Pescadores artesanales en Sudáfrica. Foto: Patrick Burnett/IPS
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Davison Makanga entrevista a MARI-LISE DU PREEZ, experta en pesca
CIUDAD DEL CABO, 1 sep (IPS) - La pesca aporta cada año al menos 10.000 millones de dólares a las economías de África. En países como Angola, Egipto y Namibia, esa industria es un motor fundamental.
También es importante para la seguridad alimentaria. Una investigación publicada por la Nueva Sociedad Económica para el Desarrollo de África en 2007 concluyó que unos 200 millones de africanos dependían al menos en parte del pescado para su nutrición.
Pero, al igual que la agricultura, la industria pesquera generalmente provee frágiles ingresos para los pequeños productores.
Mari-Lise du Preez, experta en pesca y silvicultura del Instituto Sudafricano para Asuntos Internacionales, explicó a IPS cómo la industria puede servir de vehículo para el desarrollo comunitario.
IPS: ¿Cuán importante es la pesca en África?
MARI-LISE DU PREEZ: Cuando las existencias colapsaron en otras partes del mundo, los países del continente comenzaron a llamar la atención, por ejemplo los de África occidental y austral. Tenemos importantes flotas de pesca industrial procedentes de Europa y Asia que nos ven con interés.
Por otra parte, tenemos países donde la explotación a pequeña escala sirve de sustento a muchos. Por ejemplo, en Angola, más de 90 por ciento de la pesca no es para exportación, sino para la población local.
Escuché al ministro de Pesca de esa nación decir: "No tener carne no es un gran problema en Angola, pero una escasez de pescado se convierte en un tema político".
No ocurre lo mismo en todos lados, pero en un país como ése, es de la pesca de donde la población obtiene la mayor parte de sus proteínas.
En términos de desarrollo, si ves las cifras, en todo el mundo hay menos de un millón de personas empleadas en el sector de la gran pesca, pero se estima que el artesanal da trabajo a 50 millones.
Más allá del debate sobre cuál captura más, hay muchas más personas empleadas en el sector de pequeña escala. Esto atestigua la contribución de la pesca en el desarrollo económico.
Es difícil generalizar, pero para los países en la costa, la industria juega un papel muy importante.
IPS: ¿Cómo contribuye el sector a la nutrición en África?
MLDP: En Sudáfrica, los habitantes de la costa comen pescado, y en el interior del país se come en restaurantes como sushi. En Angola, la mayoría dependen del pescado para su nutrición.
El sector contribuye directamente a la seguridad alimentaria.
IPS: Ha habido informes desde diferentes partes del continente de que la pesca artesanal ha sido marginada, sea por las flotas industriales frente a Senegal o Somalia o por problemas de licencias en Sudáfrica. ¿Qué se puede hacer para proteger y expandir oportunidades para la pesca a pequeña escala?
MLDP: Sé que en Sudáfrica han estado hablando de una política de pesca a pequeña escala por largo tiempo. Es un tema que todavía no ha sido resuelto, y es político.
Sin embargo, existen ejemplos para considerar como el de Angola, donde hay muchos pescadores artesanales.
Un ejemplo a tomar es la organización de estos en cooperativas, como hacen los agricultores sudafricanos. Ésa es una de las vías, ya que se trata de un sector informal y es difícil saber lo que ocurre en él.
Lo complicado sobre la pesca es que no hay un ejemplo que sirva para todos, porque se trata de sociedades con diferentes retos. Hay diversos sistemas de pesca con diversos desafíos. La captura de abalón no se puede comparar con la de merluza, porque las especies se reproducen a un ritmo diferente.
IPS: ¿La pesca en África se realiza en forma sostenible?
MLDP: Hemos reconocido muchos problemas en el mundo que involucran los sistemas naturales. Hay un creciente reconocimiento de la complejidad del tema, de que si uno toca una parte no se afecta sólo a esa parte.
Por ejemplo, si una comunidad contamina las fuentes de agua, afecta también a los peces. No pueden alimentarse.
IPS: ¿Cómo puede impactar la administración del agua en las comunidades pesqueras?
MLDP: Es interesante ver el cambio que se produjo en el trato dado al mar, por ejemplo. Primero se pensaba que era inagotable. Era básicamente de acceso ilimitado.
Cuando se dieron cuenta de que los recursos marinos se podían extinguir, vinieron las leyes y las zonas de exclusión económica. La idea es proteger el valor económico.
Sin embargo, por lo general hay una gran desconexión con la gente para tomar decisiones a nivel central. Lo que se debe tener en cuenta es que las comunidades toman decisiones (que afectan la conservación) todos los días. Los gobiernos deben involucrarse con esas comunidades para administrar los recursos.