Por Antonio José Monagas
La interrogante que intitula la presente disertación, no resulta de hipótesis fortuita alguna. Tampoco del azar. Aunque si está determinada por una complicada causalidad que tiene explicación no sólo en la praxis de gobierno hasta ahora pretendida. También, en la metodología gubernamental acusada para enfrentar desavenencias propias de convulsiones que derivan de precariedades de toda índole sobre las cuales se debate la gestión pública en su populista devenir. Particularmente, porque equivoca el sentido del proyecto político a ser cometido toda vez que desdeña el significado e injerencia de la ciencia y la tecnología como factores contundentes del desarrollo económico y social de la Nación, entre otros.
Aún cuando dicha situación no es nueva su impacto, paradójicamente, se ha acentuado en los años que van del actual decenio en los albores del siglo XXI. El problema de diferir el desarrollo, necesidad ésta exaltada como objetivo prioritario a alcanzar en lo apuntado por los planes de la Nación, contradictoriamente se transmutó mediante conversión directa a criterio de gobierno reivindicado con la garra de la demagogia, característica básica del cuestionado populismo. Pero que, sin embargo, primó todos los niveles del proceso de elaboración y toma de decisiones del alto gobierno.
Con el tiempo, fue agudizándose la brecha entre el discurso y las realidades. Se hizo más evidente la diferenciación entre la promesa y los hechos lo cual devino en profundizar la crisis política, económica y social que venía arrastrándose a consecuencias de escisiones, mezquindades y resquebrajamientos adoptadas como políticas de gobierno para definir el orden (o desorden) de los correspondientes procesos.
La planificación se tradujo en pesada burocracia que apenas alcanzó sus propósitos cuando de aludir y exaltar el plan de la nación se trataba. Especialmente, llegado el momento de presentarlo al cuerpo legislativo. Sencillamente, por requerimiento constitucional. Hasta ahí el plan tiene presencia como órgano de gobierno. Lo que de inmediato sigue, está marcado por el choque que se ha dado entre las necesidades y los recursos. Tanto como por la disyuntiva que se plantea entre la micro política, cargada por el inmediatismo y el vulgar proselitismo que acompaña todo acto del proceder de gobierno. Y la macro política, inducida por la atención hacia problemas económicos terminales del sistema social: marginalidad social, degradación del ambiente, desempleo, ocupación irracional del espacio, distribución del ingreso, etc.
Las ideas que depararon pertinentes propuestas de desarrollo con sentido de las oportunidades y comprensión del momento histórico, fueron relegándose por coyunturas que ningún provecho trajeron al país. Por el contrario, se dio paso a esquemas de una presunta reconstrucción basada en infundadas motivaciones ideológicas que sólo apostaron a metas equivocadas imponiéndose finalmente un modelo de gobierno que decidió derrumbar todo el país en nombre de erradas expectativas. Y en ese punto se ha quedado Venezuela. O sea, estancada hasta que revivan fuerzas que, con ideas exitosas, desplacen la modorra que carcome la institucionalidad democrática. Y por tanto, los esfuerzos de desarrollo nacional. ¿Se entendió por qué no hay desarrollo?
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VENTANA DE PAPEL
VENTA DE LIBROS USADOS MARCÓ NUEVO RECORD
Los espacios de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad de Los Andes sirvieron de escenario a un evento muy particular relacionado con la venta de libros usados. En términos de tan interesante idea, un entusiasta grupo de docentes universitarios organizó la segunda Feria del Libro Usado. De esta forma, pudieron darse cita cientos de personas quienes se mostraron seducidas por libros de distinto orden en cuanto a temática, editorial, impresión y diseño copando así el lugar universitario que dio cabida a casi una veintena de expositores quienes brindaran la oportunidad de poner a la mano importantes libros ya agotados a nivel de librerías formales. Alrededor de dicho evento, se dictaron conferencias, amenas charlas y emotivos conciertos de música nacional lo cual realzó más aún la calidad de esta segunda Feria del Libro Usado. En la persona del profesor Roberto Chacón, recayó la responsabilidad de llevar adelante tan especial reunión de libreros venidos de todo el país. Indiscutiblemente, esta nueva feria de la intelectualidad destacó el papel de la Universidad de Los Andes como rectora de procesos educativos enmarcados por valores de libertad, democracia y pluralidad de toda índole. ¡Felicitaciones por tan decidido esfuerzo!
