Por Manuel Isidro Molina 

Venezuela sigue entrampada. Sus perspectivas están en duda, carecen de potencialidad vital, más bien están bañadas de rutina, sin sueños ni grandes metas colectivas.

 

 

La “revolución” de Chávez es corrupta y sifrina, no es referencia ética ni gerencial para nadie. El liderazgo del Presidente es su único gran motor, con todas las instituciones públicas a sus pies, a la orden de sus arbitrariedades e inconsistencias. Sus diez años de gestión muestran el más rotundo fracaso en políticas públicas tan decisivas como la lucha contra la delincuencia, vivienda, salud y educación. La política militar se reduce al control unipersonal de la Fuerza Armada Nacional, y la económica sufre de un trasnochado estatismo que no se corresponde con el desarrollo contemporáneo a nivel mundial ni con la búsqueda de alternativas mixtas de desempeño equilibrado empresarial, estatal y asociativo de los trabajadores. La visión monopartidista y autocrática del Estado y la función pública es su característica principal.

 

 

Frente a los desmanes del gobierno y su agresividad excluyente, ha venido reaccionando un creciente clamor nacional alternativo que en el ámbito político supera los cinco millones de votos con un 31% del electorado inscrito en el Registro Electoral, frente a más de seis millones de votos a favor del gobierno, un 38% del total de electores registrados. Esa corriente que no acompaña ni atiende los llamados gubernamentales chavistas, es muy diversa y por tanto, incoherente, si se le compara con la cohesión demostrada por el diverso entorno que atrae el liderazgo presidencial.

 

 

La inmensa mayoría de ese clamor nacional alternativo no participa tampoco de los errores de los factores de poder político y económico de la era puntofijista, cuyas expresiones políticas deben deslastrarse de la corrupción y el vuelo gallinaceo que fueron adoptando hacia finales del siglo XX. De sus núcleos dirigentes nacionales y regionales deben ser excluidos los exponentes de aquellas inconsistencias éticas y dejaciones políticas. No es un simple problema de siglas o emblemas partidistas, son ideas y valores las principales exigencias.

 

 

No es alternativa la derecha empresarial y política partidaria de los dogmas liberales en las cambiantes condiciones de hoy. Su discurso apegado a los intereses del dominio capitalista mundial, sin consideraciones humanas de alto contenido de justicia social. Su visión esencial es de fuerza económica, política, policial y militar para garantizarse un orden injusto que privilegie sus intereses.

 

 

Tampoco lo es la visión corrupta de lo público y los negocios privados que siguen quienes constituyen verdaderas mafias en diversas áreas de la vida venezolana. Es decir, la lucha por la reconstrucción moral de la República y contra la delincuencia en todas sus manifestaciones debe sustentar cualquier discurso o proyecto alternativo. Ética y justicia social deben ir articulados en la construcción política democrática que pedimos los venezolanos y venezolanas. Esa lucha alternativa no puede ser conducida por delincuentes disfrazados de “demócratas”, por las mismas razones que nos han llevado a enfrentar a los delincuentes disfrazados de “revolucionarios” que han enervado la burocracia chavista.

 

 

Una cultura humanista contemporánea debe nutrir el discurso y el proyecto político alternativo. La paz y la solidaridad, la no violencia, la defensa ecológica del planeta y valores para el ejercicio responsable de la libertad deben ser recogidos junto al pluralismo ideológico, la diversidad cultural, la libre expresión del pensamiento y el derecho a la información oportuna, veraz y diversa.

 

 

En Venezuela, estamos en tiempo de construcción política para la democracia, la justicia social y la independencia nacional y latinoamericana. El monopartidismo autocrático y estatista impuesto por Chávez no es la vía, como tampoco lo son el neoliberalismo y la corrupción de factores políticos tradicionales.

Esa nueva construcción política debe estar en capacidad de convocar a las grandes mayorías nacionales, por encima de las barreras partidistas de hoy.

