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Brasilia, 18 Oct (Télam).- Una empresa gráfica ligada presuntamente al opositor Partido de la Socialdemocracia Brasileña imprimió los millones de panfletos antiabortistas en los que la Iglesia Católica recomienda no votar a la candidata presidencial Dilma Rousseff, según una denuncia del PT.
El Partido de los Trabajadores reclamó investigar la información que recopiló por considerar que se trata de un crimen electoral, tras el secuestro de un millón de panfletos impresos en la gráfica Pana Editora, de la que se le atribuye el 50 por ciento de los activos a Arlety Satiko Kobayashi, informaron los medios locales.
Kobayashi es afiliada al PSDB desde 1991 y hermana del coordinador de infraestructura de la campana de José Serra, Sergio Kobayashi, según constan ambos datos en la Justicia Electoral.
Volantes similares fueron distribuidos en ocasión de las celebraciones religiosas en la ciudad paulista de Aparecida, el 12 de octubre, fecha de la Santa Patrona brasileña, en una apelación firmada por obispos de la Regional Sul de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB es la sigla en portugués).
Encuestas recientes indicaron que la prédica de obispos y sacerdotes contra Rousseff afectaron la imagen de la candidata y redujeron su caudal de votos en la primera vuelta, realizada el 3 de octubre, uno de los motivos por los que no logró imponerse en la carrera presidencial.
La Policía Federal, por orden del Tribunal Superior Electoral, incautó este fin de semana los panfletos titulados "Llamamiento a los brasileños y brasileñas" en el que se instruye a los fieles que no escojan a ningún candidato que apoye al aborto.
Fuentes del Partido Socialdemócrata afirmaron que esa agrupación no financió ni está relacionado con la campaña patrocinada por obispos católicos contra Rousseff, según revelaron Fola y Estado.
La candidata del PT calificó anoche como "un crimen electoral" el caso de los panfletos y entendió que el episodio "es absolutamente ilegal y beneficia" a su adversario José Serra aunque dijo que "tendrá que ser probado si fue él o no".
Por su parte la Regional Sul 1 de la CNBB reconoció haber equivocado su posicionamiento contra el PT y su candidata: "El error fue la presentación de sigla partidaria. No debería haber sucedido porque eso hiere a las personas", afirmó el Obispo de Limeira, Vilson Dias de Oliveira.
El aborto y los temas religiosos que dominaron el eje de la campaña de las últimas semanas no fue parte ayer del debate televisivo entre Rousseff y Serra.
Allí por primera vez, Rousseff dijo que fue "un error" el desempeño de su ex asesora y sucesora al frente de la Casa Civil, Erenice Guerra: "quiero dejar claro que considero la situación con mucha indignación. No coincido con la contratación de parientes y amigos. Tengo un compromiso en combatir el nepotismo y el tráfico de influencias".
Las acusaciones contra Guerra dieron cuenta de la contratación de la empresa de asesoría que pertenece a uno de sus hijos y del supuesto tráfico de influencias y pago de coimas para facilitar contratos de particulares con el Estado que es investigado por los órganos de contralor.
El candidato tucano, también debió estar a la defensiva de las acusaciones que pesaron sobre su entorno y negó haber recibido donaciones ilegales, estimadas en 4 millones de reales, para financiar su campaña recaudadas por el ex funcionario paulista conocido como Paulo Preto.
En el marco de las acusaciones cruzadas, la candidata oficialista salió a defender al dirigente aliado Valter Cardeal, director de la empresa Eletrobras, a quien una denuncia de la revista Época lo relaciona con un supuesto fraude vinculado al banco alemán KFW que alcanzaría los 157 millones de euros.
"Esto proviene de la central de rumores y difamaciones que se instalado en esta campaña" dijo la candidata al acusar al banco alemán de "dar créditos con avales ilegales y ahora está queriendo ganar esa cuestión", al referirse al financiamiento a empresas brasileños por proyectos que no se concretaron.
"Las denuncias no se esclarecen y se acumulan, la oposición va a trabajar sobre los puntos críticos y actuará de forma incisiva", declaró Sergio Guerra, presidente del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), publicó hoy el sitio de noticias del grupo Globo.
Paulo Bornhausen, jefe del bloque de diputados de Demócratas, también dijo que "Valter Cardeal es la persona que hay que investigar".
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