Caracas, 16 oct. (Enfoques365).- A continuación reproducimos la entrevista que la Organización No Gubernamental Homo et Natura hizo ayer al cacique de la etnia Yukpa, Sabino Romero, en relación con los sucesos ocurridos en la Sierra de Perijá el pasado 13 de octubre.

 

"En una entrevista realizada ayer a las 7 de la noche, Sabino Romero Izarra, cacique de la comunidad Yukpa Chaktapa, dió su versión sobre los hechos ocurridos este martes 13 de octubre en  el sector río Yaza, parroquia Libertad de municipio Machiques de Perijá.

Explica Sabino que a tempranas horas de la mañana su yerno, Hebert García, hijo del cacique de Paja Chiquita, Antonio Romero, fue interceptado y golpeado por los hermanos de Olegario Romero, cacique de la comunidad Guamo Pamocha, quienes estaban borrachos. La razón de este primer encuentro se debe a una vieja rencilla entre los hermanos de Olegario y el yerno de Sabino. Durante la golpiza que le propinaban a Hebert García, los hermanos de Olegario - explica Sabino - le señalaron de ser un ladrón de Ganado y repitieron los mismos insultos para Sabino.

Al llegar golpeado a su comunidad, contó lo sucedido al cacique Sabino, incluyendo los señalamientos que sobre él habían hecho los hermanos de Olegario en relación al presunto robo de ganado en la zona. A la espera de más miembros de su familia y luego de una reunión, comenta Sabino, que deciden ir a reclamarle a Olegario Romero cacique de Guamo Pamocha, la golpiza propinada a su yerno y le explique las razones por las que Olegario ha estado repitiendo desde hace varios días a otros caciques vecinos que es Sabino el responsable de la presunta desaparición de ganado en la zona, pues estas acusaciones buscaban generar el odio de las comunidades vecinas contra Sabino y su descalificación personal. Un asunto que en las reflexiones de Sabino ponían su vida en peligro.

Junto a su familia, como acostumbra la norma Yukpa, Sabino llegó entrada la tarde a Guamo Pamocha y solicitó a Olegario Romero, con quien lucharon juntos la recuperación de las haciendas Kusare y Tizina, que le explicara porqué había golpeado a su yerno y porqué estaba calumniando de él.

De inmediato los hermanos de Olegario y otros hombres de la comunidad de Guamo comenzaron al golpearlos y ellos reaccionaron.  En medio de la golpiza Olegario sacó una escopeta  de repetición y apuntaba contra los hombres de Chakptapa, Hebert García, hijo del cacique de Paja Chiquita, Antonio Romero. El yerno de Chaktapa toma su escopeta y en ese momento - sigue Sabino - Olegario Romero dispara contra Hebert hiriéndolo.  Los Yukpa de Chaktapa corren  en estampida, pues estaban en desventaja, y no trajeron armas pues no era un enfrentamiento sino una arreglo de problemas. En las siguientes detonaciones de Olegario Hebert acciona sin control su escopeta pues es alcanzado por segunda vez, este vez herido de muerte. Sabino fue alcanzado por dos de los proyectiles por la espalada, uno que entró a la altura de su hombro derecho y otra en su antebrazo izquierdo. Su hija Marilis romero de 9 años que iba a caballo fue alcanzada en la espalda por un proyectil y el caballo en el que iba calló muerto de varios impactos...

Explica sabino que Olegario y sus hermanos, más ebrios que en tempranas horas de la mañana, hicieron muchas detonaciones contra ellos. Sabino no supo explicar la el modo en el que pudo haber muerto XXXXXX. “Yo soy inocente de lo que me quiere acusar la Guardia, el Ejercito y los Ganaderos, yo nunca hice disparo porque yo no andaba armao. Fui con mano sola porque íbamos a arreglar problema, si yo voy a matar gente como ellos dicen, cómo me voy a llevar los muchachos pequeños entonces, para que me los maten. Sólo íbamos a que Olegario respondiera por los golpes y porque me sigue acusando de ladrón y ladrón de vacas, hasta cuando, eso lo hace pa’ que me maten a mí y digan lo matan por ladrón. Yo sé que este problema viene por la demarcación, a nosotros nos quieren sacar, ya nosotros sentimos que los ganaderos y la demarcación nos quieren sacar de las tierras”.

Explica Sabino que desde hacía días Olegario empezó a tener distancias con él y acercamientos al fuerte Macoa de Machiques, donde le daban pantalones y botas. Explica Sabino  que Yukpa vecinos le comentan que Olegario recibía dinero para acusarlo de ladrón y que planeaba matarlo.