 

 

EL CONFESIONARIO

 

·         LAS SENTENCIAS DE LA CORTE INTERAMERICANA de Justicia condenando al Estado venezolano por los atropellos gubernamentales y paragubernamentales contra periodistas y otros trabajadores de Globovisión y Radio Caracas Televisión constituyen un serio y firme golpe jurídico internacional al gobierno del presidente Hugo Chávez y sus políticas restrictivas de la libertad de expresión y el ejercicio profesional del periodismo. No podrán quitárselas de encima con las manidas acusaciones propagandísticas oficiales de que se trata de maniobras “del imperio”. Sólo uno de los siete magistrados salvó su voto. Quienes deseen conocer los detalles de este acontecimiento jurídico, pueden hacerlo entrando a nuestro portal informativo enfoques365.net en el cual encontrarán los más diversos temas de actualidad y un sistema gratuito de noticias por correo electrónico. Los trabajadores y trabajadoras de ambas televisoras merecen reconocimiento y respeto por su larga lucha, junto a sus abogados y empresarios, quienes dieron un justo y valioso apoyo a los demandantes.

 

 

·         LA SALA ELECTORAL del Tribunal Supremo de Justicia solicitó a la Comisión Electoral de la Universidad de los Andes (ULA) un informe sobre la reñida e impugnada elección del Vicerrector Académico, Manuel Dáger, quien está ejerciendo el cargo por disposición del máximo tribunal de la República , adoptada a finales del año pasado. Hasta ahora, los impugnantes no han podido demostrar irregularidad alguna en la elección, por margen de ocho votos, del profesor Dáger, quien goza de un alto prestigio académico y universitario integral. Defensores de su limpio triunfo estiman positiva la decisión de la SE del TSJ en cuanto la solicitud de información abre el camino para finiquitar “un problema que han inventado por motivaciones políticas grupos académicos de COPEI y el PSUV, entorpeciendo la conducción institucional de la ULA ”.

 

 

·         OTRO CONFLICTO EN LA ULA es el de la Asociación de Empleados, cuyas elecciones han sido pospuestas en varias oportunidades por su presidente Rolando Vangriekem, quien tiene  dos períodos vencidos y lleva diez años en ese cargo. Cristy Rangel, directora de personal, se ha negado a entregarle el dinero que le corresponde a la AEULA porque su presidente no ha entregado cuentas de los ejercicios 2007 y 2008, y además tiene una averiguación administrativa. El rector Mario Bonucci y el vicerrector administrativo Manuel Aranguren, son partidarios de entregarle el dinero, pero Rangel mantiene su firme posición por sana administración, ya que en su criterio no se le puede seguir entregando recursos a quienes no dan cuenta de su correcta utilización.

 

 

·         UNA COMISIÓN AD HOC nombrada por el alcalde de Mérida, Léster Rodríguez (COPEI-Unidad), trabaja aceleradamente para concluir un informe sobre una serie de casos de presuntas irregularidades administrativas durante la gestión del ex alcalde Carlos León (PSUV). Los chavistas dejaron literalmente sin fondos a “Ferisol”, el ente municipal que organiza anualmente la famosa Feria del Sol merideña, y en otras dependencias sustrajeron bienes de la alcaldía y dejaron hechos administrativos supuestamente irregulares que serán llevados por la nueva gestión a conocimiento de la opinión pública y los entes públicos correspondientes. En dos semanas se vence el plazo de 120 días para la revisión de la cuenta de entrega de León.

 

 

 

·         FELICITACIONES A NUESTRAS MUJERES valiosas, luchadoras y bellas. En Venezuela celebramos el Día Internacional de la Mujer desde 1944, cada 8 de marzo, en conmemoración de la muerte de 129 mujeres quemadas en una fábrica textil de Nueva York, en 1908. Las obreras protestaban en huelga,  exigiendo mejoras salariales y recorte de la jornada laboral. Los empresarios dueños de la fábrica decidieron quemarla con las trabajadoras dentro, causando tan monstruoso saldo.

 

 

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