* El Pentágono ya activó un plan complejo y sofisticado para hacerse de petróleo barato y seguro

* Para Estados Unidos es indispensable recuperar el control político, militar y económico de toda su región de influencia
 
* Se prevén tiempos difíciles y de conflictos en la región latinoamericana
 
 
Por Noel Gómez Herrera
Esta semana, durante una mesa de trabajo con sus ministros en el Palacio de Miraflores, el Presidente Hugo Chávez anunció el congelamiento de las relaciones con Colombia, el retiro de su embajador de Bogotá y la revisión de los acuerdos económicos, como consecuencia de las acusaciones hechas por su homólogo Álvaro Uribe y altos funcionarios del gobierno colombiano sobre una supuesta entrega de armamento del Ejército venezolano (lanzacohetes de fabricación sueca) a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), grupo guerrillero que desde hace lustros intenta llegar al poder a través de la lucha armada en el vecino país.
Expresó Chávez que "vamos a retirar al embajador y a dejar al funcionario de más bajo cargo", también advirtió que a la próxima declaración verbal o de otro tipo contra Venezuela "rompemos relaciones con Colombia. Estemos preparados para eso". El mandatario calificó de "irresponsable" al presidente Uribe, por "prender el ventilador" en este caso, mientras aclaró que el material militar de esta guerrilla proviene de Estados Unidos, Israel y Rusia. Asimismo, aseveró que "vamos a congelar las relaciones económicas y sustituir las importaciones que no son imprescindibles para nosotros, porque podemos obtenerlas de Brasil. Si es que Colombia cree que dependemos de esas exportaciones, están equivocados".
Encomendó al vicepresidente de la República, Ramón Carrizález, de revisar todo las inversiones con Colombia, "pudiéramos cerrar el gasoducto, reducir las importaciones mientras evaluamos el tema de la Embajada" de Colombia en Venezuela… "este gobierno (el de Uribe) da vergüenza, está dirigido por irresponsables de la más grande calaña que yo haya conocido. Esto es lamentable…si el gobierno de Colombia no tiene respeto por los vecinos, es que no le importan las relaciones con ellos. Si han decidido abrir las relaciones para que Estados Unidos instale no se sabe cuántas bases… esta es una agresión. Están demostrando que no les importa un pepino los vecinos, esto es vergonzoso".
Por otra parte, el ministro del Interior y Justicia, Tareck El Aissami, calificó como un "show mediático" la supuesta posesión de armas de Venezuela por las Farc, señaló el funcionario que " no me extrañaría que nuevamente sea la súper computadora de Raúl Reyes a la que le aparezca un archivo que tenga alguna configuración extraña", el ministró negó de manera enfática la acusación proveniente desde Colombia.
De igual manera, el canciller Nicolás Maduro enfatizó que las acusaciones hechas por el gobierno de Colombia, sobre la presunta posesión de armas adquiridas por Venezuela en manos de las Farc) tratan de “justificar” el acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos para la instalación de bases militares en el país vecino.
Según el informe colombiano las armas fueron supuestamente halladas en operaciones del Ejército colombiano contra los jefes más buscados de las Farc. Supuestamente en el campamento Gener García "Jhon 40", jefe del Frente 43, estaban escondidos varios lanzacohetes suecos AT-4 que habían sido vendidos en la década de los ochenta a la Fuerza Armada Nacional, específicamente a el Ejército. El presidente Álvaro Uribe ofreció una rueda de prensa desde el Palacio de Nariño donde expresó que "sabemos que los grupos terroristas han adquirido lanzacohetes de marca en los mercados internacionales de armas …hemos elevado nuestra queja a través de los canales diplomáticos ante los respectivos países".

