Por Augusto Figueroa
Caracas, ago 01 (Enfoques365).- Con la muerte de los dos líderes de la rebelión de los llamados “talibanes nigerianos”, Mohamed Yusuf, 39 años, y el general Saleh Mamza y más de 300 de sus partidarios, terminó la aventura de este grupo, considerado marginal por los expertos en asuntos de este país africano y de la religión musulmana en el mundo.
Los rebelados atacaron en cuatro importantes ciudades, pero la ofensiva de los militares, conocidos por su crueldad, los masacró en pocos días. La ONG de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) protestó los métodos sanguinarios y las ejecuciones ilegales del Ejército.
Sin embargo, la secta islamista Boko Haram hacía alarde de vinculaciones con los terroristas de Al Qaida y su jefe Osama Bin Laden, en su principal base de operaciones, la ciudad de Maiduguri, capital del estado de Borno. El propósito de los conjurados, según sus propios manifiestos, era imponer un régimen fundamentalista que aplicara la ley de la Sharia. Eliminar la educación porque genera la perversión de los infieles occidentales y todo lo que se debe saber está en el libro sagrado El Corán. Por lo que califican a la educación como un pecado. La mitad de la población nigeriana es musulmana y la otra mitad es cristiana.
ATRASO SECULAR
Un párrafo de unas declaraciones del clérigo Mohamed Yusuf, jefe de la rebelión talibán, obtenida por BBC, da la medida de su actitud anticientífica: “Nosotros creemos que la lluvia es un regalo de Dios y no el resultado de la evaporación del agua que se condensa y cae. O decir que la Tierra es redonda, es una esfera, va contra las enseñanzas de Alá. También somos contrarios a las teorías del darwinismo”.
Zacharíah, un académico islámico de Abuja, capital oficial de Nigeria, revela que tres grupos musulmanes habían criticado a Yusuf y calificado sus interpretaciones de la doctrina como equivocados, considerando todo lo concerniente a éstas, “antiislamismo”.
Nigeria tuvo dictaduras militares hasta hace diez años. El actual presidente es Olesegun Obasanjo, que estuvo en Venezuela en la Cumbre de la OPEP, de la cual es país miembro, como primer productor de petróleo en el continente africano. Obasanjo introdujo reformas políticas pero asegurándose la reelección.
Pese a su inmensa riqueza petrolera, Nigeria tiene el 70 por ciento de la población bajo el umbral de la pobreza. Su PIB per cápita es de 2.300 dólares anuales pero 120 millones, del total de 150 millones habitantes, sobrevive con menos de dos dólares diarios. La superficie del país es similar a la de Venezuela, más de 920.000 kilómetros cuadrados.
GASODUCTO TRANSAHARIANO
Los grandes centros del poder político y económico mundial está presentes en Nigeria disputándose la inmensa torta energética. Estados Unidos, Francia, Holanda, Gran Bretaña, Rusia, entre otros. El plan es llevar el gas hasta la Unión Europea a través de un tubo de 4.128 kilómetros, el Transahariano, el más largo gasoducto del mundo, que llegará a las costas del Mediterráneo en Argelia, atravesando varios países y el desierto de Sahara. De allí enlazaría con las redes europeas. Se prevé que estaría listo para 2015 y transportaría entre 20 y 30 millones de metros cúbicos de gas nigeriano.
El gasoducto será propiedad de Sonatrach (Argelia y socios occidentales), con 45 % de las acciones, NNPC (compañía que reúne varias empresas internacionales) también con 45 % y la estatal nigeriana solamente con 10%.
Las multinacionales participantes en la explotación del gas y el petróleo nigerianos son la Royal Dutch Shell, Total, Eni, y tras la visita del presidente ruso Dimitri Medvedev se consolidó la presencia de Gazprom, que hará los primeros tramos del Transahariano, de unos 360 kilómetros. Las reservas de gas de Nigeria son las mayores de África. Llegan a 190 trillones de metros cúbicos que sumadas a los 160 de Argelia garantizarán por muchos años los suministros energéticos para la Unión Europea.
MOVIMIENTO DE EMANCIPACIÓN
No es fácil para las multinacionales llevarse el petróleo de Nigeria. No solamente perturban la explotación del país los conflictos religiosos, provocados por los radicales del fundamentalismo islamista. El Movimiento de Emancipación del Delta del Níger (MEND, por sus siglas en inglés) y que también incide en la vecina República de Níger, otro emporio petrolero y gasífero, impide que un tercio de la producción salga por los oleoductos. El bombeo del crudo sólo alcanza a los dos tercios, debido a los sabotajes y atentados contra las instalaciones petroleras por parte de los grupos de irregulares del MEND.
Pero, no sólo por los guerrilleros, también los poblados muy pobres, rompen las tuberías para surtirse de combustibles. Aparentemente no desestabilizan el gobierno, sin embargo provocan que una buena parte del gas y el petróleo se quede en los pozos. Por supuesto, generan incertidumbre en las multinacionales y los inversionistas extranjeros, que parecen dispuestos a correr el riesgo, dada la presencia de tan inmensos recursos energéticos.
Este movimiento, mucho más estable que la rebelión religiosa talibán de fugaz aparición en el escenario político nigeriano, ha mostrado consistencia a través de varios años, aunque no debe olvidarse que en 12 de los 36 estados de la división territorial de Nigeria, ha sido impuesta la Sharia. Los ataques del MEND han alcanzado hasta la ciudad más poblada, que es Lagos.
El movimiento emancipador y las protestas de la población contra la corrupción de la nueva clase formada en el entorno del oficialismo, la voraz explotación extranjera que se lleva la mayor parte de la riqueza energética, constituyen el caldo de cultivo en el que se está incubando la protesta y la disidencia. Puede que muchas veces lo haga por vías equivocadas que terminan en la frustración. Pero, esos niveles de pobreza tan elevados, las carencias alimentarias, los bajos niveles de salud y educación pueden estallar en algún momento. Hay demasiado combustible en las entrañas de Nigeria, que podría explotar en incendio por el detonante más inesperado.