Por Fareed Mahdy*
EL CAIRO, 20 ago (IPS) - El fantasma de un escudo nuclear de Estados Unidos para Medio Oriente estuvo en la cumbre entre el presidente Barack Obama y su par egipcio, Hosni Mubarak, celebrada esta semana en la Casa Blanca.
Antes de la primera visita de Mubarak a Washington en cinco años, tanto él como sus asesores habían rechazado rotundamente el ofrecimiento de Estados Unidos de garantizar la defensa de la región contra armas atómicas como parte de un completo plan de paz para Medio Oriente.
Este mecanismo disuasivo llamado "paraguas nuclear" habitualmente se usa para las alianzas de seguridad entre Estados Unidos y estados sin capacidad atómica como Japón, Corea del Sur y buena parte de Europa, Turquía, Canadá y Australia, y se remonta a la Guerra Fría. Para algunos países constituyó una alternativa a la adquisición de armas por sí mismos.
Reunido con su par estadounidense el martes, el presidente de Egipto insistió en que "lo que Medio Oriente necesita es paz, seguridad, estabilidad y desarrollo", no armas nucleares.
Al hacer esto, Mubarak reafirmó el compromiso de crear un "Medio Oriente sin armas atómicas", que Egipto asumió en 1974.
"Egipto no será parte de ningún paraguas nuclear estadounidense que busque proteger a los países del Golfo" Pérsico o Arábigo", declaró Mubarak en una entrevista publicada el lunes en el periódico egipcio Al-Ahram.
Tal paraguas "implicaría aceptar a militares y expertos extranjeros en nuestra tierra, y nosotros no aceptamos eso", dijo.
También supondría "una aceptación implícita de que hay una potencia nuclear regional, y nosotros tampoco aceptamos eso", continuó.
"Medio Oriente no necesita ninguna potencia nuclear, sea Irán o Israel. Lo que necesitamos es paz, seguridad, estabilidad y desarrollo", sostuvo el presidente egipcio.
En cualquier caso, "no hemos recibido ninguna comunicación oficial en relación a tal propuesta", agregó.
El mismo día, el portavoz de la presidencia egipcia Suleiman Awad también formuló declaraciones al respecto. "Ésta no es la primera vez que se plantea el tema. Es parte de la política de defensa de Estados Unidos. Lo nuevo es que ahora se plantea para Medio Oriente", dijo.
Los presuntos planes nucleares de Washington para esa región "son absolutamente rechazables, tanto en forma como en contenido. En vez de hablar sobre un paraguas atómico, la cuestión nuclear iraní debería tratarse con (un espíritu de) diálogo y flexibilidad de ambas partes: Occidente e Irán", opinó.
Teherán "tiene derecho a beneficiarse de los usos pacíficos de la energía atómica, como cualquier otro país signatario del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP, de 1968), siempre y cuando demuestre que su programa tiene fines pacíficos", continuó.
"Al mismo tiempo, esto debe ser acompañado por una seria campaña en relación a la capacidad nuclear de Israel, a fin de evitar acusaciones de doble discurso", añadió.
Egipto lleva 35 años buscando crear "un Medio Oriente sin arsenales nucleares". En 1990, Mubarak lanzó un nuevo plan más amplio para declarar a la región "sin armas de destrucción masiva", lo que incluye a las atómicas.
La propuesta egipcia fue apoyada por la mayoría de los países árabes, y a comienzos del mes pasado fue incluso reafirmada por el secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa.
También cobró particular fuerza en los países del Golfo, luego de que Estados Unidos, Israel y Europa sostuvieron que Irán intentaba desarrollar armas nucleares y aseguraron que lo impedirían.
Teherán ha negado sistemáticamente estas acusaciones, asegurando que su programa nuclear tiene fines pacíficos.
El punto de vista de Occidente fue implícitamente desafiado por el japonés Yukiya Amano, nuevo director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Luego de su designación, el 3 de julio, Amano dijo a la prensa que no veía "ninguna evidencia fuerte" de que Irán estuviera intentando "desarrollar armas nucleares".
Dos días después, Musa, de la Liga Árabe, declaró al periódico kuwaití Al-Anba que no había "ninguna evidencia documentada (que demuestre) la existencia de un programa militar nuclear iraní".
En Medio Oriente "sólo hay un estado nuclear, (…) y es Israel", enfatizó.
Aunque comenzó a desarrollar armas nucleares a mediados de los años 60, los sucesivos gobiernos de Israel se negaron sistemáticamente a confirmar o rechazar la posesión de un arsenal nuclear.
No obstante, el Instituto Internacional de Paz de Estocolmo (Sipri) clasifica a Israel como la sexta potencia nuclear del mundo, en base a la cantidad de ojivas nucleares desplegadas en enero de este año.
Según datos del Sipri, en este sentido Israel es el que sigue al bloque de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia), con más ojivas desplegadas (80) que India (entre 60 y 70) y Pakistán (60).
Pero, a diferencia de los cinco primeros, Israel no es firmante del TNP. India y Pakistán tampoco.
No hay certeza sobre las dimensiones del arsenal nuclear israelí. El Sipri señaló que a enero de este año tenía 23.300 armas. El ex presidente estadounidense Jimmy Carter (1977-1981) dijo que "150 ojivas nucleares o más". Según el prestigioso periodista, escritor y analista político egipcio Mohammad Hassanein Heykal --asesor de los presidentes egipcios Gamal Abdel Nasser (1956-1970) y Anwar Sadat (1970-1981)--, son 200.
La no gubernamental Asociación de Control de Armas de Estados Unidos estima esa cifra entre 75 y 200. Y fuentes de inteligencia del ejército egipcio calculan entre 230 y 250.
Israel nunca negó ni confirmó ninguno de estos informes y números.
La iniciativa egipcia se basa en la noción de que Israel es la única amenaza nuclear de Medio Oriente.
Una fuente diplomática egipcia que pidió no ser nombrada dijo a IPS que los funcionarios de su país siempre han argumentado que Washington "carece de toda legitimidad para demandarle a Irán, que no ha desarrollado ningún arma nuclear, que frene su programa nuclear, mientras trata con manos de seda a la única potencia nuclear demostrada en la región".
Mubarak puso este argumento sobre la mesa durante su reunión con Obama, agregó. "Egipto siempre declaró que si Estados Unidos hubiera presionado a Israel para que desmantelara sus armas nucleares ahora estaría en una posición fuerte y legítima para frenar cualquier potencial aspiración nuclear iraní", sostuvo.
La reunión de la Casa Blanca se realizó en medio de una campaña mundial para reducir las armas nucleares como paso esencial hacia su abolición total. Japón, el único país que sufrió las consecuencias de las bombas nucleares estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), es uno de sus principales promotores.
Los 12 millones de miembros de la organización no gubernamental Soka Gakkai Internacional en 192 países se han embarcado en una campaña por la abolición nuclear. La iniciativa "Década del Pueblo para la Abolición Nuclear", impulsada por esta entidad, busca ayudar a crear una red mundial de personas dedicadas a abolir las armas nucleares.
Según su presidente, Daisaku Ikeda, "las armas nucleares constituyen un mal absoluto que amenaza el derecho de la humanidad a vivir".
* Por acuerdo con IDN-InDepthNews Service. Este artículo es parte de un proyecto de medios iniciado por la asociación budista Soka Gakkai Internacional, con sede en Tokio, e IPS (Inter Press Service).