Caracas, feb 04 (Enfoques365).- El Consejo Universitario de la Universidad Central de Venezuela acordó dirigirse a la nación, fijando criterios institucionales de rechazo a la imposición oficial de decretar el pasado 2 de febrero "como día feriado, no laborable, con el fin de celebrar los diez años que cumple el actual gobierno". 

El comunicado, firmado por la rectora Cecilia García Arocha y el secretario Amalio Belmonte, sostiene entre otras consideraciones que "Las fechas magnas forman parte de la memoria histórica de un país, constituyen hitos simbólicos, se construyen colectivamente de forma espontánea y sólo adquieren rango oficial cuando reciben el suficiente consenso... No requieren custodios represivos ni guardias pretorianas ni deben estar reñidos con el empeño de una población para trabajar, crear, construir y  expresarse."

A continuación el texto completo de la resolución universtaria: 

 

COMUNICADO

El Consejo Universitario de la Universidad Central de Venezuela se dirige a la Nación:

 

El día de ayer las autoridades de la UCV se vieron obligadas a suspender las actividades académicas y administrativas ante el anuncio presidencial de declarar al 2 de febrero como día feriado, no laborable, con el fin de celebrar los diez años que cumple el actual gobierno. Como académicos y demócratas manifestamos nuestro mayor rechazo basado en los siguientes argumentos: 

 

Las fechas magnas forman parte de la memoria histórica de un país, constituyen hitos simbólicos, se construyen colectivamente de forma espontánea y sólo adquieren rango oficial cuando reciben el suficiente consenso. Los días feriados conforman referencias culturales, religiosas  e históricas para  toda la sociedad, por lo que su conmemoración no debe ser impuesta ni pueden integrar el ideario exclusivo de un gobernante. No requieren custodios represivos ni guardias pretorianas ni deben estar reñidos con el empeño de una población para trabajar, crear, construir y  expresarse.

 

Es lamentable que se haga de un acto administrativo el panegírico del grupo político que gobierna al país. Este proceder se ve agravado por  la improvisación de la declaración que pretende justificarlo, lo cual, además de ser contrario a las normas que rigen la institucionalidad democrática, provocó en la comunidad universitaria efectos negativos sobre la investigación, la docencia y el resto de las actividades tales como atención al público, prácticas de laboratorio, servicio comunitario y asistencia médica. Esta circunstancia también generó daños al resto de los sectores productivos del país, en momentos cuando se requiere de una mayor dedicación de la población económicamente activa y un fortalecimiento de la ética de trabajo.

 

El Consejo Universitario, ante el clima de violencia que vive el país, se siente obligado a manifestar su preocupación acerca del futuro de nuestra democracia:

 

El empeño oficial para criminalizar las justas protestas  de los estudiantes y la sociedad civil, forma parte de un discurso agresivo y excluyente aprovechado por quienes buscan víctimas propiciatorias en las personas con opiniones y credos particulares.

 

Constatamos intentos para cercar, intimidar y expulsar de los espacios públicos a todos los sectores disidentes, mediante  la descalificación moral o por acciones policiales y parapoliciales, que favorecen un clima de violencia e impunidad.

 

Ratificamos nuestra decisión de formar parte de la voz colectiva del país que hoy manifiesta, sin ambigüedades, su rechazo a toda acción que violente principios esenciales de la convivencia y respeto entre las personas. Por ello, repudiamos firmemente los hechos acaecidos en la Nunciatura Apostólica , el Ateneo de Caracas y la Sinagoga de Maripérez, hecho éste que no solamente constituye una ofensa a la comunidad judía sino al sentimiento del pueblo venezolano.

 

Así, desde nuestra Alma Mater, espacio histórico de la libertad y la diversidad de pensamiento, nos resistimos a ser un recinto poblado de silencio y de temor. Por ello, ante los momentos que el país atraviesa, la Universidad Central de Venezuela se solidariza con todos aquellos sectores que promueven la libertad de pensamiento, el respeto a la multiculturalidad, al valor de la condición humana y la defensa del Estado de Derecho

 

Qué los venezolanos sigamos siendo libres en nuestra fe, en nuestro arte y en nuestras concepciones políticas. Qué los estudiantes sigan trabajando por un futuro de valores éticos y democráticos. El país reclama vivir en paz.

 

Cecilia García Arocha, Rectora 

Amalio Belmonte, Secretario