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Madrid, sep 15 (Telam).- El presidente Evo Morales cerró hoy una visita oficial de tres días al país ibérico con la firma de un acuerdo con su par español, José Luis Rodríguez Zapatero, de condonación de una deuda de 77 millones de euros, y el compromiso de Repsol YPF de "acelerar" sus inversiones en el país sudamericano.
Por el acuerdo entre ambos mandatarios quedó condonada el 60 por ciento de la deuda boliviana con España, 77 millones de euros (unos 110 millones de dólares), mientras el gobierno de La Paz se comprometió a invertir en educación el 40 por ciento restante.
"El primer compromiso de España es con el desarrollo de Bolivia", destacó Rodríguez Zapatero refiriéndose a ese acuerdo que pone fin a la deuda del país andino con España, consignó la agencia DPA.
El presidente remarcó que "humildemente, sin pedir nada a cambio, estamos contribuyendo al progreso y el desarrollo" de Bolivia, y puso de relieve que España es el primer donante en el país latinoamericano.
Morales también suscribió un convenio para que ciudadanos de su país puedan votar en España en las elecciones municipales, país al que agradeció por haber "regularizado a 100 mil bolivianos", informó la agencia noticiosa Ansa.
Por su parte, el jefe del Ejecutivo español confió en que las relaciones con las empresas españolas radicadas en Bolivia "discurran a través del principio de seguridad, de un marco legal que ofrezca garantías".
Al respecto, Morales reseñó que durante su anterior visita a España como presidente electo, en 2006, vio "mucha incertidumbre y falta de credibilidad" en su país por parte del empresariado español. "Pero pasaron tres años y medio, cambiamos las normas, los procedimientos y la misma estructura del Estado para garantizar inversión", dijo.
En ese sentido, se refirió hoy a las conversaciones con su par español sobre "nuevas inversiones en plantas hidroeléctricas", que serán "siempre bienvenidas", y a las "negociaciones" con la petrolera Repsol YPF.
Morales contó que el lunes mantuvo una reunión con el presidente de Repsol, Antonio Brufau, quien "decidió acelerar la inversión" en temas de "yacimientos", por lo que "pronto estará visitando Bolivia para (apurar) nuevos acuerdos".
El mandatario boliviano llamó a superar las asimetrías que económicamente separan a los países industrializados de los países en desarrollo. "Mientras haya profundas asimetrías, seguirá habiendo inmigración", aseguró.
"Los tiempos cambian", subrayó después ante Rodríguez Zapatero, y puso como ejemplo que el lunes por la noche cenó con los reyes de España: "Nunca pensé en estar cenando en el Palacio Real, antes un centro de gestión política para invadir" América Latina, informó la agencia DPA.
Las relaciones entre España y Bolivia, agregó Morales, se basan ahora "en la integración y en el respeto a las identidades", dejando atrás los "tiempos de saqueo permanente, de marginación y de exclusión".
Sin embargo, en la reunión a puertas cerradas que ayer mantuvo el presidente boliviano con empresarios españoles hubo momentos de tensión, especialmente cuando Morales acusó al diario boliviano La Razón, del grupo español Prisa, de favorecer a su oposición, de no ser imparcial y de seguir las directrices de la embajada de Estados Unidos en La Paz.
No obstante, el mandatario andino aclaró previamente que "los pueblos indígenas no somos vengativos ni excluyentes" y agregó que "la historia del pasado es para el pasado".
El tema de los proyectos autonómicos también estuvo presente hoy, cuando Morales le pidió a Rodríguez Zapatero "asesoramiento" para su país, donde las regiones de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando demandan una autonomía departamental (provincial) que en varias oportunidades se acercó al separatismo.
"Es importante garantizar en Bolivia las autonomías regionales, pero la autonomía no significa división para ninguna nación", completó Morales.