Votar: 

• Currently 0; ?>/ TOTALSTARS
• 1
• 2
• 3
• 4
• 5

115 Lecturas   

 Por Omar Estacio

Editorial Planeta (Madrid, 2010) acaba de publicar “Palestino”,  una osada investigación del periodista, Antonio Salas.

El anterior nombre y apellido es, en realidad, un pseudónimo. Lo ha venido utilizando el autor, para protegerse de las organizaciones criminales que ha penetrado a lo largo de su trayectoria.    Ocurre que en sus dos libros previos, “Diario de un skin” (2003) y “El año que trafiqué con mujeres” (2005), Salas, a riesgo de su propia vida se infiltró, primero, en la organización racista y neonazi, Hammerskin-España y después, en la red internacional de prostitución que traficaba con niñas desde México hasta la península ibérica. Para que los lectores tengan una idea del calado de las pesquisas de Salas, “Diario de un skin” ocupó en España, el primer lugar en ventas el año de su publicación, para posteriormente ser llevado al cine. Pero lo más importante: las declaraciones de su autor, sus deposiciones como testigo protegido ante los tribunales, sirvieron para enviar a la cárcel a 15 de los racistas más sanguinarios y prominentes de España. 

         “Palestino” fue una investigación todavía más riesgosa. Salas, haciéndose pasar por nativo de El Vigía, estado Mérida, pero de supuesta ascendencia palestina, logró penetrar las redes del terrorismo internacional basado en el Medio Oriente así como sus ramificaciones en nuestro país.

         Estremece recorrer las casi 700 páginas del relato, en especial, en lo que concierne a los venezolanos. Todas las conjeturas sobre las conexiones del gobierno del señor Chávez con las FARC y ELN de Colombia, con Al Qaida y el Hezbollah musulmán, con ETA organización separatista vasca, con todo “bicho de uña” -para resumirlo- del narcoterrorismo planetario, allí se encuentran corroboradas. Además, en el trabajo se detallan los lazos de la dirigencia de la sedicente revolución bolivariana, con el hampa común, pasando por el reclutamiento de criminales para enrolarlos en organismos policiales. Ahí lo tienen, una vez más, nuestros supuestos criminólogos que de cuando en cuando afirman que carecemos de una “política de Estado” en la lucha contra la delincuencia. Sí que tenemos una “política de Estado” en la materia pero, para azuzar criminales contra la población, de modo de inhibir, de arrinconar, de cohibir cualquier potencial disidencia política.

 El trabajo trae nombres, apellidos, direcciones y números telefónicos del hamponato internacional que opera, a la libre, en Caracas y el interior del país, tras las mamparas de empresas fantasmas e hipotéticas agencias de noticias. Muchos de los terroristas extranjeros se amamantan en nuestra Tesorería pública como asesores de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores. Otros, son financiados, directamente, por Siria, Irán, Cuba y demás gobiernos forajidos.

Sin embargo, la coda del mencionado trabajo está en la siguiente denuncia: en Venezuela determinados “colectivos” de clara tendencia oficialista, se arrogan la potestad de ejecutar sentencias de muerte para lo cual invocan su paradójica calidad de justicieros en el combate contra el hampa. Algo así como las cruzadas de “El Zorro”, célebre personaje de la filmografía, pero en lugar de ser liderizadas por un pretendido héroe, a la cabeza de las hordas venezolanas, se encuentra la contrafigura tragicómica, gordinflona y tarambana de nuestro tropical, “Sargento García”.     

          “Palestino”, censurado, prohibido en Venezuela, colocado en el índex librorum prohibitorum elaborado por Miraflores, viene ahora a mi memoria, a raíz de un nuevo pronunciamiento judicial que ratifica los vínculos del gobierno del señor Chávez, con el terrorismo vasco. Nos referimos al auto dictado el pasado lunes por el juez Ismael Moreno de la Audiencia Nacional española.

         Pues ahí lo tienen los diputados electos el 26/9. Un verdadero “lomito” para que ya, sin esperar posesionarse de sus cargos, sesionando en una plaza pública, si es necesario, abran una vigorosa investigación sobre las evidentes, comanditas del gobierno de Venezuela con el narcoterrorismo planetario. 

          @omarestacio

.