Caracas, 01 May. ABN.- Imágenes de satélite indican que la mancha de petróleo que amenaza la costa estadounidense triplicó su tamaño en apenas un día, según reporta la BBC en su portal de Internet.
Un corresponsal de la televisora pública británica dijo que una capa aceitosa empieza a llegar a las playas del estado de Luisiana y los fuertes vientos mueven algunas de las barreras emplazadas a lo largo de la costa para intentar contener la mancha.
El derrame de petróleo, originado en un pozo submarino de la empresa británica British Petroleum (BP), empieza a afectar la producción en el Golfo de México. Dos plataformas de gas suspendieron sus operaciones y una fue evacuada.
El presidente estadounidense, Barack Obama, planea visitar el área este domingo. Su Gobierno desplegó una operación para evitar que el derrame de crudo cause un desastre ecológico sin precedentes para muchos, pero las acciones emprendidas fracasaron, hasta el momento.
El petróleo fluye a razón de 5 mil barriles diarios (955 mil litros).
Dos aviones Hércules C-130 de la Fuerza Aérea se preparan en el vecino estado de Mississipi para sobrevolar el Lago Charles y rociar químicos inhibidores de petróleo, de ser necesario.
Además, Obama anunció que mil 900 trabajadores están en la zona para lidiar con emergencias, así como más de 300 barcos y aviones.
Los temores aumentan a medida que el petróleo sigue manando copiosamente de un pozo submarino frente a las costas de Luisiana, en el Golfo de México, luego de que el martes 20 de abril explotara y se hundiera la plataforma Deepwater Horizon, de la BP.
Las condiciones meteorológicas no son muy alentadoras y amenazan con obstaculizar la operación.
El servicio meteorológico nacional de Estados Unidos informó que los vientos fuertes pueden empujar el crudo hacia las ensenadas, lagos y lagunas en el sureste de Luisiana durante el fin de semana.
La Guardia Costera desplegó miles de metros de barreras absorbentes a lo largo de la ribera de los estados en riesgo, pero las mareas las impulsan hacia la costa.
Debido a que los robots submarinos no lograron activar una válvula para frenar la fuga en el lecho marino, BP espera ahora cubrir el pozo con un gigantesco embudo invertido que debe capturar el crudo y canalizarlo a un tanquero en la superficie.
Pero ese esquema demora cuatro semanas para su instalación. Para ese momento, podrían haberse vertido más de 150 mil barriles.
Luisiana, Florida y Alabama declararon el estado de emergencia por la amenaza ambiental.
Según los expertos, esto podría convertirse en el peor desastre ecológico de Estados Unidos, ya que las costas del Golfo y sus manglares -terrenos bajos pantanosos inundados por agua marina- son el hogar de numerosas especies de animales, como manatíes, tortugas marinas, delfines, ballenas, marsopas y pelícanos.
Además, es una de las zonas de pesca más ricas del mundo, repleta de mariscos, ostras, mejillones, cangrejos y múltiples especies de peces. La industria marítima está valuada en mil 800 millones de dólares.
El incidente forzó a Obama a frenar su programa de expansión de las perforaciones petroleras costa afuera.
Si bien aún se desconocen las causas del incidente, las críticas a BP aumentan, en reclamo de un mayor compromiso y acción para detener la pérdida de crudo.
En una declaración de la Casa Blanca, Obama dijo que, en última instancia, la empresa es la 'responsable (...) de pagar los costos de la respuesta y de las operaciones de limpieza'.
La secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, voló este viernes a Luisiana y urgió a BP a comprometerse en ayudar lo máximo posible.
El presidente ejecutivo de la petrolera, Tony Hayward, dijo este viernes que la firma asumirá toda la responsabilidad y que pagará los reclamos legítimos relacionados con el derrame.
Luego de la explosión de la plataforma, desaparecieron once trabajadores que las autoridades dan por muertos.
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