Por Augusto Figueroa
El Partido Socialista corre el riesgo de perder el poder en las elecciones del domingo 27 de septiembre en Portugal. José Sócrates, jefe del gobierno, no ha logrado tomar ventaja en las encuestas y tiene apenas uno por ciento de ventaja sobre Manuela Ferreira del Partido Socialdemócrata (PSD): 33,6 % contra 32,5. Otros participantes en los comicios como el Bloque de Izquierda de Francisco Louça con 9,6 y la alianza del Partido Comunista y Los Verdes de Jerónimo de Souza con 9,4.
En las elecciones de 2005 los socialistas, centro izquierda, obtuvieron el 45 % de los sufragios, el PSD, centro derecha 28,7, Partido Comunista 7,56, CDS derecha 7,26, otros 11,4.
Después de 4 años en el gobierno, Sócrates se enfrenta a la única rival que puede derrotarlo Manuela Ferreira, ministra de Finanzas del presidente José Manuel Durao Barroso, que este jueves fue reelecto en la Unión Europea con el voto de los conservadores del PPE y los socialistas de España y Portugal.
El gobierno de Sócrates ha pasado por el duro trance de la crisis económica mundial y junto con España tiene los peores resultados en la Unión Europea porque la situación no será solventada y continuarán las dificultades en 2010. Hay escepticismo en la población que ha pasado por el severo trance de “apretarse el cinturón en estos últimos cuatro años”.
Para la candidata opositora “Portugal no tiene futuro mientras no se cambie de políticas”. Para el líder socialista ahora el país está en mejores posibilidades para enfrentarse a la crisis y “ahora podemos ayudar a las familias y a las empresas”.
El último debate entre los dos principales candidatos Sócrates logró mejorar su perfil al “ponerla contra las cuerdas” que no pudo explicar qué medidas aplicará para resolver la severa crisis por la que pasa la nación lusa. Pero, Ferreira maneja con fuerza las rivalidades tradicionales entre España y Portugal oponiéndose al tren rápido AVE que vinculará ciudades de ambos países que según ella causará daños ecológicos y terminó con una frase que le atraerá muchos votos: “Portugal no es una provincia española”. Sin embargo, el valor de las obras, equivalente a 9.000 millones de euros, es una inversión nada desdeñable en momentos de crisis.
Portugal terminará el año 2009 con un déficit de 6 % del PIB, que elevará la deuda pública en 74,6 % del PIB, 8 % más que en 2008. Las previsiones anuncian una contracción de la economía de 3,4 %. Para enfrentar tan dramática situación se requieren alianzas y la realidad de Portugal es la polarización entre la derecha PSD Y Centro Democrático Social con 50 % y la izquierda parlamentaria que incluye al PS, Bloque de Izquierda y PCP con 50 % que rechazan cualquier posibilidad de alianza. La gobernabilidad será una de las primeras tareas que debe cumplir el futuro jefe de gobierno.
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Semanario LA RAZÓN
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Caracas, 20.09.2009