Enfoque                                  

Por Leopoldo Puchi

                                                                                                                                                               

            

Flash Rojo

ENTRE LOS GÉNEROS del periodismo, además del de opinión y el informativo, ha surgido el periodismo de propaganda. Esto es muy válido. La propaganda es esencial en el mundo actual. Es un componente de la vida democrática. En esta actividad destaca parte de la programación de VTV y Globovisión. Lo hacen bien, con maestría del género. Pero sería absurdo que se cerraran estos medios por esa función, legal y necesaria, utilizando cualquier otra excusa. Sobre todo, resultaría injusta una decisión parcializada contra Globovisión. Unos tendrían derechos, los del gobierno, y otros no. Lo que debería hacerse, más bien, es ampliar las posibilidades de tener medios radioeléctricos a otras corrientes políticas distintas, que no poseen en la actualidad.

EN UN OPERATIVO DE INSCRIPCIÓN del Psuv fue asesinado un militante de ese partido. El hampa no respeta a nadie. Ni niños, ni madres embarazadas. Esto lo sabe el ciudadano común, a diario víctima de la delincuencia. Por eso resulta odioso que el gobierno sólo se pronuncie, y haga escándalo, cuando se trata de uno de los suyos. El resto, millones, ¿son vidas que no cuentan?
ARISTÓBULO ISTÚRIZ venía realizando un trabajo de hormiguita en la reconstrucción del Psuv de Caracas. Tiene habilidad, carisma y conocimiento de la zona. Además de tiempo para dedicarlo a la actividad partidista. No se sabe exactamente por qué lo sacaron para Oriente. Quizás la explicación está en el peso excesivo del grupo 80, con el que está vinculado desde que fue alcalde de Libertador.

Flash Negro

NADA JUSTIFICA que no se le renueve al Ateneo de Caracas el comodato del edificio en el que funciona. Es una institución que ha dado, y da, un gran aporte a la cultura. Hay suficientes locales vacíos para que funcione la Universidad de las Artes. El Ateneo está allí, tiene una tradición y ha cumplido. Lo que resulta inexplicable es la poca solidaridad con la que ha contado. Carmen Ramia se ve sola, como caballero andante en la llanura.

EN VENEZUELA, como en otros países del mundo, no se respetan a cabalidad los Derechos Humanos. Por ejemplo, en nuestro país existe segregación por razones políticas. Ejemplo, “la lista Tascón”. Por eso es útil que organismos internacionales ayuden a vigilar la conducta de los gobiernos. Pero para cumplir con su papel estas instancias deben ser respetables. Lamentablemente, no ocurre así con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. ¿Qué pasa? Que está desprestigiada. No mira lo que sucede en un país miembro de la OEA, como Estados Unidos. Nunca ha dicho nada sobre las torturas. Ni siquiera porque el presidente Barack Obama las ha reconocido. Con amigos como la CIDH, en la oposición estamos fritos.

HILARY CLINTON HA MOSTRADO su preocupación por las conexiones de China con los países latinoamericanos. Considera que es algo “perturbador” que se hayan desarrollado las relaciones económicas y políticas con ese país. Pero resulta que Estados Unidos realiza un gigantesco intercambio comercial y ha recibido inversiones millonarias de China, que tiene las más alta reservas internacionales en dólares. Sin embargo, es mal visto que haga lo mismo “el patio trasero”.

 

Desde la Sala Situacional

Transición socialista y economía mixta

Las nacionalizaciones no son ni malas ni buenas, en sí mismas. Son un instrumento que, utilizado adecuadamente y en ciertas condiciones, puede colocar la actividad económica en función del interés colectivo. En esta perspectiva es que deben analizarse las recientes expropiaciones de tierras y de las empresas petroleras contratistas.

Fracaso Soviético

La experiencia histórica del socialismo del siglo XX fue la de una estatización generalizada. Este modelo fracasó. El desarrollo de las fuerzas productivas se estancó. Y lo más grave: no se superó al capitalismo en la generación de bienestar, por la baja producción de bienes, en la calidad y cantidad necesarias.

Fracaso Neoliberal

Por su parte, el capitalismo, en su versión pura y dura del neoliberalismo, ha mostrado un sorprendente dinamismo en la innovación tecnológica y una  alta capacidad para la producción masiva de bienes. Sin embargo, sus crisis cíclicas, y su lógica interna de concentración de riquezas,  es fuente de grandes desigualdades sociales y causa de la depredación del medio ambiente.

Economía Mixta

Este doble fracaso, del neoliberalismo y el comunismo, ha impulsado la búsqueda de un modelo diferente, sustentado en una economía mixta, con un fuerte sector privado, un sector público consolidado en las áreas estratégicas, y una activa regulación del Estado.

Reincidencia

Ahora, si la economía mixta es el marco del socialismo del siglo XXI, ¿se justifica la eliminación de toda forma de propiedad privada en el campo? Asimismo, ¿cómo se explica la expropiación de las actividades petroleras conexas como las de transporte, buzos y mantenimiento, barcazas y grúas? Si se apunta a un sistema mixto, hay que respetar el ámbito del sector privado. Si no, se reincidirá en los viejos errores de la estatización generalizada.

 

El Socialismo en la Historia

El Derecho a la Pereza

El modelo de los planes quinquenales de la Unión Soviética marcó al socialismo con el sello del productivismo. Por eso no es extraño que el pequeño libro de Paul Lafargue (1842-1911), “El Derecho a la Pereza”, haya sido considerado durante tanto tiempo como un simple desplante del yerno de Carlos Marx, capaz de suscitar sonrisas cómplices, pero de muy escaso valor intelectual.

No obstante, y en rigor, Lafargue lo que hace en su folleto es divulgar un aspecto esencial, aunque olvidado, del pensamiento de Marx: el progreso tecnológico no puede tener como objetivo la acumulación incesante de mercancías sino la reducción de la jornada de trabajo, para así incrementar el tiempo libre, que sería la manera en que los trabajadores se apoderarían de la riqueza que producen. Trabajar para vivir, no vivir para trabajar ha sido desde hace décadas la más importante demanda del movimiento obrero. “Ocho horas de trabajo, ocho de sueño y ocho para el ocio”, fue en 1886 el estandarte de la huelga que dio origen al 1º de mayo.

En algunos países de Europa, a partir de los ochenta, la socialdemocracia logró reducir a 35 horas la jornada laboral, que permitiría, además de la libertad del ocio, disminuir la tasa de desempleo. Aunque en los países pobres es limitado el progreso tecnológico y baja la producción de mercancías, no pueden escapar a una dinámica mundial que busca ansiosamente un nuevo modelo de civilización, alejado del productivismo capitalista o estalinista, y más cercano al derecho a la pereza del incomprendido Paul Lafargue.