31 oct. (TeleSUR).- El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, reiteró que no reanudará las negociaciones con Israel hasta que esta nación no cese el total de los asentamientos, los cuales consideró de "ilegales e inaceptables".

 

 

Luego de reunirse con la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, Abbas afirmó que "no hay nada nuevo" en el proceso de paz con la nación israelí, pues según el presidente de la ANP el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se ha negado a congelar los asentamientos.

 

 

Asimismo, señaló que es imposible con esta actitud "pasar a una fase" en el diálogo entre ambos países.

 

 

Abbas recordó que este punto de los asentamientos fue lo que acordó en su entrevista con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, e indicó que el proceso de paz debe basarse en las fronteras.

 

 

Igualmente, explicó que esto significa "la retirada israelí de los territorios que ocupó ese año para poder establecer el Estado palestino sobre ese territorio".

 

 

Por otra parte, el presidente de la ANP añadió que en la reunión con Clinton también se trató la situación de Jerusalén, pero no se alcanzó "nada nuevo".

 

 

Abbas añadió que sobre Jerusalén, la demolición de viviendas palestinas "es un asunto muy difícil y peligroso". "Nosotros estamos alertando del peligro para que el mundo árabe e islámico le dé a ese asunto un interés político y práctico y no sólo mediático".

 

 

"Elevamos nuestra voz muy alto: Jerusalén está en peligro. Salvar Jerusalén es responsabilidad árabe, cristiana y del mundo entero", dijo añadiendo que "la paz comienza en Jerusalén".

 

 

Finalmente, el presiente Abbas explicó que sostener un encuentro con el primer ministro israelí será posible sólo si acepta las reivindicaciones palestinas.

 

 

Por su parte, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha abordado el tema desde 1979, reafirmando la aplicabilidad del "Cuarto Convenio de Ginebra" que prohibe los asentamientos en territorios ocupados y declaró que las políticas y prácticas de Israel no tenían validez legal.

 

 

Sin embargo, Israel no cumplió con este Convenio y en 1980 después del asesinato frustrado de los alcaldes de tres pueblos palestinos el Consejo de Seguridad exhortó a todos los Estados a no prestar a Israel asistencia alguna que pudiera usarse específicamente en relación con los asentamientos.

 

 

Además, expresó su preocupación por el hecho de que se permitiera a la población israelí portar armas con las que pudieran perpetrar crímenes contra la población civil árabe.

 

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