Votar: 

• Currently 100
• 1
• 2
• 3
• 4
• 5

¡Gracias por votar!

(5.00) 1 Votos

1850 Lecturas   

•    EL EMPRESARIO FINANCIERO Shelby Cabezas me expresó su satisfacción por lo acertado de mis informaciones sobre Orlando Castro Llanes, Yaneth Pacheco, Marianela Pacheco, Margarita Pacheco y la situación de la empresa ProSeguros, que todavía administran a pesar de que la parte del grupo Castro fue vendida a Seguros Altamira. Me llamó molesto, después de haber tenido un fuerte cruce de palabras con Marianela Pacheco, contralora de la empresa, quien le reclamó a él por las informaciones difundidas en esta columna, suministradas por fuentes confiables. Un amigo común le suministró uno de mis números telefónicos. Me dijo que todo lo publicado es verdad, que escribiera que él es uno de los trabajadores de ProSeguros a quien le deben sus prestaciones, como ocurre con centenares de empleados que han tenido que recurrir al ministerio del Trabajo o a los tribunales en reclamo de sus derechos. Cuando SC estuvo esta semana en las oficinas de la
empresa, Marianela lo increpó y le preguntó qué hacía él en ProSeguros, lo responsabilizó por las informaciones aparecidas en esta columna y le dijo que saliera de la empresa. SC le dijo a ella, delante de un grupo de abogados del departamento legal, que estaba en esas oficinas reclamando sus prestaciones laborales, que ella es parte del desbarajuste administrativo de la empresa, y que no lo intimidaba con sus desplantes. Que ahora, sí iba a emitir su opinión públicamente, sobre “esos delincuentes”.

•    EL JUEGO ESTÁ DECUBIERTO, y es lo importante: Orlando Castro despacha desde la Vicepresidencia Ejecutiva de la República, despojó al equipo del ministerio de Economía y Finanzas que venía evaluando la transformación del sistema de seguros del Estado venezolano, y aspira llevarse “al gobierno” a las y los expertos en sus prácticas mafiosas nacionales e internacionales, de larga data. En este caso, opera una especie de “Fuenteovejuna”, tanto en la Vicepresidencia Ejecutiva de la República, donde los funcionarios honestos están asombrados por la incursión de OC, sus asociados y testaferros; como en ProSeguros y otras empresas manejadas por él con su muy conocida “técnica” (modus operandi) de estar insolvente, no aparecer entre los accionistas de las empresas ni en sus planteles gerenciales, titiriteando a sus testaferros y testaferras, incluso contra sus asociados, quienes generalmente llevan la peor parte, asumiendo pasivos ocultos de grandes dimensiones y perdiendo dinero manejado delictualmente por ese “encantador de serpientes”, timador orgulloso de su capacidad de manipulación, corrupción y engaño.

•    POR ESO, ESTAMOS COMO ESTAMOS… Vale preguntar públicamente: ¿Cuál es la relación entre OC, el presidente Hugo Chávez Frías, su vicepresidente ejecutivo Ramón Carrizales y Mario Silva? Lo pregunto por aquello de que “burro se rasca con burro”, como dice la sabiduría popular. ¿Existe alguna consistencia moral en la dupla Castro-Silva? ¿Fue sólo un puente momentáneo fraguado por MP y su verdadero jefe, OC? ¿Qué clase de planteamiento escrito le entregó OC al presidente Chávez, en el famoso “Aló, Presidente” de Valencia? Al presidente y sus subalternos del Consejo de Ministros les debería dar vergüenza ingresar a la actividad gubernamental a un personaje tan desprestigiado y peligroso. El G2 cubano, la CIA estadounidense, la INTERPOL y las policías venezolanas tienen suficiente información sobre tal delincuente internacional, quien es conocido por su audacia, sus rencores y potencialidad destructiva. El ministro Alí
Rodríguez Araque, de Economía y Finanzas, también sabe perfectamente de quién estamos hablando. Estamos ante un riesgo que no puede correr la República, la función pública ni el sistema económico-financiero venezolano. Después, no digan que no sabían, que no les advertimos los riesgos de poner zamuro a cuidar carne.

Manuel Isidro Molina

enfoques365.net