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Por Ariel Bargach I, Enviado especial
Bogotá, 01 Jun (Télam).- Colombia amaneció el lunes con la ratificación de las dos certezas salientes de las elecciones del domingo: que para Santos la presidencia de la Nación está a un paso y que las consultoras deberán revisar sus métodos de encuestas, atento a lo lejos que estuvieron sus vaticinios de los resultados.
Diarios, canales de TV y emisoras de radio cuestionaron severamente la tarea de las encuestadoras, que habían pronosticado un empate técnico o diferencias muy pequeñas entre los candidatos de los partidos de la U y Verde, que terminaron separados por 25 puntos a favor de Santos.
Por disposición electoral, las empresas sólo pueden difundir sondeos hasta ocho días antes de los comicios y, en esta campaña, por ejemplo, los últimos relevamientos fueron anteriores a los tres últimos debates televisados entre los candidatos.
“Tomamos la última fotografía hace 13 días, cuando faltaban 500 metros para la meta; si nos dejaran tomar la última fotografía a dos o tres metros, el resultado sería distinto", explicó Carlos Valderrama, de la firma Datextco.
En la misma línea, el encuestador Napoleón Franco consideró que "se perdieron siete días de seguimiento", evaluó que "no puede hablarse de margen de error una semana antes" y hasta defendió los resultados porque "las encuestas fueron fundamentales para algunos cambios de estrategia".
Reclamó, además, volver a la legislación anterior sobre difusión de sondeos. El gerente de Invamer-Gallup, Jorge Londoño, en tanto, señaló a Télam que "en las últimas semanas se veía una baja de Mockus en las ciudades principales y un repunte significativo de Santos en las capitales", y atribuyó algunas las variaciones al llamado "voto-opinión", que es el que no está atado a partidos ni redes.
"Quedó más o menos 30 por ciento de los votos para ser captados y en política, a veces, los partidos funcionan como cuerpos celestes: los más fuertes tienen mayor poder de atraccción", remarcó Londoño.
Para el politólogo Jorge Bustamante, del Instituto de Pensamiento Liberal, las encuestas "polarizaron una elección que no estaba polarizada" y no acertaron "en nada, salvo en que había elecciones".
A su turno, Arlene Tickner, del Instituto de Políticas de la Universidad Nacional, señaló a Télam que los sondeos "no están reflejando el clima político del país, porque es difícil creer que la opinión pública sea tan volátil".
La amplia diferencia que logró Santos (46 a 21 por ciento) también relativiza el peso de las demás fuerzas, porque, aunque lograron porcentajes nada despreciables para un ballottage, la ventaja es tan amplia que parece imposible de descontar antes del 20 de junio.
Con todo, el 10 por ciento de Germán Vargas Lleras, de Cambio Radical; el 9 por ciento de Gustavo Petro, del Polo Democrático; el 6 de la conservadora Noemí Sanín, y el 4 del liberal Rafael Pardo serán codiciados y esta misma semana empezarán negociaciones, por un lado, y reuniones internas, por el otro, para que estos partidos decidan sus pasos.
Esa misma ventaja empujó a senadores oficialistas a pedir que Mockus renunciara a la segunda vuelta de modo de no generar un gasto extra y poder destinar esos fondos a escuelas.
"Le sugiero a Mockus, quien merece todo el respeto, él y sus ideas, que haciendo eco a su propuesta le ahorre a los colombianos los miles de millones de la segunda vuelta retirando su nombre ante la realidad irreversible", sostuvo el senador electo Roy Barreras.
Su par Armando Benedetti se subió al precepto verde de que "los recursos públicos son sagrados" para evaluar que "debe retirarse, para hacer 20 colegios con ese dinero". Mockus no sólo rechazó esa chance sino que, en sus primeras declaraciones como candidato al ballottage, anunció que iniciará la búsqueda de alianzas y destacó que su partido tiene "tres semanas para buscar alternativas" de modo de alentar un triunfo que "no es probable, pero es posible".
Además de acuerdos con fuerzas menores, parece claro que Mockus tendrá que reforzar su organización para enfrentar al "aparato" oficialista, conseguir una mayor presencia de los jóvenes que votan por primera vez y balancear el peso de los "caciques" territoriales y legisladores en las regiones.
Aún con la desventaja de 25 puntos, el ex alcalde de Bogotá se dio el lujo de rechazar la propuesta de gobierno de unidad que lanzó Santos anoche mismo. "Me veo mejor ejerciendo como oposición", explicó Mockus.
Santos, en tanto, mantuvo su línea de hablar como si fuera presidente electo y si el domingo le dedicó el triunfo a Uribe, este lunes fue a la Casa de Nariño a tributarle en persona la victoria, un rato después de insistir con que un gobierno de unidad "puede generar un salto hacia objetivos ambiciosos".
Por radio, Santos reiteró que trabajará para mejorar las relaciones con Ecuador y Venezuela, y prometió trabajo en equipo porque "las inteligencias colectivas son mucho mejor que las individuales".
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