MONTEVIDEO, 8 dic (IPS) - La Cumbre del Mercosur culminó este martes en la capital uruguaya con una "enérgica condena al golpe de Estado" en Honduras y el "pleno desconocimiento" del gobierno surgido de las elecciones de noviembre sin que haya sido restituido el presidente legítimo Manuel Zelaya.
La declaración final, que alerta sobre las violaciones a los derechos humanos que se perpetran en Honduras, contó con la firma unánime de los miembros plenos del bloque, incluido Brasil pese a que había dado señales previas de "flexibilización" tras el triunfo del derechista Porfirio Lobo.
En contraposición a esta condena a la dictadura en Honduras, se elogiaron los triunfos obtenidos en elecciones, calificadas de transparentes y de masiva participación, por Evo Morales en Bolivia y José Mujica en Uruguay.
Estas consideraciones políticas y los fuertes planteos de Venezuela contra la participación de tropas estadounidenses en bases militares en Colombia pautaron la XXXVIII Cumbre del Mercosur (Mercado Común del Sur), mientras las buenas intenciones prevalecieron a la hora de tratar las cuestiones de integración y las muchas trabas al intercambio comercial interbloque.
Los presidentes del bloque Tabaré Vázquez, de Uruguay, Cristina Fernández, de Argentina, Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, Fernando Lugo, de Paraguay, y Hugo Chávez, de Venezuela, en proceso de adhesión plena, estuvieron acompañado por el vicepresidente de Colombia, Francisco Santos, los cancilleres Mariano Fernández, de Chile, Fander Falconí, de Educador, y Patricia Espinosa, de México, delegados de la Unión Europea y empresarios.
Flanqueado por Vázquez, su canciller, Pedro Vaz, resumió el trabajo realizado en la presidencia temporaria del bloque, en este segundo semestre del año, para evitar el doble cobro del arancel externo común, la eliminación de las asimetrías y el fortalecimiento institucional. Aunque todo seguirá en negociaciones.
El avance más importante destacado por Vaz fue la entrada en vigor progresiva, a partir del 23 de diciembre, de un tratado de libre comercio entre Israel y cada uno de los países miembros del Mercosur.
Pero más allá de esto no se registraron grandes avances en esta cumbre, que tuvo la particularidad de presentar en sociedad a Mujica, como sucesor de Vázquez, y al vicepresidente electo, Danilo Astori, quienes participaron de los debates.
Dada la particularidad de que correspondía a Vázquez entregar la presidencia del bloque a Fernández, todas las miradas estaban puestas en algún posible avance en el conflicto bilateral por la instalación de la planta de celulosa de la empresa finlandesa Botnia a orillas del río Uruguay, que sirve de frontera con Argentina.
En la conferencia de prensa de cierre de la reunión los dos mandatarios se negaron a hablar del tema, aduciendo que se trata de un problema bilateral ajeno al bloque.
Sin embargo, creció la versión de que habría un acuerdo para que, tras la llegada de Mujica a la presidencia el 1 de marzo, Argentina colabore para liberar uno de los tres puentes sobre el río Uruguay que permanece bloqueado por activistas ambientales desde diciembre de 2006.
A cambio, Uruguay brindaría su voto para que finalmente el ex mandatario argentino Néstor Kirchner (2003-2007), esposo de Fernández, sea elegido presidente de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Lo cierto es que, más allá de versiones periodísticas, Vázquez y Fernández se reunieron la noche del lunes para tratar temas bilaterales, entre ellos el bloqueo del puente fronterizo que afecta severamente el ingreso de turistas a Uruguay en el inminente verano austral, confiaron a IPS fuentes oficiales.
EL BUENO Y EL MALO
También el presidente Lugo tuvo su reunión bilateral, aunque de modo informal y con Mujica. Ya en la cumbre abogó por una fuerte integración en materia energética entre todos los países del bloque y sus asociados "para que nos fortalezcamos".
Buena parte de su discurso lo centró en la crisis en Honduras, donde, dijo, "se cercenó el derecho a la información y sobre los escombros de un Estado de derecho humeante se celebraron elecciones".
Este "estado de coma cívico" en Honduras contrasta fuertemente con "las fiestas cívicas" realizadas en Bolivia y Uruguay, añadió.
A su vez, Chávez también fustigó a la dictadura de Honduras, donde "un pueblo en resistencia" se negó a participar en lo que calificó de "elecciones maquilladas". Sostuvo que la prueba está en el alto grado de abstención.
