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San Francisco de Yare, 11 Jun. ABN.- Desde las 8:00 de la mañana de este jueves el sonido de la Caja (los tambores) y los cencerros volvió a llenar las calles de San Francisco de Yare, para acompañar a los Diablos Danzantes que, una vez más, lucharon contra el cuerpo de Cristo.

Como es tradición desde hace 260 años, los Diablos Danzantes de Yare visitaron a primera hora de la mañana el cementerio municipal, donde rindieron culto a los Diablos que partieron de este mundo.

De allí salieron en procesión hasta la Iglesia San Francisco de Paula y, al llegar, se dio inicio a la celebración eucarística, en la que fueron juramentados 32 nuevos promeseros, quienes formarán parte de la cofradía de los Diablos Danzantes durante el tiempo que cada uno haya ofrecido a cambio de un beneficio.

Al culminar la homilía los diablos, vestidos de rojo y usando máscaras exóticas y coloridas recorrieron el pueblo, acompañados de las autoridades eclesiásticas, del gobierno regional y local.

Al igual que el miércoles, durante su recorrido, la diablada hace varias paradas en los altares construidos para los Diablos Danzantes dispuestos a lo largo de la calle principal de San Francisco y, finalmente, regresaron a la iglesia.

En todo el camino, los Diablos se clocaron en grupos, precedidos por el portaestandarte, el cajero (toca el tambor), el primer capataz, segundo capataz, tercer capataz y la capataz, única mujer con alta jerarquía dentro de la estructura de la diablada.

Este año, la Cofradía de los Diablos Danzantes reunió a mil 200 promeseros, quienes danzaron alegremente, siguiendo al Santísimo Sacramento, simbolizando la sempiterna lucha entre el bien y el mal.

Por primera vez, Anibal Marcano paga promesa al Santísimo Sacramento, ante el cual se comprometió a acompañar a los Diablos durante 10 años, en agradecimiento por un favor recibido.

“Mi petición fue de salud y el Santísimo Sacramento me sanó, a mi y a mi hermano, por eso yo le dije que voy a vestirme de Diablo y a danzar por 10 años, en pago de mi promesa. Yo estoy muy agradecido de Dios que me sanó”, relató el joven promesero.

El joven Esteban Azuaje también prestó juramento como promesero, continuando con la tradición familiar de pagar favores al Santísimo Sacramento a través de la danza de los Diablos.

“Mi abuelo y mi papá también fueron Diablos durante toda su vida y ahora me incorporo yo. Mi hijo de tres años también se viste de rojo, aunque todavía no participa de la procesión, pero espero que pronto lo haga. Nosotros hemos sido muy bendecidos por el Santísimo, por eso toda nuestra familia celebra Corpus Christi”, indicó Azuaje.

A la celebración acudieron habitantes del pueblo de San Francisco y otros poblados del eje Valles del Tuy, así como visitantes de otros estados del país e, incluso, de países vecinos.

Desde Colombia llegó Claudia Patiño, quien es estudiante de Artes Visuales y está realizando un documental sobre las manifestaciones mágico-religiosas originarias de Venezuela.

“Los Diablos Danzantes de Yare son expresión viva del sincretismo religioso propio de los pueblos latinoamericanos, donde se mezclan las divinidades paganas con los íconos religiosos. A esto le sumas la simbología de las máscaras, que expresan la jerarquía dentro del grupo y el colorido atuendo, todos dignos de un profundo estudio”, expresó Patiño.

Pasadas las 2:00 de la tarde, los Diablo volvieron a la iglesia para, una vez más, luchar contra el Santísimo Sacramento, ante el cual se rindieron, para volver a salir el año próximo e iniciar la eterna lucha.