Caracas, 14 Mar (Enfoques365).- Considerado el "último de los capos del Cartel de Cali", Phanor Arizabaleta Arzayús fue apresado por la policía colombiana el año pasado, y el diez de marzo fue publicado el decreto oficial que autoriza su extradición a Estados Unidos, donde es requerido por delitos de narcotráfico desde Colombia, El Salvador, Guatemala y México (http://bit.ly/dRhnUO).

Todo un acontecimiento en Colombia, su detención y posterior extradición parece advertir el fin de una etapa medio romántica que ha costado sangre y sufrimientos indescriptibles a la sociedad colombiana. El narcotráfico y sus delitos conexos, desde el sicariato y el lavado de dinero hasta la trata de mujeres y niños, mantienen a Colombia como uno de los países más violentos y corrompidos del mundo, desde donde la droga penetra mercados gigantescos en Estados Unidos y Europa, dejando su impronta en países de Suramérica, Centroamérica y el Caribe.

Phanor Arizabaleta fue uno de sus principales capos, hoy reemplazados por nuevas generaciones de criminales que, ciertamente, no gozan de los privilegios y conexiones con sectores claves de la política, la economía y los organismos de seguridad y el Ejército, que hubo en el pasado.

Bajo el título "Capturado Phanor Arizabaleta Arzayús", Calinoticias.com (http://bit.ly/fY0wCI) publicó un extenso reportaje que relata la vida delictiva de "Don Phanor":

Lo que alguna vez se llamó "El Cartel de Cali" estaba conformado por Miguel Rodríguez, Jesús "Chepe" Santacruz Londoño, Luis "Lucho" Santacruz, Víctor Patiño Fómeque, Helmer "Pacho" Herrera, Phanor Arizabaleta Arzayús y Gilberto Rodríguez Orejuela quien era la voz más atendida dentro del grupo, pues era precedido por su fama de ser un hombre inteligente, sagaz y pensador.

"Don Phanor", como era llamado en la época en que él y sus asociados tenían pleno control de la ciudad y el departamento, nació en Buga el 12 de mayo de 1938, uno de los diez hijos de José Manuel Arizabaleta y Elvira Arzayús pareja muy humilde, de origen campesino, que con gran esfuerzo lograron que Phanor terminara el bachillerato en el Colegio Académico de Buga ostentando el título de mejor bachiller en 1958, en donde el muchacho por su dedicación al estudio y a los libros pasó gran parte de su tiempo académico becado; pero las penurias se impusieron y no pudo seguir una carrera universitaria como era su deseo.

Una vez salió del colegio, se empleó como secretario en una de las haciendas más reconocidas de la región, El Albergue, propiedad de don Teodoro Fina, español que hechó raices en el centro del Valle. Luego saltó a administrador de la hacienda La Julia, de propiedad del colegio más prestante de la Ciudad Señora, y ahí fue donde aprendió las lides de la ganadería, en las que era un experto.

Por aquella época organizó familia con la señora Olga María Oidor Lozano, con quien tuvo 5 hijos, Jhon Jairo, Mauricio, María Fernanda, Felipe y Andrés.

Luego de terminar su trabajo en esa hacienda, los conocidos y allegados le perdieron el rastro por varios años, en los que aparentemente se radicó en Cali. Sólo se empezó a saber de él cuando empezaron a llegar regalos muy costosos y llamativos para su familia. Hasta que un día apareció acompañado de un séquito de escoltas y acompañantes.

Después de ser reconocida como una familia muy pobre los Arizabaleta se convirtieron en propietarios de gran cantidad de inmuebles, fincas y vehículos y toda su familia inmediata se vio beneficiada de su abundancia económica. Varias casas del que es el más exclusivo barrio de Buga, El Albergue, son de propiedad de sus parientes.

Dicen testigos de esa época que su importancia en el cartel se desarrolló por su capacidad para importar insumos y materia prima para el procesamiento de cocaína. Luego se convirtió en un hábil lavador de dinero.

Investigaciones de organismos de inteligencia colombianos y americanos lo vincularon con decenas de empresas, al contrario de las de la mayoría de los narcotraficantes de esa época, rentables, la mayoría de ellas firmas agropecuarias y de insumos agrícolas. Era el propietario de Colapia, el más grande criadero de tilapia roja del mundo y con gran prestigio a nivel internacional. También se le encontraron vínculos en la segunda mitad de la década de los 80 con un equipo capitalino en el que, se dice, era quien dirigía los contratos y la compra venta de jugadores.

 

La percepción que de él tenían sus subalternos, asociados cuando era uno de los jefes máximos del cartel, e incluso algunos familiares que no se vieron beneficiados de su progreso económico, era la de un hombre arrogante y petulante, también se habla de su naturaleza violenta.

