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Por Antonio José Monagas
 
 
Pareciera título de novela. Pero paradójicamente retrata la retorcida realidad que vive el país que, orgullosamente, fuera una vez referencia internacional de nación democrática. Sin embargo, hoy día Venezuela luce diferente. Incluso, ante los ojos del ámbito geopolítico mundial. Contrario a aquellos esfuerzos que dignificaron la vida del venezolano con base en el apoyo y respeto a sus derechos fundamentales, se convirtió en laboratorio de perversidad gubernamental y de corrupción tolerada por los más altos niveles del poder político.
 
La antipolítica, resultado de una inesperada conversión que trastocó el empeño de insignes venezolanos por reivindicar valores y principios según los cuales iría a garantizarse la construcción de un país ganado a la práctica de las libertades políticas, económicas y sociales, se vio de pronto urdido en la penumbra de un proyecto político de gobierno que para nada respondía a las verdaderas exigencias de una población aturdida por un populismo de nuevo cuño que había comenzado a instalarse en la década de los ochenta. Y es que se tenía plena certeza de su fracaso toda vez que muchos avezados en cuentas políticas de gobierno, habían descubierto los intríngulis por donde habrían de venir las decisiones tomadas en la cúpula de un gobierno “fascistoide” y al mismo tiempo “militaroide”.
 
La demagogia del discurso electoral, en la efervescencia de 1998, delataban las inconsistencias del programa de gobierno del ex militar candidato. Ya se delataba el engaño pues las costuras del modelo político ofertado lucían claras, gruesas y definidas. Y el tiempo, fue el mejor testigo de tan desagradable presunción que casi ha liquidado la nación. De una calidad de vida demostrada antes del actual período de gobierno, cayó a una ruindad que, solamente en materia de transparencia administrativa, descomposición institucional y desarrollo humano, pasó a niveles ínfimos o deficitarios. Niveles que apenan. Sólo comparables con los de naciones duramente empobrecidas como Haití y algunas otras situadas en Africa.
 
La obstinación de quienes ocupan altos cargos gubernamentales, idiotizados por la prebendas que usufructúan mientras predican hipócritamente el socialismo como falso instrumento de cambio sociopolítico y socioeconómico, animan decisiones que, a toda vista, violan las propias normas constitucionales que determinaron el inicio del presente sistema político. En el fragor de tan violentas contraindicaciones, la población que favoreció el ascenso del ex teniente coronel a la presidencia de la República, es la que más ha sido golpeada y que más necesidades ha padecido. Ello, a pesar de los ruidosos operativos de abastecimiento alimentario cuyos resultados revelan una oferta engañosa no sólo por los productos, sino por la calidad de los mismos que terminan afectando la salud física de la población que masivamente asiste demostrando así el grado de manipulación que las instituciones públicas ejercen sobre esos consternados sectores sociales. Precisamente, así ha ocurrido, en medio de situaciones que tristemente han malogrado las esperanzas de quienes legítimamente aspiran mejores grados de bienestar en todos los aspectos de la vida. Más, cuando el país pareciera contrariamente estar bajo el acecho del “diablo”.

