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Por Esteban Cárdenas y Rosa Virginia Carrero (*)

Ante el evidente estancamiento  de la economía venezolana, las respuestas del Estado no han sido las esperadas. El gobierno no cambiará su política económica expansiva. El desequilibrio de la producción y venta del petróleo, hacen cuesta arriba el desarrollo del país en donde el producto interno bruto (PIB) depende absolutamente de los ingresos petroleros y no de un intento sostenido de las empresas privadas.

Venezuela presenta un escaso consenso acompañado de una falta de solución de problemas, que descabeza las pequeñas, medianas y grandes industrias que tratan de sobrevivir en un mercado con fuertes cambios de marea, que sólo producen incremento en la desorientación económica del país.

Debido a las políticas económicas de tipo populistas que se han adecuado a este sistema, en 10 años y 9 meses de "revolución", la inflación acumulada oscila alrededor del 53.3% para el mes de Septiembre y que comparado con gobiernos anteriores, ésta sigue siendo la más alta de todos los gobiernos. Además de un salario mínimo mensual de Bs. 959.08 que, al lado de los índices de inflación mensual, refleja claramente un deterioro continúo que nuestro país sufre. Más aún, que sufren los ciudadanos de menos recursos.

Si bien es cierto que en Venezuela el salario mínimo es el más alto de Latinoamérica (comparado al cambio oficial de Bs.F 2,15 por dólar) y el producto interno bruto creció un 7% en 2008, no existe un verdadero crecimiento ni un desarrollo económico puesto que la inflación en Venezuela es la más alta de toda Latinoamérica.

Otros problemas que el país frecuenta, se ven dados por diversas actividades económicas como el gasto público. También las donaciones a diversos países de escasos recursos económicos que, vale acotar, son países infértiles, pues a nivel internacional son países no atractivos para la inversión. Asimismo, la reducción de divisas para las importaciones que genera automáticamente una presión inflacionaria adicional a la inflación estructural ya existente, en donde el índice de inflación al cierre del presente año estará por encima del nivel de años anteriores, record en el continente.

Esta irregularidad en la asignación de dólares oficiales para diversas actividades económicas, obliga a muchos empresarios a recurrir al mercado permuta lo que arroja un alto índice de inflación. A pesar de que el gobierno intenta tomar medidas para restituir la enorme brecha entre el mercado oficial y el paralelo, más grave aún es que las importaciones siguen cayendo.

            Entre las posibles salidas que ayudarían a restituir la economía, puede considerarse el  incremento de la subasta de bonos internacionales del Estado venezolano. De esta manera, podría incrementarse la oferta de divisas en el mercado empujando hacia abajo el precio del dólar paralelo.

            También una reducción de los gastos de ayuda al exterior para concentrarse aún más en la producción interior. Del mismo modo, habría que hacer una reducción significativa del IVA, con la finalidad de mantener el consumo, y así ayudar a reducir la inflación.

            Otra posible medida es la entrega de divisas para importación, liberación del dólar para disminuir o eliminar el mercado paralelo y estabilizar la cambiante economía del país. Finalmente, pautar acciones gubernamentales dirigidas a ceñirse estrictamente a los proyectos que traerán productividad y rendimiento para así reorientar el escenario económico de Venezuela. El gobierno del presidente Hugo Chávez ha mencionado un plan económico de cuarenta medidas económicas y financieras, pero todavía no se ha concretado.

(*) Estudiantes-tesistas de Comunicación Social de la Universidad de los Andes, núcleo San Cristóbal, estado Táchira.