El 6 de junio de 1995 la policía de Buga le allanó 16 propiedades a Arizabaleta. Al día siguiente, al medio día en el centro de la ciudad y cuando se movilizaba en moto, fue asesinado por sicarios el jefe de la SIJIN Oscar Marino Muñoz Cruz, de 33 años. Allegados a su círculo manifestaron que su arrogancia lo llevó a ordenar el homicidio, que nunca fue plenamente probado a nivel jurídico. En esa época el gobierno ofrecía 500 millones de pesos de recompensa por su captura. Ese homicidio le causó graves problemas con sus asociados, especialmente con Gilberto Rodríguez quien era enemigo de que sus actividades se vieran vinculadas con hechos de sangre tan comprometedores por lo evidentes, sin embargo Arizabaleta pudo sortear ese trance.

Esa misma naturaleza violenta causó múltiples problemas y roces entre los miembros de la cúpula del cartel, que sólo ponía en cintura la voz de Gilberto Rodríguez Orejuela, quien evitó lo que podrían haber sido cruentas guerras contra personajes como Helber Torres, alias "Satanás", Jaime Orjuela , Alberto Ángel, alias "El Bobo", Claudio Endo y el mismo Henry Loaiza, alias "El Alacrán" o "Foraica", todos ellos en aquel entonces de menor relevancia dentro de la mafia pero con muy similar capacidad económica y hasta militar.

Cuando las autoridades lo declararon objetivo y acosado por la persecución, se entregó en julio de 1995. En uno de los apartes del acta de su entrega, el capo del cartel sostuvo que "mi deseo o voluntad de someterme a la justicia ha sido alimentado por influencia que en mí ha ejercido la persuasión de José Santacruz Londoño, quien, diciéndome que es la mejor opción, me ha convencido de que tome la determinación de someterme a la justicia. Me someto voluntariamente y lo hago aconsejado por una persona que está sufriendo las consecuencias de una captura y se ha referido a mí para darme el mejor de los consejos".

El único delito que le pudieron probar plenamente fue el del secuestro de Harold Alfonso Barbosa, un empresario al que en junio de 1992 obligaron a traspasar sus propiedades, algunas de sus familiares y a firmar un pagaré por 72 millones de pesos por una deuda de 200 mil dólares de una hermana suya, Inés Barbosa, quien había sido detenida en Montreal, Canadá. Por ello "Don Phanor" fue condenado a 28 años de cárcel, a pesar de que algunas semanas antes de la entrega Barbosa, quien había tenido que viajar a Canadá para salvar su vida, escribió a la Fiscalía una carta en la que se desmiente de sus acusaciones previas contra Arizabaleta. Pero las autoridades encontraron evidencia clara que les hizo presumir que la víctima del secuestro había sido presionada y comprada para cambiar su testimonio. Su pena fue considerada la más alta dictada contra un narcotraficante en Colombia, aunque no fue precisamente por narcotráfico.

En mayo de 1996 hubo conmoción en el pabellón de máxima seguridad de la cárcel La Picota. Phanor Arizabaleta Calderón se casó por el rito católico con Olga María Oidor. Una boda singular; los pajecitos fueron sus cinco hijos, y los padrinos Iván Urdinola Grajales y Gilberto Rodríguez Orejuela.

En diciembre de 2002 se le concedió el beneficio de detención domiciliaria por haber sido sometido a una cirugía a corazón abierto. La noche del miércoles 16 de abril de 2003, en un puesto de control de la Policía en Villagorgona, fue requerido un automóvil en el que se movilizaban el dragoneante del Inpec, Celedonio Carmona Morales, el conductor Eduardo Rojas Cruz, y Phanor Arizabaleta Arzayús, violando su detención domiciliaria. De inmediato fue capturado y puesto bajo custodia de la Policía en la Clínica de Occidente, por su estado de salud.

Tres meses después ya gozaba del mismo beneficio de detención domiciliaria y fue sorprendido en la calle, al sur de Cali violándolo de nuevo.

El 4 de mayo de 2004 un Juez de Ejecución de Penas le suspendió la condena por sus dolencias cardiacas.

En los últimos años don Phanor ha sido visto en diferentes sitios públicos de la ciudad, circulando sin el séquito de escoltas que lo caracterizó y sin hacer gala de la ostentación de antaño, pero al parecer no había parado sus actividades de narcotráfico.

El año pasado la DEA envió a Colombia un Indictmen (pliego de acusaciones) contra el antiguo capo por un caso de narcotráfico reciente. Hace unos diez días llegó el pedido en extradición hecho por una Corte Federal de Columbia. Ayer, jueves 16, fue detenido por la Policíar cuando desplazaba solo, en un campero blanco, desde su oficina hacia la Avenida Circunvalar, en el sur de la ciudad.

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