Por Nelson “iPodpelúo” Ramírez

 Leonardo Mascheroni, argentino nacionalizado norteamericano, experto en armas nucleares, ha confesado que celebró tratos con el gobierno de Hugo Chávez para la fabricación de una bomba atómica bolivariana.

Nos imaginamos al célebre espía Salazar, en Los Álamos, California, en misión “ultrasecreta”, de los gobiernos de Irán y Venezuela, intentando sobornar a Mascheroni. Todo, para que éste  fabricase los artefactos nucleares que borrarían del mapa a los judíos -porque ese es el sueño nada oculto de Mahmoud Ahmadeniyad- y a los venezolanos -porque ese es el sueño nada oculto de Chávez, a tenor de sus paupérrimas ejecutorias como Presidente:

- Yo,  “súperagente”, tú físico nuclear –le diría en medio del mayor sigilo Salazar-  “anser-tú-me, pliss, ¿Tú, poder producir megatones para acabar con judíos y rematar a venezolanos?

-¡Pero che! ¡Si tenés frente a ti al mejor físico nuclear del Mundo y sus alrededores! ¿Cuántas bombas querés, macho? ¿200, 500? ¿Para cuándo las querés, para esta tarde o para mañana? Y por cierto, che, ¿Para qué me hablás en ese inglés tarzaneao, si yo domino el castellano mejor que Andrés Bello y Nebrija juntos?

                Indicios, graves, plurales y concordantes. Así llaman los abogados cuando calzan, cuando encajan, varias piezas del rompecabezas de culpabilidad criminal. Ahora las piezas del proyecto de genocidio del mencionado par de homicidas siguen encajando.

Mahmoud Ahmadeniyad, asesino y chacal de siete suelas -durante la guerra contra Iraq, Ahmadeniyad enviaba niños compatriotas a barrer, con sus cuerpecitos, las minas enemigas- ha venido siendo acusado de enriquecer uranio con fines inconfesables. En cuanto a su compinche venezolano, con manos no menos tintas en sangre, es pública y notoria su comezón, su picazón, su furor vaginal, por el enriquecimiento mineral, vegetal, pero sobre todo, enriquecimiento bestial de su propio bolsillo, esto, conjuntamente, con su padre, madre, hermanos, hijos y espíritu santo.

Las confesiones de Mascheroti, rendidas ante el Buró Federal de Inteligencia gringa, FBI, en inglés, corroboran lo que todos sabíamos. Esa pretendida fábrica iraní de bicicletas del Alto Apure, ese puente aéreo con Teherán, esos hipotéticos acuerdos para ensamblar autos, esa falsa fraternidad entre dos jefes de Estado tan poco creyentes de la fraternidad, no son más que caballos de Troya para el asesinato masivo.

Todo para concluir que, las remociones de Chávez y de Ahmadeniyad, de problemas locales se han convertido en asunto de salubridad internacional. Sin embargo, siempre que no se demore demasiado la salida de semejante bribón los venezolanos, todavía, podemos dormir tranquilos. Me parece verlo y oírlo, todo: 

Son las 2:45 de la madrugada. El encuentro ha sido concertado en el patio trasero de una fábrica californiana abandonada, lejos de las miradas indiscretas de la CÍA, el FBI y de varios escuadrones anticorrupción, porque al final, todo esto del complot nuclear no pasó de eso: un nuevo capítulo de la corrupción que campea fueros en Miraflores.

- Aquí tenés los croquis de la bomba atómica ¿Me trajiste, los dólares, che?

- Sí, te traje los 40 mil que te mandaron….

- ¡Pero, che, si Hugo, me dijo que había sacado ocho millones de la partida secreta para enviármelos por intermedio de Carrizales!

- Caramba, pero Carrizales me dijo que a él, quien le entregó el paquetito, fue Ramírez, el “hombre” de Pdvsa y que a éste, a su vez, se los había dado “Dios-dado”…

Al final, las presuntas fórmulas ultrasecretas del artefacto nuclear bolivariano, resultaron unas copias chimbas que se consiguen en Google. De los 40 mil dólares que le pagaron al argentino, 20 mil eran billetes falsos y aun así, diez mil se los escamoteó, en un descuido, el espía Salazar cuando realizaban el canje del dinero por los  pretendidos croquis.

 Los venezolanos se podrán convencer, con este episodio arrancado de la vida misma, porqué no hay agua, no hay luz eléctrica, no hay azúcar, vehículos, repuestos, ni papel toalé.

¡Qué megatones argentino-iraní-venezolanos! La bomba radioactiva que nos está matando, es la bomba atómica del superchoreo bolivariano.

http://enopinion.tripod.com

.

.

----------------------------------------------------------------------------

SUSCRÍBASE GRATUITAMENTE A NUESTRO "SERVICIO DE NOTICIAS" POR CORREO ELECTRÓNICO:

Entre a nuestra página de INICIO enfoques365.net y coloque su dirección de correo electrónico en el recuadro "SUS NOTICIAS EN SU E MAIL". Siga las instrucciones y recibirá diariamente boletines con las diez informaciones del momento, a las 6 am. y 6 pm.