El sismo se sintió a lo largo del país pero no se reportaron daños inmediatos. Las autoridades sísmicas de Nueva Zelanda registraron una magnitud de 6,5 mientras el que centro geológico estadounidense, por su parte, habló de una magnitud de 5,3 en la escala de Richter.

La medida fue adoptada luego que un movimiento sísmico de magnitud 5,2 en la escala de Richter causara el derrumbamiento de una iglesia de Christchurch y posteriormente la ciudad fue sacudida por otros temblores de tierra.

Los terremotos son habituales en Nueva Zelanda, aunque la mayoría son de baja intensidad.

A las 12.51 hora local, exactamente cuando el temblor de magnitud 6,3 se sintió en la ciudad de Christchurch, en la Isla Sur, todo el país guardó dos minutos de silencio.

Las autoridades manifestaron "gran inquietud" en vista de que un tercio de la ciudad tendrá que ser demolido para evitar derrumbes.

Dave Cliff, jefe local de la policía, manifestó que algunos de los cuerpos hallados se encuentran tan destrozados que para su identificación será necesario tomar muestras de sus huellas dactilares o esperar el resultado de las pruebas de ADN.

El terremoto se registró el martes al mediodía (hora local), en un momento de gran actividad en el centro de Christchurch, ciudad de 390.000 habitantes.

El sismo de magnitud 6,3 causó el derrumbe de numerosas casas y aún muchas personas permanecen atrapadas en los escombros.

El desbordamiento del río Wimmera inundó la ciudad de Horsham y convirtió su centro en un lago, con un metro de agua en la calle principal y más de 100 casas en riesgo de quedar inundadas.

Dos tiburones toro fueron vistos nadando en la calle principal de una localidad inundada del estado australiano de Queensland.

Las inundaciones causadas por el desborde del río Brisbane fueron las peores desde hace más de 36 años. Estiman que las pérdidas económicas ascienden a hasta 19.000 millones de dólares.

Sin embargo, cifras extraoficiales se organismos de socorro estiman que las víctimas mortales lleguen a 30, mientras que otras 67 personas han sido reportadas como desaparecidas.

El nivel del agua sigue bajando en la inundada localidad de Rockhampton mientras crece el peligro en St. George. En la primera, aunque numerosas calles siguen bajo agua, el nivel quedó debajo de la temida marca de 9,40 metros.

Las peores inundaciones de Australia en los últimos 50 años cubrieron de agua una superficie superior al millón y medio de kilómetros cuadrados, igual a la de Francia y Alemania juntas. Además, 200.000 personas permanecen aisladas.