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* Al Alcalde Mayor le quitaron todo y ahora despachará desde la calle

* Desde un bus, que recorrerá los barrios y urbanizaciones de toda Caracas, despachará ahora el alcalde metropolitano 
 

* Los 722.500 votantes de Ledezma en el área metropolitana de Caracas, esperan que el Alcalde Mayor haga respetar la voluntad popular que lo eligió en el cargo. Lo quieren ver defendiendo el mandato recibido. Si los defrauda, allí terminará su carrera política

 
Por Santiago Alcalá
Con empeño y tesón el alcalde metropolitano, Antonio Ledezma, está defendiendo la voluntad de una mayoría de electores que lo eligió primera autoridad del área metropolitana de Caracas. Pero, igualmente, el gobierno de Hugo Chávez se ha lanzado con todos los recursos disponibles a desconocerlo y perseguirlo como si se tratara de un individuo al margen de la ley, y, frente al cual, solo cabe aplicar el expediente de la represión, la violencia y la fuerza.
Obstinación que, podría explicarse, si esta fuera la política global asumida por “El Caudillo” frente al conjunto de los alcaldes de la oposición elegidos en los municipios de la Gran Caracas, y no exclusivamente frente a un funcionario que ya su mandato había sido reducido en tiempos de su antecesor, Juan Barreto.
Carlos Ocariz, en efecto, gobierna de lo más tranquilo en el municipio Sucre, de Emilio Graterón en Chacao no hay un solo chavista que se acuerde, Gerardo Blyde en como un consentido de las autoridades en cuanto que no se interponen en el ejercicio de sus funciones, y hasta de una adeca uña en el rabo como Miriam Do Nascimento, en El Hatillo, puede decirse que cuenta con la indiferencia de los gubernamentales.
O sea, que solo Ledezma le quita el sueño al Comandante el Jefe, solo el guariqueño tiene la capacidad para reventarle los tapones y tenerlo como borracho despechado, como becerro destetado y en trance de buscarse una madre nodriza que le quite el hambre.
A este respecto, las explicaciones sobran, aunque la más socorrida y probable es que Chávez quiere cobrarle a Ledezma su negativa a mantener en nómina a miles de militantes del PSUV que cobraban por la Alcaldía, así como sus denuncias sobre la generalizada corrupción con que los “revolucionarios” hicieron esguace con los dineros y recursos que pertenecen a todos los caraqueños.
Sobre el primer tema, ya se sabe que los “aguerridos revolucionarios” del “Colectivo La Piedrita” cobraban quince y último por las taquillas de la Alcaldía, al igual que los de “Alexis Vive” y los Tupamaros; y en cuanto al segundo, habría que anotar que si el Ministerio Público estuviera interesado, con las denuncias de Ledezma, hace ya tiempo que Juan Barreto estaría entre rejas.
Pero, igualmente, hay quienes piensan que al declarar la guerra de “tierra arrasada” contra Ledezma, el “comandante-presidente” no hace sino expresar sus miedos, confesar la incomodidad que le produce situarse frente a un dirigente que derrotó al mejor candidato de la revolución en Caracas, Aristóbulo Istúriz y que puede perfectamente derrotar al mismísimo Chávez en la próxima confrontación presidencial, con todo y el ventajismo oficialista.
Pero sea éste o no el caso, lo cierto es que ya Chávez no encuentra que hacer para callar y enterrar a Ledezma, para hacer del mismo una suerte de rey derrotado de la baraja, sin escasas o nulas posibilidades de sobrevivir y en espera de que la autoridad que le acaba de adicionar, sencillamente, lo anule.
En este orden de ideas, lo más dramático ha sido el desalojo de Ledezma de las instalaciones del edificio que desde la colonia se le asignó a la máxima autoridad de Caracas, obligándolo a operar en las oficinas de algunas direcciones menores que tiene la institución por el centro y alrededores de la capital.
No se crea, sin embargo, que nada de ello haya hecho retroceder a Ledezma, quien está preparado para irse, incluso, de estos sucuchos. Para ello tiene un audaz plan que consiste en instalar su despacho en un bus que recorrería Caracas, sus barrios, urbanizaciones, calles y plazas, haciendo contacto con los caraqueños y diciéndole que su alcalde está en pie de lucha, dando lo que sea por defender su soberanía y encargándose y tratando de resolver los problemas para los cuales fue electo.
Al efecto, ya se sabe que Ledezma ha conseguido aportes sustanciales de los contribuyentes de la Alcaldía, pobres y ricos quienes estarían dispuestos a darle su colaboración a una iniciativa que continuaría poniendo de cabeza a Chávez.