Violados derechos fundamentales a las víctimas de Chaktapa

Ayer sistemáticamente a Sabino lo fueron cercando para mediáticamente convertirlo de víctima en victimario. Todo comenzó con la nota de prensa publicada en el diario Panorama en donde entre líneas se asomaba un montado hecho de abigeato en el que u ganadero aseguraba que un par de encapuchados se llevaban arreados 12º becerro camino a la comunidad de Sabino. De más queda por ahora tratar de explicar cómo dos encapuchados dominan los peones de una hacienda que suelen ser más de una decena de obreros y a pie en medio de las montañas y pastizales emprenden una camino de muchas horas sin ser detenido por nadie y nadie verlos andar.

En horas de la mañana Olegario Romero  Cacique de la comunidad Guamo Pamocha comienza a hacer extrañas llamadas a los activistas de derechos humanos de Caracas y Maracaibo para intrigar contra Sabino, de manera nerviosas repite sin ninguna reflexión: Sabino está robando Ganado, y tratando de descalificarlo frente a los compañeros que conocen de cerca la calidad de líder, de humano y de indígena que es el  cacique Sabino Romero.

A las 7: 30 su familia comienza a llamar para pedir ayuda pues Olegario Romero había abierto fuego contra Sabino y su familia, hiriendo de muerte a su yerno y quedando del lado de Olegario una joven Yukpa embarazada, muerta entre el tiroteo.

De inmediato los medios de comunicación regional despliegan una sistemática campaña contra Sabino manteniendo la misma línea editorial: Sabino un ladrón de ganado e invade fincas está siendo buscado por asesinar a 2 personas y tirotear incluso a su propia comunidad. Esta misma matriz era la que mantenía el Ministerio de Interior y Justicia, el Ejército, el Cuerpo de Investigaciones y Criminalística CICPC y el Ministerio de Pueblos Indígenas, Los fiscales asignados para defender a Sabino, la Defensoría del Pueblo e incluso los organismos de rescate como bomberos.

Todos estos organismos sólo llegaron hasta la comunidad de Olegario, solo de Olegario levantaron el cuerpo con el que hoy pretenden acusar a Sabino cuando él no tenía  arma y sólo de la comunidad de Olegario tomaron las declaraciones con las que hoy pretenden imputarlo.

Los organismos de la Defensoría del Pueblo a nivel nacional  y la propia Fiscalía Nacional en tanto presionar los grupos de derechos humanos, confesaron entre dientes que el Ministerio de Interior y de Justicia les prohibió cualquier actuación.  Desde ese momento los derechos civiles de todos los involucrados quedaron secuestrados, violados flagrantemente.

El cuerpo del yerno de Sabino, por quien los habitantes de Chaktapa señalan o Olegario de cómo autor material del asesinato y de los disparos por la espalda que esta tarde llevan a quirófano a la hija de 9 años de Sabino, Amarilis, se descompone en la comunidad de Chaktapa pues el CICPC, ese cuerpo no lo fue a levantar. Lo peor es que el propio Misterio de Interior y Justicia y el Ejercito de Machiques, negaron esta situación  a los organismo internacionales de derechos humanos como la Cruz Roja Internacional, al propio cuerpo de bomberos de Machiques y San Francisco.

Todos apostaron a enmudecer la verdad de Sabino y construyeron una verdad macabra para justificar lo que ya estaba premeditado, criminalizar a Sabino. Todo está perfectamente cuadrado y es el Ministerio de Interior y Justicia el actor material e intelectual de este crimen.

Sabino es rehén de la justicia venezolana

En horas del medio día de ayer Sabino y sus familiares heridos fueron interceptados a la altura de la comunidad de Paja Chiquita por la Ministra de Pueblos indígenas mientras bajaban en un vehículo Yukpa para sólo ubicarse asistencia médica. La Ministra quien llegó con efectivos del Ejército, coaccionaron a la mujer de Sabino, Lucía y la obligaron junto a su hija de nueve años tiroteada también por la espalda y su hijo de 14 años también tiroteado a abandonar el vehículo y fueron trasladaos al Hospital Miliar de Maracaibo donde permanecen asilados sin derecho a ninguna comunicación.

 A este mismo hospital fue trasladado Sabino. Dentro de los cuerpos de estas víctimas están las balas que serán la única prueba que tendrá Sabino y sus defensores para demostrar en un tribunal el ataque del que han sido víctimas. La seguridad de las evidencias esta entonces en manos de los enemigos de Sabino. Está en Manos del Ministro de Interior y Justicia. 

Como dice Sabino, esto es por la Tierra. El Ministro de Interior y justicia se ha negad en reiteradas ocasiones a  escuchar a los grupos de derechos humanos que trabajan en la Sierra de Perijá. Nosotros creemos que se trata de que éste alto funcionario del Gobierno Venezolano, no tiene ningún interés en escudriñar la verdad. Su tarea está clara, y para llegar a su fin, mantener el control de los territorios a explorar por minerales en Perijá, un indio revoltoso como Sabino, es un obstáculo que tratarán de sacar de camino como ahora pretenden hacerlo".

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