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Por Leopoldo Puchi

Estamos frente a una polarización perfecta. Una polarización muy conveniente a Chávez. Perfecta para sus propósitos y su proyecto. Algunos eventos recientes no hacen sino apuntalar esa tendencia. Tal es el caso del encuentro en Caracas de los neoliberales del continente, así como también la última iniciativa de Antonio Ledezma de dirigirse al gobierno brasileño para bloquear el ingreso de nuestro país en Mercosur.

En una polarización donde uno de los polos es el modelo económico y social neoliberal, Chávez tiene todas las de ganar. No es el mejor momento para quienes sostienen que el Estado no debe participar en los procesos económicos y que la sociedad no debe tener propiedades. La crisis económica mundial ha sido el resultado de la supremacía absoluta de una ideología que proscribió completamente la regulación estatal y apostó todo a la mano invisible del mercado. Y ya se sabe lo que pasó.

El modelo de privatización generalizada ha fracasado. En Venezuela son muy poquitos los que lo quieren. Todas las encuestas muestran está realidad. Las buenas, las malas y las chimbas. En todas, al preguntárseles a los encuestados, sólo 4% está por el capitalismo como forma de organización social. La inclinación fuerte de los venezolanos es hacia las diferentes variedades del socialismo. Si es Chávez el que levanta estas banderas y polariza con el capitalismo, tendrá las de ganar. Por eso, puede decirse que los promotores del “Encuentro por la libertad” le han hecho un gran favor a Chávez al situar al capitalismo como alternativa frente al socialismo del siglo XXI. Colocado en una disyuntiva como esa, el país se inclina hacia Chávez.

Por su parte, Antonio Ledezma, apoyado por algunos grupos políticos, ha cometido el gravísimo error de actuar en contra de un asunto que es de interés nacional, más allá de las divisiones internas y la confrontación entre gobierno y oposición, como lo es el ingreso de Venezuela al mecanismo de integración de Mercosur. Nuestra presencia allí trasciende a un gobierno en particular. Está en el interés de todos los venezolanos avanzar en el proceso de integración, pues se abren caminos para el desarrollo económico, la expansión de mercados y la complementariedad productiva.

Si quien aparece defendiendo los intereses generales del país es Chávez frente a decisiones perjudiciales a la nación, como lo es el rechazo de nuestro ingreso al Mercosur, entonces se estaría creando una polarización que perjudica a la oposición. La bandera nacional de un lado, la bandera anti nacional del otro. Para que las cosas cambien hay que romper esta polarización perfecta, defendiendo el interés nacional y un modelo distinto al neoliberal.

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