleite futbolístico. Personalmente ya he seleccionado a algunos candidatos con posibilidades de alcanzar la victoria en la copa del mundo, pero la pelota es redonda, y existen 11 jugadores talentosos de cada lado del campo, por lo que todo puede pasar.  Sólo me queda desear suerte a cada uno de los fanáticos y el mejor de los éxitos a Sudáfrica 2010.

Twitter: @Daniel_Merchan

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