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Por Reuben Morales

Independientemente de estar a favor del "Sí" o del "No" para las próximas elecciones sobre la enmienda para la reelección continua, quisiera compartir una neurosis que tengo con ustedes: ¡estoy saturado de la publicidad del "Sí"! ¡Hasta cuando! Sales a la calle y ves vallas del "Sí", escuchas la radio y escuchas cuñas por el "Sí", bajas a una estación del Metro y está forrada de "Sí", te pones a ver barajitas de béisbol, te encuentras con la de Magglio Ordoñez y te acuerdas del "Sí".

La estrategia es obvia. El gobierno ha querido cercarnos con puras vallas del "Sí" para que se nos tatúe en el inconsciente y el día de las elecciones el dedo se nos vaya involuntariamente a la opción del "Sí". ¿Creen que es mentira? Si no, vean cuántas veces he escrito la palabra "Sí" inconscientemente en este artículo. Pronto voy a comenzar a pensar que escribir "Sí" con una tilde es un error ortográfico, pues debería llevar encima una estrellita socialista como la de la cuña.

¿Y el "No"? A decir verdad, esta opción pareciera tener poca presencia publicitaria. Sin embargo, lo cierto es que la gente del "No" se ingenió una campaña mucho más poderosa: la del "boca a boca", lo cual ha resultado en todo un fenómeno mucho más intenso que el "Sí".

Fíjense, cuando salgo de mi casa y le pregunto al vigilante si llegó el estado de cuenta de la tarjeta, me dice "no". Cuando voy al mercado y pregunto si hay café, me dicen "no". Las veces que mi familia pregunta si hay pasaportes, les responden "no". Al querer ver un programa en televisión, le pregunto a mi papá "¿ya se terminó la cadena?" y me dice "no". Si se va la luz en Caracas, llamo a mis tíos en Barquisimeto para preguntarles si hay luz y responden "no".

Y eso, apenas, es lo más obvio porque estos de la oposición ni si quiera respetan el terreno íntimo a la hora de hacer propaganda. Siempre que le pregunto a una mujer si quiere ser mi novia, me responde "no". Cuando voy a una tienda y pregunto si hay zapatos de mi talla (porque calzo 50, aunque no lo crean), me responden "no". ¡Es un acoso, vale! ¿Por qué nadie ha tenido los guáramos de ir al CNE para denunciar este ventajismo a favor del "No"? ¡Despierten, compatriotas! ¿Hasta cuando seguiremos calándonos estos ventajismos electorales?

La verdad es que no sé. Esperemos que se corrijan algún día o que las pueda corregir usted a través de su voto el próximo domingo 15 de febrero. Sólo le pido que vote por lo que le dicta el corazón y la conciencia, mire que con este artículo no buscamos obligarlo a nada, no buscamos tomar partido y no buscamos inducirle alguna opción. ¡No, no, no! ¡Nada de eso! Sólo salga a votar y trate de pensar en el colectivo primero (un nuevo colectivo que toma su nombre del Negro Primero).