"Aquí tenemos a Pepe el bueno", dijo Chávez señalando a Mujica "y allá (en Honduras) a Pepe el malo".
La canciller Espinosa, por su parte, justificó las elecciones como "necesarias, aunque no suficientes para la normalización política en Honduras", y reclamó el cese del hostigamiento por parte de las fuerzas de seguridad a la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde permanece Zelaya.
El comentario mereció la inmediata réplica de Chávez. "¿Hubo acaso elecciones en Honduras? ¡Vamos! ¡Por Dios!, expresó con énfasis. La presidenta argentina apoyó los dichos de su par venezolano y reiteró su desconocimiento de los comicios organizados por autoridades de facto.
Al finalizar la cumbre, Vázquez leyó el comunicado al respecto firmado por los presidentes del Mercosur condenando la situación irregular en Honduras y en el que "reiteran su más enérgica condena al golpe de Estado" y "consideran inaceptables las graves violaciones de los derechos humanos y libertades fundamentales que sufre el pueblo hondureño".
Frente a la no restitución de Zelaya "en el cargo para el que fue democráticamente elegido (…), manifiestan el total y pleno desconocimiento de los comicios realizados el 29 de noviembre por el gobierno de facto, los cuales fueron desarrollados en un ambiente de inconstitucionalidad, ilegitimidad e ilegalidad, constituyendo un duro golpe a los valores democráticos para América Latina y el Caribe".
Lula suscribió esta declaración, pero en su discurso en la cumbre fue el único presidente que no formuló comentario sobre la grave crisis política por la que atraviesa Honduras.
INTEGRACIÓN SINDICAL
El mismo día que comenzó la reunión del bloque se realizó la IX Cumbre Sindical del Cono Sur, que contó con la presencia de centrales sindicales de Nicaragua, Bolivia, El Salvador, Colombia, Argentina, Perú, Paraguay, Chile Venezuela, Bolivia, además de representantes de España y de la Unión Europea.
El encuentro concretado en la sede del PIT-CNT (central sindical uruguaya) tuvo como fin fortalecer la integración conjunta y diseñar proyectos de mejora de la distribución de la riqueza.
"Las diferencias entre los gobiernos en algunos temas es más bien retórica", porque desde que en casi todos los países latinoamericanos prevalecen las fuerzas progresistas "estas desavenencias tienden a desaparecer", dijo a IPS Joao Batista Lemos, secretario internacional de la Central de Trabajadores y Trabajadoras de Brasil (CTB).
"Nuestra idea es que los gobiernos progresistas apoyados por los trabajadores organizados avancemos en la integración no sólo comercial, sino en la integración de los pueblos y los derechos civiles de los latinoamericanos" para quien este encuentro, concomitante, con la cumbre de presidentes "es trascendental", agregó.
Por su parte, el secretario general de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), Hugo Yasky, comentó a IPS que la unión de todos los sindicatos del continente contribuirá al proceso de integración entre los gobiernos para mejorar la lucha contra las desigualdades económicas y sociales.
En sintonía con el ambiente que se respiró en la cumbre del bloque, Yasky manifestó que buena parte de los dirigentes sindicales argentinos creen que con la llegada al gobierno uruguayo de Mujica se destrabará el conflicto con Argentina.
El cierre de esta reunión, a la que asistieron autoridades y legisladores locales, estuvo en manos de Mujica, quien repasó "muchos de los intentos frustrados de juntarnos (integrarnos) a lo largo de la historia". "Ése no fue el sueño de los libertadores, que fueron mucho más modernos que lo que vino después", comentó.
"Allí están los sueños desvencijados de (Simón) Bolívar, las cartas de (José de) San Martín, la visión federal de nuestro (José) Artigas, el fundador del federalismo de los pueblos del Río de la Plata. ¡Cuánta historia frustrada! ¡Cuánta balcanización!", sostuvo.
Mujica advirtió que "lo peor es que las masas de nuestro continente no sienten el valor que tiene juntarnos. Esta ha sido una parafernalia construida, en el mejor de los casos, por la gente que lee dos diarios por día. No es patrimonio de los pueblos que andan caminando por la calles, luchando por la vida".
Para el presidente electo uruguayo la integración no ha sido un tema central para los trabajadores ni de los partidos progresistas. "Tenemos una deuda de formación, de educación y de lucha para con nuestro propio pueblo. Y no habrá unidad entre los pueblos hasta que la gente no la pida en la calle", apuntó.
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