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DEPRESIÓN EDUCATIVA EN CIERNES
La agresión gubernamental expuesta a través de la gestión del ministro de Educación Superior, está conmocionando el devenir de las universidades nacionales. Particularmente, de las universidades que fundamentan su funcionalidad en la autonomía tal como lo determina la Constitución de la República. Las medidas, que no son políticas públicas, asumidas por el personaje de marras, vienen causando una depresión en la educación universitaria. El asedio es inusitado, al extremo que sus órdenes han movilizado una violencia socarrona, pero que como violencia al fin, incita reacciones que se contraponen con el debido respeto por la autonomía universitaria y las correspondientes libertades académicas. Paradójicamente, desde el alto gobierno está induciéndose un grave descomposición institucional para lo cual se estimula insultos a quien critica acompañados de amenazas de intervención. Todas, expresiones de la misma incapacidad y cinismo gubernamental toda vez que está imponiéndose un gobierno que sólo dialoga consigo mismo. Como dijera Luís Bravo, de la Universidad Central de Venezuela, “en lugar de tenderle la mano a los consensos urgentes, se estimulan malas copias de la insurgencia guerrillera de los sesentas y setentas para que muerdan las manos de quienes hacen lo que pueden para que la Universidad venezolana no termine por convertirse en mero liceo militar”
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“EL ARTE DEL SOÑADOR”
Desde Valera, el poeta popular Régulo José Santos, incita hermosas reflexiones con la idea de cambiar posturas de falsa comodidad por actitudes que hagan despertar al país de torcidas ilusiones toda vez que el gobierno busca vender una imagen de país que en nada se corresponde con las realidades clamadas desde lo más recóndito del corazón del pueblo democrático. Así plantea a sus amigos, que “si muero tras lo avatares de la envidia no merezco ser recordado por la historia menos reseñar un tabloide en el libro de la crónicas. Reconozco los fracasos y experiencias que fortalecieron los aprendizajes obtenidos más ningún prospecto plausible ni dantesco vilipendio en anarquía. Acciones bándalas ni vejámenes ineludibles son execrables pautadas a un pasado inerte. ¡La virtud no tiene custodios! Creo no perder el tiempo dando a conocer el arte que profeso a los lectores, si vituperan en afirmar que soy un desparpajo en la escena rutinaria... Sabrán que emprendo ideas heroicas sin llamar a lo abyecto. ¡La honra no consiste en ser recordado! Depravación del espíritu que unifica las cadenas como vínculo social, renacer en clamor genuino para concatenar la fibra universal a los hijos del círculo soberano y que el encono y la venganza desaparezcan del seno patrio”
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¿HACIA DÓNDE CONDUCEN A VENEZUELA?
Es una pregunta que muchos se hacen. Pero también, muchos se quedan sin poder responderse. O sin querer hacerlo, lo cual es otra cosa. En todo caso, vale repreguntarse ¿hacia dónde este gobierno quiere llevar a Venezuela? Ellos dicen que hacia el socialismo del siglo XXI. Sólo que no tienen todavía una definición que convenza sobre lo que es ese invento de “Aló, Presidente”. Por lo que puede inferirse, el país ha venido siendo objeto de marchas y contramarchas que a ningún sitio adelante ha llegado. Por el contrario, ha ido hacia atrás. Basta con comparar índices económicos entre antes y después de Chávez para concluir con tan triste verdad. En lo político, ha sido peor. Y no es difícil reconocerlo pues “para muestra, basta un botón”. Las expropiaciones sin fundamentos necesarios y suficientes, la creación de absurdos órganos de gobierno con intenciones de exclusión y condena política. El establecimiento de cuerpos paramilitares no considerados constitucionalmente pero que habrán de servir a generar malestar, angustias y posibles choques con sectores militares institucionales. Con tristeza hay que decir que a Venezuela quieren convertirla en un nauseabundo cuartel donde las leyes se hacen con fusiles y se firman con represión, sin libertades. Mucho menos, con criterios de justicia social y democracia. Entonces, ¿hacia dónde están arrastrando al país? Contéstese usted ahora.
Mérida, 23.03.2010
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