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Por Antonio José Monagas

 
La historia de los pueblos ha resultado ser el mejor indicador del grado de aproximación a su desarrollo económico, político y social. Esa misma historia, es singular testigo de los desmanes y avatares por los que han transitado importantes decisiones de gobierno al momento de seleccionar estrategias ante las múltiples racionalidades que delimitan una situación comprometida con el futuro. Aunque muchas veces, descalificando con declarada renuencia y reincidencia las lecciones de un duro pasado.
 
Estas consideraciones valen para reflexionar, aunque por un momento, sobre el sentido de decisiones que se toman a desdén de esa ilustrativa historia en complicidad con las fuerzas dictadas por las circunstancias políticas. Venezuela es hoy forzado escenario de tan angustiante ensayo el cual, por equivocado u obtuso, induce factores profundamente fustigadores por cuyos efectos el país ha comenzado a transitar por una senda de empobrecimiento y conflicto que conduce, aceleradamente, a echar por tierra los resultados obtenidos con base en el esfuerzo de algunos propósitos democráticos.
 
En términos de tan controversial situación, el enmarañado cuadro político nacional se explica en el problema exactamente definido por esa retorcida militarización que viene estimulando la cúpula del gobierno nacional. Y que si bien ha encontrado sus principales razones en los lineamientos de un proyecto político de gobierno salpicado de venganza, cizaña y hostigamiento, está invirtiendo la relación de intereses éticos que por naturaleza político–institucional se dicta entre la sociedad civil y la militar. Ahora, la cuestión es al revés. Una fórmula militar–cívica que sirva no sólo para subordinar la sociedad civil a las armas. Además, para ganar mayor espacio en el ámbito del poder político. Así, mediante obtusos y obsoletos esquemas verticales, se han impuesto criterios de desarrollo endosados por un militarismo repugnante. 
 
Lo acontecido últimamente magnifica tan burda contrariedad. De hecho, el creciente aumento de militares activos y retirados en cargos de alta responsabilidad político–administrativa es sumamente preocupante. A nivel de organismos centralizados y descentralizados, institutos autónomos y corporaciones públicas, la militarización sobrepasó toda expectativa. Impresiona el vuelo que ha alcanzado tan vulgar militarización. Como realidad permite inferir el sometimiento de una condición política a las intemperantes limitaciones descritas por la irreductible tesis de “seguridad nacional” seguida por gobiernos de fuerza de países latinoamericanos con los deprimentes resultados ampliamente conocidos y lamentados.
 
Tan repulsivo militarismo, componente tácito de un proyecto político en pleno desarrollo, está asintiendo una feroz militarización a la cual, ilusamente, vienen jugando conjurados dirigentes de movimientos político–gobierneros que, burda y perversamente, apuestan a la detentación del poder “total”. En otras palabras, con esta militarización “en corrido” podría decirse que al país está reducido a plantearse su futuro entre dos corrientes: el totalitarismo o la autocracia. Por supuesto, sumándole como complemento pragmático, la demagogia sobre la cual se continuarán sentando todas esas “revolucionarias y constitucionales” ofertas de “(…) democracia participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural (…)”

VENTANA DE PAPEL

* PRESIDENTE DE APULA DISERTA SOBRE CRISIS DE LA UNIVERSIDAD
La crisis de la Universidad fue tema que resaltó las capacidades docentes de Luis Loaiza Rincón, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Los Andes, APULA, al momento de disertar ante un reflexivo público que exaltó tan particular esfuerzo de investigación. Dicha conferencia resaltó aspectos neurálgicos del funcionamiento de la Universidad venezolana en el marco de la autonomía universitaria por cuanto fue el resultado de un análisis sociopolítico que mereció un recorrido por parajes centrados en la sociología educacional, la filosofía de la educación superior y la administración sobre la cual se depara la funcionalidad de la institucionalidad académica. Explayar razones que han incidido en la dinámica propia de la Universidad venezolana, animaron un prolífico intercambio de opiniones entre los asistentes razón por la cual se ratificó la necesidad de continuar indagando sobre tan especial y fundamental temática.
 
* FERIA DEL LIBRO UNIVERSITARIA ENTUSIASMÓ GRANDES Y CHICOS
El esfuerzo de organización editorial adelantado por empleados y profesores de la Universidad de Los Andes, con miras a favorecer la intelectualidad del merideño interesado por adentrarse en las letras contenidas en libros y revistas de importantes editoriales universitarias, determinó la movilidad de la ciudad a lo largo de esta última semana. No sólo se dieron cita a tan magna y particular fiesta del libro, la cual llega a su edición número 15, grandes y chicos, sino además universitarios y merideños de toda procedencia quienes departieron significativos momentos gracias al trabajo impulsado por el Consejo de Publicaciones de la Universidad de Los Andes, dependencia adscrita a la Secretaría de esta Casa de Estudios Superiores. Felicitaciones a quienes organizaron tan ejemplar feria. E igualmente a quienes se regalaron no sólo el momento para compartir entre libros, sino para adquirir algún buen trabajo editorial cuyos frutos serán seguros y enriquecedores. 
 
* MÉRIDA ALBERGA NUEVAMENTE AL TEATRO ESTUDIANTIL
Durante 25 largos años, Mérida ha sido testigo de excepción del esfuerzo teatral de estudiantes de los distintos niveles de educación que se plantean el teatro como proyecto de vida. De la mano del Manuel Briceño Cherubini, docente entregado a tan digna labor artística desde el Grupo Cultural Gente Joven e instituciones de educación básica, se ha venido dando este importante festival hoy convertido en referencia nacional. Más, cuando la Universidad de Los Andes ofrece estudios en Artes Escénicas lo que, al mismo tiempo, estimula la realización de actividades que permiten a niños de preescolar y adultos de todas las edades exhibir sus cualidades y virtudes como actores de distintas obras nacionales e internacionales. Este XXV Festival estudiantil de Teatro tiene como lugar de escenificación, al Centro Cultural Tulio Febres Cordero el cual concluye el 26 del presente mes. ¡Ánimo!
 
* SOCIALISMO SE APOYA EN LA VIOLENCIA Y EL HAMBRE
La excusa de una “revolución pacífica pero armada”, dejó de tener sentido. Ahora, el propio gobierno central incita la violencia como base de su “socialismo del siglo XXI” que ahora entra en una supuesta fase de “intensificación de la lucha armada”. El cuadro nacional es cada vez más difícil. Los “revolucionarios”, en nombre del proceso gubernamental, hacen lo que quieren y cómo quieren a sabiendas que sus actos no serán enfrentados. Y contra cuerpos de seguridad, armados hasta los dientes, ¿cómo hacer? ¿ quién podría? Esta lucha entre factores desiguales puede adquirir niveles de alta conflictividad que conducirían a desprendimientos y despedazamientos que sólo generarían pérdidas de vidas humanas por la injustificada causa que representa las necedades de un presidente malcriado que está creyéndose “dueño del país” por el hecho de ser “comandante”. Y eso está mal.