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Por Augusto Figueroa

El Premio Nobel de Literatura (bien ganado) José Saramago está en Italia presentando su última obra El Cuaderno, “un repaso literario de la actualidad mundial, escrito a lo largo de un año y medio en su blog (http://cuaderno.josesaramago.org)”.
Sin pelos en la legua, como es su característica Saramago se refirió a Silvio Berlusconi, primer ministro de Italia, sentenciado por la justicia a pagar setecientos cincuenta millones de euros por el escándalo Finninvest y acusado por el Tribunal Constitucional de pretender reformar una ley para beneficio propio.
“No tengo la menor duda de que Berlusconi quiere reimplantar el fascismo en Italia. No es un fascismo como el de los treinta, hecho de gestos ridículos como levantar el brazo. Pero, tiene otros gestos igualmente ridículos. No será un fascismo de camisas negras, sino de corbata de Armani. Berlusconi corrompe todo lo que toca. Es patético, ridículo y vulgar”, afirma ante su audiencia.
A sus ochenta y siete años todavía el escritor portugués muestra su posición combativa y su condena a la corrupción y al autoritarismo. “Berlusconi dice que es ofensivo que una prostituta vaya a la televisión. ¿Y que vaya a la cama del primer ministro no lo es?”. Justificó su descarga señalando que “a la gente le gusta oír estas cosas”.
En El Cuaderno Saramago reproduce sus blogs e indicó que “no hay diferencias entre la escritura de un blog y la escritura literaria” y advirtió que “al público le es indiferente ese debate sobre la inmediatez del periodismo. Quieren leer cosas de calidad e ideas”.

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