DENUNCIAS REITERADAS
Las denuncias sobre supuestas ventas o suministro de armamento desde nuestro país a los irregulares colombianos, no son nuevas. Iniciándose el mandato del presidente Chávez, los señalamientos en ese sentido provenientes de Colombia, del Departamento de Estado norteamericano y de sectores civiles y militares venezolanos adversos al naciente gobierno, eran reiterados. Sin embargo, las pruebas que demostrasen sin lugar a dudas tal especie, nunca han sido mostradas, a tal punto que el gobierno colombiano no ha roto relaciones con el supuesto Estado agresor que suministra armas a un ejército irregular que tiene por objetivo derrocarlo militarmente.
En los últimos años, la “preocupación” de Washington por la adquisición soberana de Venezuela de diverso tipo de armamento a fin de modernizar el parque de la Fuerza Armada Nacional, ha sido permanente. Por ejemplo, la reciente compra del modelo más avanzado de un cohete antiaéreo portátil ruso ha agudizado el “temor” en Estados Unidos de que “las masivas compras de armas por parte del gobierno del presidente Hugo Chávez acabe en manos de las guerrillas en Colombia”. Según funcionarios federales norteamericanos, presuntamente, “existiría evidencia que altos funcionarios venezolanos ofrecieron a las Farc colombianas armas, dinero y contactos para adquirir misiles antiaéreos portátiles en el 2007”.
A juicio de esas fuentes (nunca aparecen sus rostros haciendo la denuncia), si las Farc logran acceso a este tipo de arma sería una escalada significativa en el conflicto de 45 años en Colombia, donde en años recientes fuerzas gubernamentales han desplegado aviones artillados de apoyo a la infantería, que vuelan a poca velocidad, además de helicópteros, todos en Estados Unidos, para propinar fuertes golpes a los campamentos rebeldes en la selva. Asimismo, una portavoz del Departamento de Estado, Sara Mangiaracina señaló que “nos preocupa (siempre están preocupados) la compra de armas por parte Venezuela, que excede sus necesidades y es potencialmente un factor desestabilizador…los lanzamisiles antiaéreos portátiles que Venezuela le ha comprado a Rusia son sistemas muy modernos y es muy importante que se controlen debidamente para que vayan en otras manos”.

FUSILES Y LANZAMISILES
Washington ha expresado esos “temores” desde hace tiempo sobre la compra de armas por parte de nuestro país, “no puedo imaginarme qué van a hacer con esos cien mil fusiles AK, y no puedo imaginarme que lo que le pueda ocurrir sea bueno para las Américas”, dijo el entonces Secretario de Defensa Donald Rumsfeld en el 2005. Pero, la compra de los lanzamisiles portátiles SA-24, los más modernos del arsenal ruso, es lo que más ha puesto a pensar a la potencia militar del norte. El lanzacohetes, muy liviano, puede derribar blancos a gran altura; el operador lanza el misil y éste sigue al avión automáticamente, es resistente a las contramedidas electrónicas, se puede usar de noche y es fácil de mantener, afirman expertos militares quienes, aseguran, “podrían ser suministrados en número limitado a la guerrilla de las Farc y el ELN, eso sería desastroso para los militares colombianos”. Antes, nuestra FAN tenía lanzamisiles suecos RBS-70 no portátiles y misiles antiaéreos franceses Mistral.
Durante varios meses, la compra por parte de Venezuela de los SA-24 se había mencionado en público sólo una vez y brevemente, en un informe ruso sobre la industria de defensa en el que se mencionaban “planes” de venderlos. Pero, el 19 de Abril de este año, durante el desfile anual de nuestra Fuerzas Armada, el presidente Chávez se esmeró en detener la marcha desde su palco para dirigirse a una unidad de unos 50 soldados que llevaban esos misiles antiaéreos portátiles.
Expresó el mandatario que “hemos decidido hacer este breve alto en el desfile para recalcar la importancia que tiene esta nueva unidad para la soberanía y la defensa del país” dijo Chávez identificando el arma como “SA-24” y explicando sus bondades sobre su velocidad y peso, “somos un país pacífico, la revolución es pacífica …no queremos guerra, pero es necesario que podamos defendernos”. Paralelamente, dirigiéndose al Presidente Chávez, el capitán que dirigía la unidad la describió como “parte del proceso de fortalecer y transformar a nuestras revolucionarias, antiimperialistas y socialistas Fuerza Armada Nacional”.
Para voceros militares norteamericanos como el coronel Bill Costello, del Comando Sur ubicado en Miami, nuestro país no es “una amenaza militar” (para Estados Unidos), sin embargo, “la proliferación de las armas en la región plantea una amenaza de seguridad a largo plazo y cualquier posible transferencia ilegal de esas armas a grupos terroristas como las Farc de Colombia es una fuente de preocupación”.

