Por Matthew Berger y Eli Clifton
Washington, 13 abr. (IPS).- Organizaciones no gubernamentales (ONG) se mostraron esperanzadas y elogiaron al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por sus esfuerzos contra la proliferación atómica.
El lunes comenzó en la capital estadounidense la Cumbre sobre Seguridad Nuclear, con representantes de 47 países, 38 de ellos jefes de Estado o de gobierno. Uno de los objetivos del encuentro es acordar mecanismos para impedir que material nuclear caiga en manos de terroristas.
Por su parte, activistas y académicos realizaron una cumbre paralela sobre el mismo tema a unas cuadras del Washington Convention Center, donde están reunidos los mandatarios hasta este martes.
Tradicionalmente, la mayoría de las ONG se han concentrado en la más amplia meta de la no proliferación y la reducción de los arsenales nucleares, temas abordados por Obama y otros líderes en los últimos días, pero que no han sido aún discutidos directamente en las conversaciones de esta semana.
Grupos de la sociedad civil y expertos en la reunión paralela entendieron que existía una conexión entre la importancia de poner bajo resguardo materiales atómicos vulnerables y la necesidad de reducir las existencias de este tipo de armas.
El primer logro concreto en la cumbre convocada por Obama se produjo cuando Ucrania prometió el lunes eliminar sus reservas de uranio enriquecido, que se cree serían suficientes para fabricar "varias armas".
El presidente estadounidense había ya fijado la principal meta de la cumbre en un discurso en Praga hace un año: "Resguardar todo el material nuclear vulnerable alrededor del mundo en cuatro años".
En ese discurso, también planteó una estrategia para alcanzar el objetivo. Estados Unidos, dijo, establecería nuevos estándares, expandiría su cooperación con Rusia y procuraría nuevas alianzas para mantener bajo control los materiales atómicos. En estas dos semanas se han constatado progresos en ese camino.
De regreso a Praga el jueves pasado, Obama y su par ruso Dmitri Medvédev firmaron un nuevo Tratado para la Reducción de Armas Estratégicas (START, por sus siglas en inglés). El acuerdo compromete a ambos gobiernos a disminuir un tercio sus reservas atómicas y bajar el número de sus respectivas ojivas a 1.550.
El día previo, la Casa Blanca había divulgado una nueva Revisión de la Postura Nuclear (exigida por el Congreso legislativo a cada administración), en la que se comprometió a no usar armas atómicas contra los estados que respeten el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), a no fabricar ni probar nuevas ojivas y a procurar la ratificación en el Senado del Tratado para la Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCEN).
Poner bajo resguardo las armas nucleares "es la primera parte de la agenda de seguridad atómica", dijo a IPS la co-presidenta del Grupo de Trabajo sobre Materiales Fisibles, Alexandra Toma.
"La segunda es el fortalecimiento del régimen de no proliferación, y eso va a ocurrir el mes próximo. La tercera parte es el desarme, que es lo que hemos estado viendo con el START y esperemos que con el TPCEN si se concreta el año próximo", añadió.
Por su parte, la presidenta del Connect U.S. Fund, Nancy Soderberg, señaló: "Es una agenda muy, muy cargada. Cuando analicemos a la administración de Obama dentro de cuatro años, el cambio en el debate sobre no proliferación nuclear habrá sido uno de sus mayores logros".
"Se trata de un gran viraje respecto del gobierno de (George W.) Bush (2001-2009), que objetó mucho este tipo de esfuerzos internacionales y entendía que podía seguir su propio camino", dijo a IPS.
"Hay un creciente reconocimiento de que se necesita el liderazgo estadounidense para conducir el debate y eso es difícil, por lo cual no va a ocurrir de la noche a la mañana", añadió.
El primer día de la cumbre, Obama se reunió en forma particular con varios de los líderes que llegaron a Washington. El encuentro más significativo fue con su par de China, Hu Jintao, con quien habría discutido posibles sanciones a Irán, país que lleva adelante un polémico programa de desarrollo nuclear y que tiene importantes vínculos económicos con Beijing.
La próxima conferencia para la revisión del TNP será realizada en mayo, en la sede de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York.
El lunes, líderes de las ONG no tuvieron miedo en expresar sus altas expectativas para la actual y la próxima reunión sobre desarme, particularmente a la luz del aparente compromiso del presidente estadounidense.
"Obama realmente le ha dado aire nuevo a la participación multilateral y ha elevado las apuestas. Al convocar la cumbre aquí en Washington está obligando a muchos países a realmente concentrase en el tema y a asumir un compromiso", dijo a IPS el director de programas de seguridad y sostenibilidad de la organización Global Green USA, Paul F. Walker.
"Esto realmente va a ser una medalla en la solapa de Obama, y una gran medalla en la solapa de otros países conforme vayan asumiendo sus responsabilidades ante el artículo seis (del TNP), en el que todos las naciones con poderío atómico se comprometen al desarme", agregó.
"En la revisión de la postura nuclear de la semana pasada no vimos un gran cambio, sino un sólido y buen paso para modificar la política atómica de Estados Unidos hacia el resto del mundo. Vimos la firma del START esta semana y vemos la cumbre. Por tanto, creo que todo va cobrando velocidad de cara a la conferencia de revisión del TNP", dijo esperanzado Toma.
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