Foto Télam

Jun. 11 (Télam).- Las selecciones de Francia, actual subcampeón del mundo, y Uruguay debutan hoy en el Mundial de Sudáfrica 2010, por el grupo A, en un duelo que pondrá frente a frente a dos equipos que presentan estados de ánimo bien distintos.

El encuentro se disputa en el estadio Green Point, de Ciudad del Cabo, con el arbitraje del japonés Yuichi Nishimura.

Mientras los sudamericanos, campeones del mundo en 1930 y 1950 llegan al duelo de Ciudad del Cabo con la moral alta y el grupo unido, los franceses, que se consagraron en 1998, encaran su primera cita mundialista llenos de dudas, según reportó la agencia DPA.

Francia no pudo ganar ninguno de sus dos últimos partidos de preparación, contra equipos en teoría muy inferiores. Ante Túnez sólo pudo empatar 1-1, mientras que ante China perdió 1-0.

Pocos confían en Francia en el equipo de Raymond Domenech, quien según aseguran medios galos, cuenta además con la oposición de algunos de sus jugadores.

El grupo de veteranos quiere al parecer reinstaurar a Thierry Henry en el once inicial, pero el técnico de 58 años no dio muestras en los entrenamientos en Knysna de dar su brazo a torcer.

Franck Ribéry es intocable en el tridente de ataque, por lo que el delantero del Barcelona, que apenas jugó en esta temporada en su club, sólo podría entrar por Nicolas Anelka o Sidney Govou.

Henry podría sustituir a Govou y desplazar a Anelka a la banda derecha, pero el delantero del Chelsea parece inamovible en la punta de ataque, por lo que el veterano ex jugador del Arsenal parece condenado al banco.

Domenech mantendrá probablemente también como titular a Yoann Gourcuff, para formar la línea media junto a Jéremy Toulalan y Florent Malouda. Atrás formarán Bacary Sagna, William Gallas, Eric Abidal y Patrice Evra, cuya designación como capitán en detrimento de Gallas generó recelos en el defensa central. En la arco, Hugo Lloris es indiscutible.

"También tuvimos problemas en la clasificación para el Mundial, pero al final la conseguimos", aseguró Toulalan. "Hemos pasado por dificultades y eso nos puede ayudar en el transcurso del torneo", agregó.

Así fue al menos hace cuatro años. Las cosas no iban mucho mejor al llegar a Alemania, donde Francia superó la primera fase con muchas dificultades como segundo de grupo, por detrás de Suiza. Pero el equipo se rehizo durante el torneo y llegó a la final. Eso sí, el brazalete de capitán lo llevaba entonces Zinedine Zidane.

Los campeones del mundo de 1998, además, no tienen buen balance con los "charrúas", a los que sólo vencieron en una de las cinco ocasiones en las que se enfrentaron. Las otras cuatro se reparten en dos victorias uruguayas y dos empates.

A Uruguay, por el contrario, lo único que le va mal son las conexiones aéreas. Después de 12 horas de demora el sábado pasado, en el vuelo desde Montevideo a Sudáfrica, el equipo llegó hoy también con retraso a Ciudad del Cabo desde su concentración de Kimberley.

Nada grave en una selección que pretende, sin hacer mucho ruido, reverdecer viejos laureles. "Hacía mucho que no veía a un equipo uruguayo tan enchufado", dijo hoy a la agencia DPA un dirigente de los campeones de 1930 y 1950.

El Uruguay de Oscar Washington Tabárez no renuncia a valores clásicos del fútbol "charrúa", como el orden y la firmeza defensiva. Pero el "Maestro" inculcó a su equipo respeto por el balón.

Tabárez sabe que sólo teniendo más tiempo la posesión puede fabricar oportunidades de gol a la temible delantera que forman Diego Forlán y Luis Suárez.

Así lo hicieron en el 3-1 que lograron en Suiza y el 4-1 con el que vencieron a Israel en sus dos encuentros preparatorios. No le hizo falta nada más al "Maestro". Después de una difícil clasificación, Uruguay parece haber encontrado el camino en el momento oportuno.

Además de Forlán y Suárez, los encargados de mostrar en Sudáfrica las enseñanzas del técnico serán Fernando Muslera en el arco, Victorino, Diego Lugano y Diego Godín en la última línea, Maximiliano Pereira y Álvaro Pereira como laterales-volantes, Arévalo Ruiz y Diego Pérez compartiendo el medio centro, e Ignacio González de enganche.

Dos campeones del mundo frente a frente. Un plato fuerte para el primer día de competición en el primer Mundial de fútbol en suelo africano.

 

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