VENTANA DE PAPEL
 
CIFRAS DE VIOLENCIA NACIONAL ABRUMAN  ESFUERZOS DE PAZ
Las cifras que ofreciera en su exposición Roberto Briceño León, profesor jubilado de la UCV y Director del Laboratorio Nacional de Ciencias Sociales, estremecieron al auditorio que se dio cita este martes para escuchar algunos análisis sobre el magno problema de violencia social que abruma a Venezuela. Aunque con intensidad, a partir de 1999. Los números fueron reveladores. Briceño León refirió que “antes de 1990, Venezuela presentaba cifras muy bajas en materia de muertes por homicidios o asesinatos”. Incluso, por debajo de la media mundial que para entonces alcanzaba 8,8 (Indicador que promedia entre 1000 habitantes). Agregó “que no fue sino hasta comenzado el decenio actual, cuando realmente la violencia tomó por asalto al país a lo largo y ancho de sus pueblos y ciudades”. A pesar de escasear datos precisos, el investigador universitario explicó que la tasa de asesinatos supera hoy el valor de 50/1000. Tanto que el comportamiento es casi exponencial desde el año 2000. Asegura que “Caracas tiene 6 veces más homicidios que Bogotá”. Venezuela muestra cifras mayores que Colombia. Briceño señala que esta crisis obedece a distintas razones. Desorden gubernamental, irracionalidad política, terror sembrado por el control político equivocadamente ejercido por el gobierno y además, un componente revolucionario que enturbia todo procedimiento de aplicación de justicia. ¿Qué nos espera?

ARRECIA OJERIZA PRESIDENCIAL CONTRA GLOBOVISIÓN
La injusticia siempre sale a relucir. Sobre todo, cuando la situación envuelve razones para luego confundirla con acciones. Efectivamente, es lo que sucede cuando las confusiones encarnan maledicencias en nombre de proyectos políticos que a todas luces resultan falsos y denigrantes del carácter solidario y humanitario del hombre democrático. La ojeriza presidencial contra el canal de noticias Globovisión, no tiene parangón. Al menos, en tiempos de justicia y sana convivencia política. Es lo que tiene azotado no sólo al concepto de “libertad de expresión”, sino al país entero. Incluso, entre quienes son afectos al gobierno pues igualmente sienten el atropello impune del supuesto canal “de todos los venezolanos” pero que sólo funciona para exaltar las banderas del pensamiento único que sustenta al oficialismo. Esto evidencia un presidencialismo cegato, obtuso, totalitario, absolutista, dictatorial, energúmeno, amargado, sin sentido de las realidades del siglo XXI. Pero a pesar de ello, el país democrático sabrá responder en aras de contener las arremetidas impropias del presidente de la República pues con democracia, dignidad y rectitud, ¡venceremos!

LABOR SOCIAL ES ABORDADA CON SUMA PRECARIEDAD
Las desviaciones ideológicas que atormentan a alumnos y docentes de los liceos nacionales, han creado mella en la conceptualización e instrumentación de programas y proyectos relacionados con la formación de quienes cursan el último año. Particularmente, es el caso que toca la Labor Social que obligatoriamente deben realizar los estudiantes para obtener su correspondiente grado de Bachiller de la República. Ante lo que este requisito académico significa, debe reconocerse el cúmulo de deficiencias y carencias que a su alrededor ocurre lo cual se convierte en barrera para que estos jóvenes puedan beneficiarse en su formación y que, al mismo tiempo, dicha labor social repercuta en máximo provecho de la comunidad en la que los respectivos proyectos son aplicados. La informalidad académica, sumada a la incompetencia del docente, problema éste visto desde la perspectiva de la investigación que como tal debe orientar, configuran dos razones fundamentales para advertir la precariedad con la que se aborda la estructuración y realización de estos proyectos investidos por lo que es y debe ser la labor social.

ESCUELA DE GEOGRAFÍA CONMEMORA 45 AÑOS
Con la presencia de fundadores y realizadores del devenir universitario, la Escuela de Geografía de la Universidad de Los Andes cumple 45 años de intensa vida académica. Importantes momentos servirán para conmemorar tal acontecimiento. Aunque muy especial será el homenaje que habrá de rendirse al pionero mayor, su constructor guía y principal animador, Antonio Luís Cárdenas Colmenter, quien disertará sobre las realidades que signan el futuro de la geografía venezolana de cara a nuevas demandas. Aunque también la programación incluye otros actos académicos que igualmente incitarán más reflexiones que apuntalarán la historia universitaria cuyas letras habrán de registrar los esfuerzos en la dirección de exhortar la geografía como ciencia, actitud y sentimiento.

Mérida, 20.06.2009