FUENTES MILITARES
Según fuentes militares (activos y retirados) consultadas por La Razón, se prevén “tiempos difíciles y de conflictos en la región latinoamericana, la tesis de seguridad nacional no ha cambiado en el nuevo gobierno norteamericano con Barack Obama a la cabeza, el complejo militar industrial de Estados Unidos tiene hambre de energía y el Pentágono ya activó un plan complejo y sofisticado para hacerse de petróleo barato y seguro, además, para ellos es indispensable recuperar el control político, militar y económico de toda su región de influencia. Jamás nuestra FAN ha suministrado armamento a la subversión colombiana, la inteligencia militar no ha detectado que algún componente haya dotado de material de guerra a los guerrilleros. Pero sí hemos comprobado que fuerzas militares colombianas dotan de armas a los paramilitares que, un muchas ocasiones, fueron reservistas en el Ejército de ese país”.
Asimismo, fuentes militares de alta credibilidad informaron a La Razón que la inteligencia Israelí (el Mosad) ha asesorado y suministrado armamento a los grupos armados de ultraderecha en Colombia, “las Autodefensas Unidas de Colombia han contado con un gran arsenal, armas y municiones, además de entrenamiento, por parte de las fuerzas militares de Israel. De igual manera, oficiales de alto rango de las Fuerzas Armadas Colombianas han cooperado con las AUC en áreas como inteligencia y logística”. “Militares colombianos y la inteligencia israelí han sido el ‘binomio de oro’ para las AUC; los elementos paramilitares desmovilizados están reagrupándose para esta nueva etapa de agresión contra nuestra seguridad, con el consentimiento y la permisividad del estamento colombiano”.
Sin detallar planes o estrategias, los oficiales reconocen que “ellos (los colombianos) tienen cuatrocientos mil hombres y material de guerra sofisticado, pero nuestra FAN está preparada para repeler cualquier amenaza externa o interna. Ante cualquier ofensiva cercana ya existen los planes y las alianzas para rechazar contundentemente al agresor, Venezuela cuenta con una FAN unida, compacta, patriota, antiimperialista, nacionalista, presta para el combate”. Otro joven oficial puntualiza que “de darse, esta será una guerra de todo el pueblo, uniformado o no, los militares venezolanos somos caribes, guerreros”.
Ante el presente panorama no nos atrevemos a hacer pronósticos sobre lo que nos depara el futuro, pero de lo que sí estamos convencidos es que la coyuntura actual anuncia tiempos nada fáciles para nuestro país y para América Latina.

 

¿Estrategia para controlar la región?
 
Según analistas y expertos en temas militares consultados por La Razón, tanto las denuncias contra nuestro país de que suministra armas a la guerrilla colombiana (hecho sobre el cual no se han presentado pruebas materiales), aunado ello al golpe militar en Honduras y las acusaciones contra el presidente de Ecuador, Rafael Correa, de haber sido financiado en su campaña electoral por las Farc y la instalación de nuevas bases militares y navales en el país vecino, “forman parte de una estrategia muy bien organizada y estructurada desde Washington con el objetivo de controlar toda la región latinoamericana y caribeña hoy bajo gobiernos de corte progresista o socialista.
Afirman los expertos que “la instalación de tres nuevas Bases Militares yanquis es una clara amenaza para todos los países latinoamericanos y sus intentos de gobernarse soberana e independientemente…en total, serían cinco bases con tropas y equipo milita y de comunicaciones de alta tecnología procedente de Estados Unidos que cubrirá en forma terrestre, aérea, marítima y fluvial en todo el territorio de América Latina y el Caribe desde Argentina a la frontera de México, todo ello es una amenaza directa y forman parte del plan estadounidense por recuperar la influencia perdida en el Continente y debilitar los proceso de integración alcanzado en los últimos años”.
Expresan su preocupación pues hay dos objetivos fundamentales en esta estrategia, “Venezuela y Ecuador son, a mediano plazo, las puntas de lanza en una futura agresión militar o en su defecto, el derrocamiento de esos gobiernos como sucedió en Honduras. Se irán acumulando ‘pruebas’ al expediente de los presidentes Chávez y Correa, por ejemplo, venta de armas a la guerrilla colombiana, narcotráfico, desestabilización en la región, lavado de dinero, corrupción, violación de los derechos humanos, protección a terroristas islámicos, todo un dossier preparado por el aparato de inteligencia norteamericano-israelí, al final, buscan imponer por la fuerza gobernantes de las oligarquías latinoamericana fieles a los dictamen de Washington”.
“Las bases militares norteamericanas en Colombia –nos aseguran- son instalaciones bajo el control de Estados Unidos y el acuerdo entre Washington y Bogotá incluye operaciones militares desde esas instalaciones donde se incluye el despegue de aviones hacia todo lo largo del Continente y con los cuales Estados Unidos puede amenazar incluso a Brasil y a Argentina, pero, Venezuela es el primer objetivo por ser considerado nuestro gobierno ‘la amenaza mayor que amenaza la estabilidad de la región suministrando todo tipo de armas a los terroristas de las Farc’. Por otra parte, los oficiales norteamericanos en dichas bases no van aceptar ningún tipo de supervisión en las decisiones cuando se trate de operar en terceros países. Son amenazas de extrema gravedad”.

 

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Semanario LA RAZÓN

www.larazon.net

Caracas, 02.08.2009

 

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