Por Reuben Morales

 

            Para el artículo de hoy, presentaré un cuento por partes. Lo único, es que hay una dinámica: lo que tiene que hacer usted, como lector, es escoger hacia dónde quiere que vaya la historia. Usted elige y se forma la historia que quiera hasta llegar a finales distintos. Espero que se divierta. Comenzamos:

Juan Carlos era un hombre que, por sus méritos laborales, se había ganado un viaje a Europa de 20 días totalmente pagado por la compañía en la que trabajaba. El único problema es que Juan Carlos no tenía pasaporte. Por tal razón, tuvo que iniciar el trámite por internet para solicitarlo.

Habiendo completado todo para solicitar la cita, finalmente llegó el día. Juan Carlos estuvo desde muy temprano en la oficina donde sacan los pasaportes. Hizo una cola muy larga, pero justo cuando llegó a la puerta de la oficina donde te sacan la foto…

 

(Si quieres un nudo de la historia que tenga un giro cómico, ve a “nudo cómico”)

(Si quieres un nudo de la historia que tenga giro de acción, ve a “nudo de acción”)

 

Nudo cómico:

…Juan Carlos le entregó la planilla al personal del SAIME y éste le dijo: “Amigo, me disculpa, pero su cita es mañana, no hoy.” Juan Carlos no lo podía creer. Se puso las manos en la frente y su cara se enrojeció de la rabia…

 

(Si quieres una conclusión de la historia que tenga final romántico, ve a “final romántico”)

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Nudo de acción:

…le repicó el celular. Vio que era su papá. De inmediato contestó y escuchó a su padre alarmado. Era para decirle que habían secuestrado a su hermano.

 

(Si quieres una conclusión de la historia que tenga final romántico, ve a “final triste”)

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Final romántico:

…Sin embargo, lo que Juan Carlos nunca supo es que durante el tiempo que llevaba haciendo la cola, había una funcionaria del SAIME que se había enamorado de él. Era Cristina, una amiga del colegio que siempre lo amó, pero que nunca se lo dijo. Así fue que ella, al ver que Juan Carlos perdería su diligencia sólo por no percatarse de que ése no era el día de su cita, lo hizo pasar. Allí se reconocieron, intercambiaron números de teléfono, comenzaron a salir… y hoy en día son padres de esa bella sobrina que me deslumbra cada vez que la veo: Sofía.

 

(Para conocer el gran epílogo de esta historia, ve a “epílogo”)

 

Final sorpresivo:

…Juan Carlos, ante la frustración que significó haber pasado ahí horas enteras en vano, le comenzó a suplicar al funcionario de la puerta que lo dejara pasar. El funcionario se negó. Juan Carlos no pudo contener su rabia, por lo que comenzó a empujar al funcionario y a gritarle en la cara. El funcionario no toleró esto y también lo empujó. Esto encolerizó tanto a Juan Carlos, que le lanzó un golpe a la cara al funcionario. Le conectó justo en el pómulo, pero el puño le dolió tanto, tanto… que en ese momento Juan Carlos abrió los ojos y se dio cuenta de que le había pegado a la pared porque todo había sido un sueño.

 

(Para conocer el gran epílogo de esta historia, ve a “epílogo”)

 

Final triste:

…Juan Carlos se salió de la cola y corrió a su carro para ir a casa de su papá. En ese momento recibió otra llamada. Eran los secuestradores. Le dijeron que para volver a ver a su hermano, debía pagar 500 mil bolívares fuertes o tendría que atenerse a las consecuencias. Juan Carlos les explicó que su familia no tenía esa cantidad de dinero, pero que estaba dispuesto a negociar con ellos. Sólo pedía que le dijeran un lugar para encontrarse y así poder hablar. Los secuestradores le dijeron que a las 8 de la noche se vieran en un callejón del sector La Unión.

            Juan Carlos esperó en casa de su papá y salió como a las siete y media, ensayando en su cabeza la conversación que tendría con los secuestradores. Sin embargo se le presentó un problema. Fue que al llegar al lugar pautado, tuvo que ponerse las manos en el rostro para contener las lágrimas… es que en el medio de la calle, yacía frío el cadáver de su hermano. 

 

(Para conocer el gran epílogo de esta historia, ve a “epílogo”)

 

Final abierto:

...Al escuchar esto, Juan Carlos, muy serenamente, se salió de la cola y se fue a casa. Una vez ahí, sacó un vestido de su esposa y se lo colocó. Luego se maquilló, se puso unos tacones y bajó a la avenida para caminar y coquetearle con los choferes que por ahí pasaban…

 

(Para conocer el gran epílogo de esta historia, ve a “epílogo”)

 

Epílogo:

            Así fue como se desarrolló esta historia. Usted mismo la construyó eligiendo el destino que le parecía más interesante. De igual modo, le pido que este domingo 26 de septiembre elija el destino que le parezca más interesante para la Asamblea Nacional. El que usted quiera, para que así…

 

este 26…

desde las 6…

antes de separarse Voz Veis…

¡Votaréis!

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