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Abr. 25 (Télam).- La Asamblea Ambiental de Gualeguaychú llevó a cabo la sexta marcha hacia el paso internacional que comunica con la ciudad uruguaya de Fray Bentos, donde leyeron una proclama en repudio a la decisión de la Corte Internacional de La Haya. 

“La sentencia no soluciona el conflicto porque es un planteamiento injusto e incoherente", aseguraron los miembros de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú en la proclama que leyeron en el puente General San Martin, que comunica con la ciudad uruguaya de Fray Bentos.

"A pocos días de conocido el fallo sostenemos y afirmamos que jamás aceptaremos el control y monitoreo de la planta. Nuestra exigencia es el inmediato desmantelamiento, porque no se puede controlar algo ilegal", afirmaron Susana Padín y Cecilia Álvarez, las representantes de la asamblea que leyeron la proclama.

"La corte declara al estado uruguayo violador del tratado del Río Uruguay, pero sin embargo no hay castigo ejemplar sino que condena al pueblo de Gualeguaychú a convivir con la contaminación", agregaron.

Tal como estaba previsto, a las 13 había comenzado la concentración en el óvalo del puente internacional General San Martín, donde se rezó una oración ecuménica a cargo del obispo diocesano Jorge Lozano y de representantes de otras religiones.

Durante su mensaje, el obispo Jorge Lozano aseguró que "hoy hay un clima diferente en la ciudad, ya que al haberse conocido el fallo de La Haya hay ánimos diversos”, según publica la edición on line del diario El Argentino de Gualeguaychú.

Además, llamó a “asumir que la justicia celestial es justa y perfecta y que toda justicia terrenal es injusta e imperfecta" y a entender "que aún en la frustración de no tener todo lo que se pide, lo que el pueblo de Gualeguaychú ha logrado merece una acción de gracia"; al tiempo que destacó que "el tratado del río Uruguay fue profanado e incumplido y, es en ese marco que seguiremos luchando…"

Lozano pidió que "no pierdan su convicción en la lucha, pero que sea en el marco de una ley, del amor fraternal y que se pueda sostener".

Finalmente, señaló que “tenemos que cuidarnos de la tentación de la decepción (...) Los sueños que tenemos de un mundo mejor, sin pobreza no son sueños despreciables, no es un ideal de adolescentes ilusos, no son ilusiones sino sueños que buscan concretarse. Por eso es que debemos unirnos en pos de esos sueños”.

Por su parte, José Mikulas, de la Iglesia Luterana se preguntó ¿cómo puede suceder que una lucha justa y digna se responda con una fallo injusto? y destacó que lo que podemos aprender de todo esto "es que no siempre existe una respuesta definitiva sobre el mal que padecemos, por eso mejor que preguntarnos ¿el porqué nos pasó esto? es preguntarnos ¿cómo debo reaccionar frente a esto?"

Delcio Kastein, de Iglesia Evangélica del Río de La Plata aseveró que "en cierta forma y al escuchar el fallo del Tribunal de La Haya fue herida nuestra esperanza y muchos tuvimos que llorar".

Destacó además, que "acá inicia un tiempo nuevo para nuestra causa… ¿Cómo seguir? Buscando esa respuesta hablaremos y pensaremos en todo aquello que con tanta fuerza ha estado presente a lo largo de los años… Pero sabemos también que cada vez que hablemos y dialoguemos nos estamos exponiendo libre y decididamente a descubrir y nuevas estrategias y nuevos caminos para llevar adelante la lucha”.

Es importante destacar que todos los oradores coincidieron en que la comunidad de Gualeguaychú debe tener la "creatividad" para encontrar "nuevos caminos" para restituir el dialogo con el pueblo uruguayo y para continuar la lucha de acá en más.

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