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La “revolución” sigue a la ofensiva. El presidente Chávez y sus ministros acaban de torcerle el pescuezo al capitalismo: US$ 1.050 millones pagarán, por antojo “anti-capitalista”, a los capitalistas del español Grupo Santander. ¡Viva la Robolución!
No importa que el Banco Industrial de Venezuela se lo hayan robado y quebrado varias veces los corruptos burócratas del gobierno de Chávez. Ahora, el Banco de Venezuela viene a la carga en la nueva etapa de la "revolución financiera". Eso es lo que tenemos.
¡Nacionalícese! ha sido el grito bravucón de Chávez, y cada vez que lo ha hecho ha mandado por debajo de cuerda a sus burócratas a negociar precios que terminan en contratos de compra-venta vulgares y silvestres ¿Qué está pasando con el “Sambil La Candelaria”? Sabe Jorge Rodríguez, negociador oficial designado por Chávez ¿Cuánto le costará a la República ese “acto revolucionario”? Nadie sabe, pero lo pagarán, a precio convenido, con dinero de todos los venezolanos y... bla, bla, bla... “Revolución”, bla, bla, bla.
ESTANCAMIENTO ECONOMICO
La “revolución” avanza, no importa que el Banco Central de Venezuela, presidido por el matemático Nelson Merentes, haya tenido que reconocer el estancamiento de la economía durante el primer trimestre de 2009, con “crecimiento” 0,3% del Producto Interno Bruto (PIB), déficit de balanza de pagos de 15.261 millones de dólares, déficit de cuenta corriente de 3.533 millones de dólares y déficit comercial de 1.442 millones de dólares.
Por si fuera poco, el “bolívar fuerte” cada vez vale menos, aunque el gobierno quiera negarlo, manteniendo el cambio oficial en Bs.F 2,15 por dólar estadounidense. En la economía real, el cambio se mueve entre 6,5 y 6,6 bolívares por dólar; y en la zona fronteriza con Colombia, se necesitan prácticamente tres bolívares para obtener un peso: un "bolívar fuerte" vale 35 céntimos de peso colombiano, un bolívar devaluado que hace cinco meses, en diciembre de 2008, se cotizaba a 0,48 y 0,49 pesos, es decir, alguito más de dos bolívares por peso.
Esto ocurre mientras la delincuencia muestra la cosecha de estos diez años de autoritarismo y corrupción: la mismísima Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, ha reconocido que en tan solo 15 meses, de enero 2008 a marzo 2009, en Venezuela se han producido "10 mil 858 casos de funcionarios policiales presuntamente involucrados en delitos contra los derechos humanos", lo que no es cualquier cosa porque estamos ante un hecho descomunal en un país de 27 millones de habitantes. La Fiscal General nos enrostra que en este país de la “revolución” chavista, ocurren 724 casos de violaciones de los derechos humanos a manos de agentes policiales.
MENTIRAS OFICIALES
El gobierno quiere medios de comunicación social complacientes, que no investiguen ni denuncien; mucho menos, que analicen este tipo de cifras edulcoradas de la burocracia chavista. Así, el desempleo casi no existe en Venezuela: el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informa que en abril fue de apenas 7,7%, sin especificar calidad, estabilidad y niveles de remuneración y seguridad social de esos “empleos”, abultados en las nóminas gubernamentales y en la tercerización de unas cooperativas totalmente dependientes del Estado, junto a un mar de empresas privadas disminuidas o desaparecidas, cuando no “nacionalizadas” a realazos, para ocultar la improductividad de las quebradas y corrompidas empresas públicas.
Esta es una de las más grandes mentiras del gobierno chavista, un supuesto sentido de bienestar económico y social de la mayoría de la población. La mentira se les va a revertir, a Hugo Chávez y sus enriquecidos burócratas, civiles y militares, rojos-rojitos, ricos-riquitos. La farsa está acabando, la realidad emerge más poderosa que cualquier enmascaramiento. El país lo está sintiendo, y ya no hay “gobierno anterior” al cual culpar de nada, después de diez años de mando unipersonal.
E.D.E

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Semanario LA RAZÓN

www.larazon.net

Caracas, 24.05.2009.