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Por Richard Casanova

Hay que tomar muy en serio lo que está pasando en el país y tomar conciencia hacia donde nos lleva este gobierno. Si alguien pensaba que después del 15F el Presidente -por fin- se iba a dedicar a gobernar, estará dándose cuenta que fue bien iluso. En su insaciable sed de poder eso no es una prioridad para él, ahora entra en una etapa final de destrucción del aparato productivo nacional y devastación de la poca institucionalidad que queda en la FAN.

Para algunos, sin embargo, todo lo que hace Chávez es una maniobra distraccionista para ocultar la crisis, sus fracasos, la inseguridad, etc, etc. De pronto, se convierte en una moda y todo el mundo repite la tesis en cuestión. Mientras la gente crea que estas acciones son un "trapo rojo" se incrementará la indiferencia de una buena parte del país que pareciera no tomar conciencia de la grave situación de hoy y las serias amenazas que se ciernen sobre la libertad y la paz en Venezuela.

Otros –con sobrada razón- piensan que el Presidente está loco, desesperado, etc. De alguna manera lo subestiman. La verdad es que Chávez sabe exactamente lo que hace: adelanta deliberadamente un perverso plan y lo hace en el mejor momento político para él. Quizás no tenga otro para profundizar su "revolución". Ciertamente, estas acciones recientes del Presidente demuestran el fracaso del proyecto chavista, la incapacidad del gobierno para estimular las inversiones y crear empleo, la ausencia de una política económica que genere riqueza para todos. Estamos ante un gobierno chulo con vocación de parásito, incapaz de generar un solo empleo productivo, que prefiere aprovecharse del esfuerzo de empresarios y productores que tienen años de trabajo. Pero ello NO expresa el objetivo político de estas acciones.

Hay que alertar que este plan apunta principalmente a incrementar el control social: poco a poco la gente dependerá mas del gobierno, no solo para viajar o para importar, sino para tener arroz, azúcar, leche y productos lácteos, carne, pollo o pescado, pasta, mayonesa y hasta para tomarse una cervecita Polar.

El régimen boliburgues, igual que en Cuba, preferirá empobrecer a la sociedad, debilitarla mediante una dependencia extrema, subyugarla, atemorizarla y preservar así el poder.

Lamentablemente, de continuar este camino, veremos la agudización de los problemas sociales, el incremento de la pobreza y deterioro severo de la calidad de vida de los venezolanos. Pronto se incrementará el desabastecimiento y este gobierno "solidario" tendrá que tomar alguna medida para que lo poco alcance para todos. Por fin, tendremos la "tarjeta de racionamiento", el mas perverso instrumento de dominación social.

Después vendrán otras operaciones político-mediáticas para garantizar la vigencia de la consigna "Uh, Ah con hambre y desempleo, con Chávez me resteo", la cual es terriblemente expresiva del problema de fondo que tiene hoy la sociedad venezolana. El país debe reaccionar para frenar esta demencial carrera al abismo.

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