Londres, 21 dic (EFE).- La asistencia a los servicios dominicales de la Iglesia de Inglaterra caerá a mediados de siglo a un 10 por ciento de sus niveles actuales, según advierte un sondeo británico.
Según una previsión de Christian Research, división estadística de la Sociedad Bíblica, para el año 2050, menos de 88.000 personas asistirán a misa en todo el país, frente a poco menos de un millón en la actualidad.
De continuar la actual tendencia, para el año 2030, sólo 419.000 fieles asistirán a ese tipo de servicios, para el 2040 serán 217.200 y diez años después la cifra será de sólo 87.800.
La propia Iglesia Anglicana rechaza, sin embargo, esas estadísticas con el argumento de que no tienen en cuenta nuevas formas de adoración de los fieles al margen de la red eclesiástica convencional.
Según Keith Porteous-Wood, de la National Secular Society, "la frecuentación de las iglesias ha ido disminuyendo en todo el Reino Unido desde hace ya sesenta años, en todas las denominaciones y los grupos de edad si se exceptúa a los mayores de 65 años".
---------
Aumentan las presiones para separar a la Iglesia del Estado
Londres, 21 dic (EFE).- El Gobierno británico está sometido a las fuertes presiones de su propio partido Laborista para que proponga al Parlamento la separación de la Iglesia del Estado, informa hoy el dominical "The Sunday Telegraph".
El propio arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, dijo la pasada semana que una eventual separación "no sería el fin del mundo".
Tres ex miembros del Gobierno laborista han apoyado públicamente esa idea, y según uno de ellos, una mayoría de los diputados laboristas está a favor de poner fin a la posición de privilegio que tiene la Iglesia Anglicana desde la Reforma.
Mientras tanto, la oposición conservadora acusa a los laboristas de intentar desmontar a hurtadillas la posición de la Iglesia y ha pedido aclaración sobre un informe elaborado por el Gobierno sobre la posibilidad de reformar un elemento de la ley de 1701 que prohíbe a un católico ocupar el trono británico.
Entre los partidarios de esa separación están David Cairns, ex sacerdote católico que dimitió hace dos meses del Ministerio para Escocia, Alun Michael, ex ministro para Gales y Peter Kilfoyle, ex secretario de Estado de Defensa.
Según Cairns, "es insostenible que a estas alturas si el heredero del trono quisiese casarse con una católica apostólica romana, tuviese que renunciar a sus derechos. Es absurdo".
"Imaginemos que el príncipe Guillermo se casase con una católica. ¿Qué ocurriría si los hijos fuesen católicos?. Un católico no puede ser actualmente gobernador de la Iglesia de Inglaterra", explica el político laborista.
Se cree que los laboristas podrían proponer cambiar la ley en su próxima manifiesto electoral, lo que permitiría al primer ministro, Gordon Brown, en el hipotético caso de que ganase las elecciones, replantear la posición de la Iglesia.
El portavoz de Justicia de la oposición conservadora, Nick Herbert, ha pedido por carta al ministro de Justicia, Jack Straw, que le aclare si ha consultado al Palacio de Buckingham y a otras naciones de la Commonwealth sobre la posibilidad de modificar el Act of Settlement (Ley de Instauración), que regula los derechos de sucesión a la Corona inglesa.