I.- OBAMA-CHAVEZ. Todo está listo para el encuentro entre los presidentes de Estados Unidos, Barack H. Obama y de Venezuela, Hugo Chávez. Si no hay cambio brusco de planes, la reunión entre ambos mandatarios deberá efectuarse en horas de la noche del próximo sábado 18 de mayo, segundo día de la Quinta Cumbre de las Américas, que deberá instalarse el próximo viernes 17 en la ciudad de Puerto España, Trinidad. El encuentro se realiza a solicitud del presidente venezolano, a través de la gestión de buenos oficios del gobierno de Brasil y forma parte del “espíritu de igualdad y apertura”, esbozado por el embajador Jeffrey Davidow, asesor especial de la Casa Blanca para la cumbre continental. Nos aseguran que el mismo Davidow, quien ya fue embajador de Bill Clinton en Caracas entre 1991 y 1996, fue el encargado de transmitir la “buena nueva” al gobierno venezolano. Uno de los puntos de la agenda será el caso Cuba. Chávez lleva un mensaje especial del presidente Raúl Castro y no se descarta que el jefe de Estado venezolano sea portador de una misiva escrita por el convaleciente comandante Fidel Castro.
II.- CIRCULAN nuevamente panfletos en los cuarteles en contra del Jefe de Estado, del Vicepresidente-ministro de la Defensa, Ramón Carrizales y del alto mando militar. Temas de la protesta: negociaciones con Colombia para delimitar el Golfo de Venezuela e injerencia cubana en la FAN. Fuentes castrenses no descartan la destitución de Carrizales, para nombrar en su lugar a uno de los comandantes de las cuatro fuerzas.
III.- EL GOBIERNO nacional, a través del Ministerio Público, la Asamblea Nacional y cuerpos de seguridad del Estado, silenciosamente arman una “estrategia” para sentar en el banquillo de los acusados al alcalde Antonio Ledezma. Por otra parte, el ex alcalde Juan Barreto, Aristóbulo Istúriz , Darío Vivas y Jorge Rodríguez, se disputan la prerrogativa de ser designados jefe de gobierno del Distrito Capital.
IV.- VARIAS casas de bolsa, sociedades de corretaje y firmas financieras que operan en el mercado nacional e internacional con los denominados bonos de la deuda venezolana, que se utilizan para realizar transacciones con el dólar permuta, comenzaron a ser investigados por el Ministerio Público.
V.- CISMA. No se descarta que a medida que el presidente Chávez avance en su política de radicalización, se susciten nuevas escisiones en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). La persecución a Manuel Rosales y el desconocimiento de los resultados electorales de la Alcaldía Mayor de Caracas y el estado Táchira, han puesto a varios alcaldes y gobernadores chavistas a pensar en lo que les podría pasar en cuanto pierdan el apoyo del comandante-presidente.
VI.- NEGOCIOS. El empresario Gian Franco Napolitano, financista, dueño de medios de comunicación social en el estado Cojedes y contratista en varias gobernaciones del país, ha redoblado sus esfuerzos en varios organismos del Estado, luego de que se le abrieran investigaciones por presuntas irregularidades en la gestión del destituido gobernador de Yaracuy, Carlos Giménez. La Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional lo ha citado en varias oportunidades y para evadir el compromiso hasta alega supuestos errores ortográficos en las citaciones que llevan su nombre. En los últimos tiempos el poderoso contratista ha aumentado el volumen de los montos de sus contrataciones en obras de los gobiernos de Apure y Cojedes, especialmente ahora con el nuevo gobernador Teodoro Bolívar. Napolitano llegó a las grandes obras de la mano de los hermanos Ismael y Carlos García y fue secretario de finanzas del partido Podemos.
VII.- A PODEROSAS INFLUENCIAS atribuyen en el Psuv el freno de las investigaciones sobre centenares de asesinatos de sindicalistas de la industria de la construcción. En medios sindicales se afirman que un ex ministro del trabajo Roberto Hernández, tiene mucho conocimiento del asunto, pero por razones desconocidas le echó tierra a las denuncias y pruebas que comprometerían a un grupo sindical.
VIII.- LA ENMIEDA. En el Consejo Nacional Electoral se mantienen en reserva los resultados de la reciente consulta sobre la enmienda presidencial. Hasta el momento no se dan resultados definitivos. Tampoco se señalan los resultados de las elecciones en las representaciones diplomáticas de Venezuela acreditadas en el exterior. Los compatriotas que viven en lejanos países comentan que no tiene sentido votar en las embajadas y consulados para que nunca se conozcan los resultados.
IX.- SENTENCIA. A pesar de los treinta años de condena, hay optimismo entre los abogados defensores de los comisarios y agentes de la PM con la reciente sentencia dictada en su contra, ya que ahora se le abren varios recursos jurídicos: la apelación ante la corte penal de la jurisdicción, la Sala de Casación Penal y la Sala Constitucional del TSJ, así como acudir ante las instancias internacionales (Comisión y Corte Interamericana de Derechos Humanos).
X.- USM. A través de empresarios interpuestos, el gobierno nacional intenta ponerle la mano a la Universidad Santa María. En la operación participa un ex gobernador mirandino del Psuv y un ex juez ahora en funciones administrativas en la institución educativa propiedad del constructor y banquero Umberto Petricca.
XI.- TAL COMO DEBÍA ESPERARSE, ni los diputados de la Asamblea Nacional, ni los rectores del CNE, ni los magistrados del TSJ, ni la Fiscal ni altos funcionarios de la Fiscalía, ni la Defensora del Pueblo ni los altos directivos Pdvsa,, quieren oír hablar de nada parecido a la rebaja de sus sueldos que propuso el presidente Chávez en el mensaje en que le pidió austeridad al país y que él mismo proponía empezar por casa.
XII.- “COMANDANTE GONZALITO”. Ese habría sido el seudónimo utilizado por el secretario general de Podemos, Ismael García, para participar en una operación de secuestro del dirigente sindical Carlos Ortega, mientras estuvo asilado en Costa Rica, y llevarlo de regreso a Venezuela, por instrucciones del gobierno del presidente Hugo Chávez. La operación fue montada en la ciudad de Panamá, con participación de agentes de los cuerpos de seguridad venezolano, agentes del G2 cubano y un grupo de mercenarios nicaraguenses dirigidos por un sujeto apodado “Cuasimodo”, hombre de confianza del derrocado general Manuel Noriega.