Por Alexander Luzardo
La entrega de la Faja Petrolífera del Orinoco a Brasil, por parte del presidente Hugo Chávez, significa la venta del futuro de la nación y la renuncia de la soberanía nacional, acto absolutamente inconstitucional, pues viola los artículos 1, 12 y 13 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, así como de su Preámbulo.
La venta a futuro del petróleo de la Faja del Orinoco se concreta como una garantía de pago a préstamos otorgados por Brasil, a través del Banco de Desarrollo Económico y Social por un monto de 4.3 millardos de dólares, para lo cual el presidente Chávez dio como garantía una porción de las reservas de un bloque de la Faja del Orinoco; además de los empréstitos otorgados por China y Japón por 8 y 3,5 millardos de dólares, respectivamente, sobre la base de la cotización que registran los precios del crudo venezolano. Estoy absolutamente asombrado de personas que dedicaron toda su vida útil a la defensa de la soberanía, la nacionalización, que criticaron una nacionalización “chucuta”, pero ahora se bajan los pantalones ante Brasil, China, y Japón, renunciando a todos los principios, y lo más grave vendiendo el patrimonio de sus hijos y nietos, y los hijos e hijas de la República.
Estos contratos son peores que los de la apertura petrolera, que las concesiones de los dictadores Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez, es el comienzo del desmembramiento de la República, de su territorio y de su espacio geográfico en general.
El artículo 1 de la Constitución de la República se viola flagrantemente, pues él señala que “son derechos irrenunciables de la nación, la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación nacional”. En lo que corresponde a los yacimientos mineros y los hidrocarburos, el artículo 12 de la Constitución, establece que estos son bienes del domino público de la nación, y por tanto inalienables e imprescriptibles”. En consecuencia los estados que están firmando estos contratos leoninos contra Venezuela (tal es el caso de Brasil, con su presidente Lula Da Silva, que ahora asume una postura neocolonial), deben tener en cuenta que son actos irritos que los venezolanos, desconocemos hoy y desconoceremos en el futuro. Protestamos esta alianza macabra.
PERDIDA DE LA SOBERANIA
El presidente Chávez, sus ministros y los parlamentarios de la Asamblea Nacional, han renunciado a toda noción de soberanía, pues el Artículo 13 de la Constitución reza textualmente que “el territorio nacional no podrá ser jamás cedido, traspasado, arrendado, ni en forma alguna enajenado, ni aun temporal o parcialmente, a estados extranjeros u otros objetos de derecho internacional”. El Tribunal Supremo de Justicia está en mora con la nación y debe actuar, anulando estos contratos que salven el honor de la República y el patrimonio transgeneracional.
Podemos decir que la Quinta República se perdió en manos de sus hacedores, razón por la cual es necesario crear un gran movimiento nacional, independiente, plural, de defensa de la soberanía y del patrimonio de las futuras generaciones.
Hacemos un llamado a estar pendiente, porque hay planes para la venta de las reservas forestales de Imataca, el Caura, la Sierra de Perija, el Alto Orinoco del Amazonas y de la Guayana en general, que incluyen exploración y explotación de uranio y torio, de acuerdo con el convenio firmado con Rusia el 4 de marzo de 2009.
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El autor es antropólogo y profesor de UCV
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