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El más reciente resbalón gubernamental, es ejemplo de lo que el autoritarismo es. Nos referimos a la restricción de horarios en los centros comerciales, impuesta unidireccionalmente, sin consultar con nadie, desde el ministerio de Energía Eléctrica.

La arbitraria medida -que pudo tomarse correctamente en consulta democrática y técnica con la Cámara de Venezolana de Centros Comerciales, el Colegio de Ingenieros de Venezuela y varias universidades con especialistas del área- resultó con una brutal consecuencia que tanto el público como los empresarios afectados rechazaron con sobradas razones: los centros comerciales y la amplia y moderna gama de actividades que ofrecen al público, fueron "cerrados" (como le gusta al gobierno) hasta las once de la mañana y a partir de las nueve de la noche, bajo amenaza de sanciones gubernamentales.

Bastó un día, el primero, de tal caos, para que el vicepresidente ejecutivo de la República, Ramón Carrizalez, y el ministro Ángel Rodríguez convocaran a los empresarios a una reunión "urgente". ¡Toda una ridiculez!, que pudo evitarse con suficiente y apropiada consulta, antes de meter la pata que metieron con el fulano decreto que impuso la desconsiderada restricción a partir del lunes 4 de enero.

"La resolución... fue mal interpretada", espetó el ministro Rodríguez, y el vicepresidente Carrizalez aseguró que los propietarios de centros comerciales están de acuerdo con el plan de ahorro, pero... "salvo unas aclaratorias". Como siempre, son incapacez de reconocer su propia torpeza. Así han gobernado durante once años, menospreciando la opinión nacional, los intrereses de los diversos factores de la comunidad.

Chávez y su gobierno son así, autoritarios, arbitrarios, incompetentes. Esto de los centros comerciales ha sido una muestra excepcional, pública y notoria, del fracaso gubernamental; tanto, que tuvieron que dar marcha atrás, bajo consulta forzada.

En general, nadie puede estar en contra del uso racional de la energía eléctrica ni de la temporal restricción de servicios para ahorros adicionales en condiciones de contingencia. Por el contrario, todos estamos dispuestos a cooperar en situaciones críticas, independientemente de que las causas de la crisis no sean tan "naturales" como el "fenómeno del Niño", que es otro tema, el más importante: imprevisión, incompetencia, corrupción, desprecio de la capacidad profesional y empresarial del país y arbitrariedades ridículas que han deteriorado el sistema eléctrico nacional.

Chávez y su gobierno volvieron a quedar desnudos en su incompetencia, ante el país y el mundo. Carrizalez y Rodríguez fueron simples "pagapeos", como llamaban a las esclavas de la godarria caraqueña en la época colonial./ MIM

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