May. 08 (TeleSUR).- La nueva presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, recibió este sábado el traspaso de la presidencia de la nación centroamericana de manos de, Óscar Arias, en medio de una marcha pacífica integrada por trabajadores de los puertos del Caribe, miembros del Partido Socialista de los Trabajadores y estudiantes, en las cercanías del Parque La Sabana, donde se celebró el traspaso de poder.

Los organizadores de la marcha protestaban en contra de ciertas políticas del gobierno saliente, y que podrían ser mantenidas por Chinchilla, como un proyecto minero a cielo abierto en la zona norte del país, la concesión de los puertos caribeños y un proyecto para establecer un salario único en el sector público.

Durante su acto de investidura, Chinchilla prometió escuchar y deliberar con todos los costarricenses durante los cuatro años de mandato que hoy comienza, en un discurso en el que también manifestó su propósito de actuar con humildad, honestidad y firmeza.

Chinchilla, de 51 años, ha prometido frenar la inseguridad y el narcotráfico, reducir la pobreza, dar prioridad al crecimiento económico de la nación y bajar los niveles de desempleo, que se han duplicado en los últimos años.

Por su parte, el mandatario saliente aseguró que la administración de la politóloga seguirá "el camino que hemos señalado". Por otro lado, indicó que se está cumpliendo "el sueño mío de que una mujer ocupara la presidencia de la República".

La politóloga ganó las elecciones del pasado 7 de febrero, respaldada por el Partido de la Liberación Nacional (PLN), con el 47 por ciento de los votos y este sábado, en compañía de más de 70 delegaciones del mundo, recibió el mando de la democracia más antigua y estable de Centroamérica

Unos 15 mil costarricenses, entre adultos y niños, acudieron al  parque, entre ellas Maricruz Villegas, quien indicó que "para nosotros es un orgullo, un placer tener por vez primera en Costa Rica a una mujer que nos represente en tan alto poder".

"Creemos que la seguridad ciudadana debería ser la principal" tarea de la mandataria, agregó.

El público tuvo que llegar cerca de las 07H00 locales para pasar los controles de seguridad, tomar sillas, y tomar los paraguas que repartieron los organizadores del evento para taparse del ardiente sol. Sólo los invitados especiales y parte del público se sentaron en gradas techadas.

En su primer discurso como presidenta de Costa Rica, Chinchilla prometió "servir con humildad, honestidad y firmeza" durante estos cuatro años.

La nueva mandataria afirmó que "nadie debe pretender el monopolio de la verdad" y agregó que "mi gobierno se esforzará por ser de todos y todas".

La investidura como gobernante se dio antes de lo previsto, pues estaba planeado que fuera en horas del medio día, pero por motivos que no se informaron se adelantó el acto.

La juramentación de Chincilla estuvo a cargo del presidente del Congreso, Luis Gerardo Villanueva, quien le deseó "éxito al asumir su mandato" y aprovechó la ocasión para hacer un llamado a los diputados a dejar "cálculos individuales" y apoyar a la presidenta a impulsar el desarrollo del país.

Prometió que la Asamblea Legislativa contribuirá con los retos del nuevo gobierno en estos cuatro años, entre ellos, la seguridad y la generación de empleo.

Chinchilla asume el gobierno en un escenario de déficit fiscal que podría superar el cinco por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de este año.

Asimismo, se prevé una movilización de grupos sociales contra la privatización de los puertos, medidas de ajuste económico y un proyecto de minería de cielo abierto, autorizado por el ex presidente Arias.

 

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