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Por Alberto Jordán Hernández

El 3 de mayo, declarado por la UNESCO Día Mundial de la Libertad de Expresión, encuentra al Colegio Nacional de Periodistas en conflicto para enfrentar la arremetida del régimen contra ese derecho, que la Carta Magna diseñada por el Libertador hace 190 años calificó como el primero y más inestimable bien del hombre en sociedad, con la advertencia que La misma ley no puede prohibirlo.

La fecha en conmemoración este domingo fue escogida en homenaje a la Declaración de Windhoek, Namibia (África) para el "Fomento de una Prensa Africana Independiente y Pluralista", elementos estos considerados un componente esencial de toda sociedad democrática. Con ella la Unesco rinde tributo a los periodistas que por decisión profesional ponen en peligro sus vidas en el esfuerzo de informar a sus sociedades y de promover el libre flujo de la información.

Venezuela es el primer país del mundo hispano en consagrar constitucionalmente tal derecho y su actual ley suprema es la que le dedica mayor número de normas (trece en total).

Según el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), está entre las peores zonas para ejercer el periodismo.

En clasificación establecida, debe estar incluida en Zona roja (color que para desgracia identifica al país ubicado entre los más violentos del mundo, en el cual ocupa primer lugar en tasas de índices de homicidios). En el método en comentario, dicho color indica a la nación en la cual la "ley protege el ejercicio de la libertad de prensa, pero el Estado no lo protege hasta el punto de que el periodista/medio está en inmediato riesgo físico. Todo caso en que las autoridades quedaron involucradas en un crimen de periodista está en esta categoría y están en la impunidad".

En esta última década se han registrados veintitrés muertes de comunicadores –dos en 2009-, algunos en ejercicio; un millar de agresiones equiparan en número a detenciones; juicios penales que con sanciones administrativas superan los trescientos; exilios, asaltos a medios; suspensión y cierre definitivos de varios. Es producto del régimen militar que damos definido por el sociólogo chileno Fernando Mires en El Dictador: Un estudio sobre la dictadura.

-La sociedad es para él un gran cuartel y el dictador imagina ser su Gran Comandante…Comandos, batallones, pelotones, son los nombres que designan a las diferentes unidades partidarias de masas…Si por alguna razón la Constitución no concuerda con la voz del dictador, la Constitución, aunque haya sido procreada por el propio dictador, será modificada, y si no, violada.

Para este régimen la prensa es "objetivo militar".

El citado estudio sobre la dictadura observa la monopolización de los medios; apropiación de los canales televisivos estatales y extorsión a los privados para llevar a cabo verdaderos bombardeos publicitarios.

"Así como Mussolini y Hitler eran dictadores radiales, los del siglo veintiuno son dictadores televisivos. Desde la televisión gobiernan, suponiendo que gobiernen, pues a la mayoría de los dictadores no les interesa gobernar, sino sólo aumentar sus cuotas de poder".

Desde 1999 hasta el 31 de marzo de 2009 el comandante ha encadenado l.877 veces la radio y tv, totalizando 1.207 horas 6 minutos y 54 segundos. Según estudio de Universidad de Los Andes, sumando declaraciones y sin incluir Aló Presidente, permanece en el aire unos 90 minutos diariamente. El reciente 13 de enero estableció record desde la Asamblea Nacional, al hablar 7 horas y 34 minutos (investigación del periodista Francisco Olivares en El Universal)

El reto es defender la libertad de expresión, reconocida como fundamental y de fortalecimiento de la democracia, desde 1789, en la Declaración de los derechos del hombre; y en la Declaración Universal y la Convención Americana de Derechos Humanos de 1948 y 1969, respectivamente.

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